"Aqu¨ª hay m¨¢s de uno que vende f¨®rmulas mentirosas"
El no al Betis, el no a la selecci¨®n, y a los a?os que ya tiene, invitan a dar a Luis Aragon¨¦s por retirado. El t¨¦cnico reconoce que debe "ir pensando en dejarlo", y que eso hace de vez en cuando, pero al instante cambia de idea: "En cuanto no estoy trabajando, me apetece hacerlo. As¨ª que mientras me encuentre bien de salud, como es el caso, querr¨¦ seguir entrenando. Supongo que no mucho tiempo, pero volver¨¦ a entrenar".P. Lo que es seguro es que el tren de la selecci¨®n ya se le ha ido para siempre, ?no?
R. No creo. Ya me pas¨® por delante otra vez, la Federaci¨®n negoci¨® conmigo, pero fue ella quien finalmente no quiso contratarme y se inclin¨® por Miera. Habr¨¢ m¨¢s dificultades, pero nunca se sabe.
P. Seg¨²n sus explicaciones, usted ha renunciado a un tren tan tentador m¨¢s que por falta de ambici¨®n por un respeto exagerado a su trabajo. No es la l¨ªnea actual. Ahora los entrenadores est¨¢n m¨¢s preocupados de venderse que de su propio trabajo.
R. Es posible. S¨ª, en el f¨²tbol se vende mucha gente para el cargo, aunque realmente no sean entrenadores. Aqu¨ª hay m¨¢s de uno que vende f¨®rmulas mentirosas. Porque el f¨²tbol es s¨®lo uno.
P. Y de tanto venderse, los t¨¦cnicos han quitado protagonismo a los jugadores.
R.El entrenador no es la figura cumbre de un equipo. Pero es una labor dif¨ªcil, porque tiene muchas facetas. Para m¨ª la m¨¢s importante, y que casi no se dice, es la psicol¨®gica. Llevar a un grupo de gente que gana mucho dinero, que tiene sus pensamientos y que es muy joven, es complicado. Por eso es la parcela m¨¢s importante. Pero la gente, ¨²ltimamente, s¨®lo est¨¢ en t¨¢cticas, y para m¨ª es lo menos importante. Ahora se vende el sistema y el espect¨¢culo. Pero un entrenador no puede dar espect¨¢culo nunca. S¨®lo los jugadores.
P. Sacchi, Hiddink, Van Gaal, Ranieri... Lluvia de extranjeros.
R. Eso es malo para el f¨²tbol espa?ol. Cada d¨ªa hay menos entrenadores de casa. El mercado est¨¢ as¨ª. No tengo nada en contra de los extranjeros, pero el espa?ol no trabaja en igualdad de condiciones. Los extranjeros trabajan en los equipos grandes y tiene posibilidades de ganar. Y cuando ganan, producen un efecto contagioso. Triunfa un italiano y te vienen dos o tres de golpe; triunfa un argentino, y lo mismo. Los espa?oles s¨®lo dirigen equipos que dif¨ªcilmente pueden llegar al campeonato. Adem¨¢s, en Espa?a ¨²ltimamente est¨¢ un poco abandonado el tema. Uno no puede examinarse para hacerse entrenador desde hace dos o tres a?os. Y fuera, obtener el t¨ªtulo es un simple tr¨¢mite.
P. Usted s¨ª trabajo en equipos punteros y no se abrieron las puerta a los t¨¦cnicos espa?oles. ?Se siente responsable?
R. Uno sabe que si su trabajo le sale bien, deja bien a su pa¨ªs y beneficia a sus colegas. Esto va por modas: italianos, argentinos, holandeses. Ahora la responsabilidad es de Irureta, el ¨²nico que trabaja en un equipo con posibilidades.
P. ?No ser¨¢ que el nivel del t¨¦cnico espa?ol no es tan alto?
R. No, est¨¢n muy preparados.
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