"No tenemos ni idea de lo que queremos en los Balcanes"
Ralf Dahrendorf, el soci¨®logo y polit¨®logo nacido hace 69 a?os en Hamburgo, pero nacionalizado brit¨¢nico y ahora miembro de la C¨¢mara de los Lores, recibi¨® el viernes pasado en Madrid el Premio Joaqu¨ªn Garrigues Walker, instituido por la Fundaci¨®n Salvador de Madariaga. Lord Dahrendorf fue galardonado por ser "uno de los m¨¢ximos exponentes de la cultura liberal contempor¨¢nea" y "por su contribuci¨®n a la causa de la integraci¨®n europea". El premiado, con nutrida obra publicada en Espa?a, trabaj¨® en la pol¨ªtica exterior alemana, fue comisario de la Comisi¨®n Europea, dirigi¨® la London School of Economics y hasta hace un a?o fue decano del Saint Anthony?s College, un centro de postgrado de Oxford dedicado a las relaciones internacionales. Ahora se dedica a escribir y, desde la C¨¢mara alta de Westminster, a la pol¨ªtica exterior. Hace un cuarto de siglo lleg¨® al Reino Unido y hoy se define "como un 90% brit¨¢nico y un 10% alem¨¢n".Pregunta. ?Significa el resultado de las elecciones alemanas que la gente estaba harta de Helmut Kohl o que le atra¨ªa Gerhard Schr?der?
Respuesta. La mayor¨ªa de las elecciones son esencialmente un voto en contra. No hay duda de que los alemanes quer¨ªan un cambio y que estaban hartos de Kohl. Si su n¨²mero dos, Wolfgang Sch?uble, se hubiese convertido en canciller hace seis meses, el resultado hubiera sido distinto.
P. ?Qu¨¦ cabe esperar de Los Verdes en el Gobierno de Bonn?
R. No es un grupo suficientemente cohesionado para gobernar. Lo m¨¢s gracioso es que no tienen una persona para cuestiones medioambientales. Yo les dar¨ªa la cartera de Medio Ambiente [risas]. La pol¨ªtica exterior ya no es tan importante, porque ahora la hacen los primeros ministros.
P. ?Pueden ser una fuente de problemas para Schr?der?
R. Schr?der tiene una desconfianza instintiva hacia ellos. ?l representa el viejo sistema industrial. No se aman. Hubiese sido peor si los liberales no hubieran entrado en el Parlamento. Pero en dos a?os, todo puede ser muy distinto, con los verdes divididos y peleados. Creo que Schr?der estar¨¢ en el poder durante ocho a?os. Y Tony Blair mucho m¨¢s. Porque no deja espacio para una alternativa. Es muy populista. Dice con frecuencia: "Si la gente no quiere esto, esto no se hace".
P. ?Sigue teniendo vigencia la dicotom¨ªa izquierda/derecha en al Europa de Maastricht?
R. Hay diferencias entre lo que yo llamo proyectos neoliberal y neosocialdem¨®crata. Lo que ha ocurrido en Europa es que el electorado en muchos pa¨ªses tiene una preferencia por pol¨ªticas que a?aden un elemento de conciencia social a la econom¨ªa del mercado global. Eso ha estado representado por partidos de centroderecha, que han estado durante a?os en el poder, y ahora la gente se va hacia los de centro izquierda.
P. ?De ah¨ª la convergencia hacia la llamada Tercera V¨ªa, que busca un camino "m¨¢s all¨¢ de la izquierda y de la derecha", en palabras de Anthony Giddens, su m¨¢ximo te¨®rico?
R. La Tercera V¨ªa es la Gran Idea que Bill Clinton y Tony Blair han estado tanteando. Todos los dem¨¢s son esc¨¦pticos. Yo dudo que sea tal Gran Idea. No me gusta la expresi¨®n Tercera V¨ªa ni la idea subyacente de que s¨®lo hay tres v¨ªas. Desde 1989 [a?o de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn] vivimos en un mundo en el que hay muchas v¨ªas. Pero hay que reconocer que por primera vez en mucho tiempo se ha lanzado un debate interesante.
P. Interesante, pero muy de estos tiempos en que todo es light.
R. Exacto. Lo m¨¢s d¨¦bil de la Tercera V¨ªa es que es soft [blanda] en dos importantes aspectos. Uno. Deja la pol¨ªtica econ¨®mica en manos de los neoliberales y es interesante ver c¨®mo Clinton y Blair se irritan cuando alguno de los suyos pide cambios en la pol¨ªtica econ¨®mica. Y dos. Deja el cambio en el mercado de trabajo constante, como si nada hubiera cambiado.
P. La que no es blanda es la guerra que se libra en los Balcanes.
R. En el momento en que se deja suelta y alienta una idea err¨®nea de autodeterminaci¨®n, la idea nacional de autodeterminaci¨®n en vez de la idea democr¨¢tica, aparecen l¨ªderes que movilizan pasiones latentes. Y no hemos encontrado el modo de tratar con ello, en especial dentro de fronteras nacionales.
P. ?Debe la OTAN bombardear a los serbios?
R. No. No tenemos ni idea de lo que queremos, por eso intervenir es absurdo. En el caso de Bosnia, quer¨ªamos una naci¨®n multicultural. En el caso de Kosovo queremos destruir una naci¨®n multicultural. Es m¨¢s honrado decir que sufrimos con ellos, pero que si quieren matarse all¨¢ ellos. Y acoger a lo refugiados que se produzcan.
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