Fren¨¦ticos
?Dios, qu¨¦ mareo, qu¨¦ agobio y qu¨¦ taquicardias provoca en el espectador el nuevo programa de Antena 3 para las noches de los viernes! Y es que este concurso, a pesar de su t¨ªtulo, lo que ofrece es m¨¢s que furor frenes¨ª. Eso s¨ª, s¨®lo en la forma. En el fondo, Furor es una nueva vuelta de tuerca al viejo asunto de la competici¨®n entre dos grupos (en este caso, las chicas contra los chicos, famosas y famosos, todas ellas y todos ellos) para hacerse con alg¨²n premio (simb¨®lico, pues todo se reduce a una camiseta del programa dise?ada con un gusto, digamos, discutible).Como el contenido es lo de siempre, los responsables del programa han echado el resto en la puesta en escena, francamente hist¨¦rica, que fomenta la sobreactuaci¨®n, el berrido y unos estallidos de alegr¨ªa que, la verdad, uno no entiende muy bien a qu¨¦ obedecen. Aunque estoy convencido de que todos llegan al plat¨® sobrios como colegialas, da la impresi¨®n de que el presentador (Alonso Caparr¨®s), los invitados (gente como Mar Flores, Paquito Fern¨¢ndez Ochoa, Bibiana Fern¨¢ndez, Enrique San Francisco o Los del R¨ªo), las bailarinas y el p¨²blico acaben de consumir la producci¨®n anual de coca¨ªna de la rep¨²blica colombiana.
Todos los que participan en este programa parecen haber sido aleccionados por el director para mostrar un entusiasmo sin l¨ªmites. Entusiasmo del que se contagian tambi¨¦n los invitados: ver al d¨²o Pimpinela endilgando, uno tras otro, sus hilarantes ¨¦xitos acerca de parejas a la gre?a daba, incluso, un poco de miedo gracias a tanta vehemencia. Aqu¨ª, hasta el p¨²blico est¨¢ tan motivado que parece haber seguido un curso acelerado de autoestima a cargo de la mism¨ªsima Louise L. Hay.
En Furor se canta, se baila, se salta y, sobre todo, se grita. Para acabarlo de arreglar, las c¨¢maras van como locas, la orquesta suena a todo volumen, aparecen sobreimpresionados los vivas y los bravos y, a la que te descuidas, acabas con un dolor de cabeza de no te menees. En resumen, parafraseando a Shakespeare, nos encontramos ante algo lleno de ruido y furia que no significa nada.
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