Cardoso consigue la victoria, pero deja algunas dudas sobre su liderazgo para salir de la crisis
La victoria de Fernando Henrique Cardoso en las elecciones brasile?as del domingo, anunciada con triunfalismo por la prensa y la televisi¨®n tras las primeras estimaciones, ha sido mucho menos amplia de lo previsto, seg¨²n demuestra el recuento oficial de los votos. Con m¨¢s del 64% escrutado, todav¨ªa no hay absoluta certeza de que Cardoso no necesitar¨¢ una segunda vuelta para ratificar su triunfo: el presidente obtiene un 51,23% de los votos, frente al 33,97% del candidato de la alianza de izquierdas Luiz Inacio, Lula, da Silva, y el 11,08% de Ciro Gomes, del Partido Popular Brasile?o (PPB).
Los otros candidatos suman un 3,72%, por lo que s¨®lo poco m¨¢s de un punto separa a Cardoso de una segunda votaci¨®n. Estos porcentajes desmienten en buena medida las encuestas difundidas durante toda la campa?a electoral, que dibujaban una victoria de presidente por goleada. Los datos de las elecciones a gobernadores de los 27 Estados no son menos preocupantes para el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB) de Cardoso, que ha perdido R¨ªo de Janeiro y podr¨ªa quedar desbancado en S?o Paulo y Minas Gerais en la segunda vuelta el pr¨®ximo 25 de octubre. Los tres principales Estados del pa¨ªs re¨²nen 45 millones de electores, que significa un 43%.La noche del domingo, el plenario de la reuni¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington estall¨® en una ovaci¨®n cuando se difundieron las primeras estimaciones de estas elecciones. Cardoso, garant¨ªa de estabilidad, arrasaba en las urnas. Todo parec¨ªa encajar para un repunte de los mercados. Sin embargo, el d¨ªa despu¨¦s, con los primeros datos oficiales, la Bolsa de S?o Paulo experimentaba una ca¨ªda del 5,2%, se?al inequ¨ªvoca de que los inversores no han recuperado la confianza sobre la capacidad de Brasil de poner en orden sus cuentas.
Significativamente, durante todo el d¨ªa de ayer Cardoso evit¨® hacer una valoraci¨®n sobre el resultado de las elecciones. Quiz¨¢ recordaba el presidente la amarga experiencia que vivi¨® en 1985, cuando aspiraba a la alcald¨ªa de S?o Paulo. Sinti¨¦ndose vencedor antes de la confirmaci¨®n de los resultados, Cardoso se fotografi¨® en el sill¨®n de la primera autoridad municipal. Finalmente, el ganador de las elecciones fue Janio Quadros, quien desinfect¨® en p¨²blico el sill¨®n al asumir el cargo.
Gran escepticismo
La primera interpretaci¨®n sobre el retroceso de Cardoso y el avance de Lula en relaci¨®n a las previsiones de las encuestas revela, en opini¨®n de un analista de S?o Paulo, la aparici¨®n en las ¨²ltimas semanas de la campa?a de un movimiento subterr¨¢neo en la sociedad brasile?a de gran escepticismo hacia el Gobierno. Este estado de opini¨®n tiene que ver, necesariamente, con la crisis econ¨®mica internacional, que, aunque no ha sido sentida directamente por los ciudadanos brasile?os, es percibida como presagio de tiempos dif¨ªciles.El mensaje electoral de Cardoso hizo hincapi¨¦ en la necesidad de un victoria amplia en la primera vuelta, como garant¨ªa de la estabilidad pol¨ªtica de Brasil para afrontar importantes reformas. Cardoso ser¨¢ el primer presidente reelegido de la historia republicana de Brasil. De eso hay pocas dudas. Pero la incertidumbre que despierta un resultado ajustado y una eventual derrota en importantes bastiones como son los tres principales Estados del pa¨ªs no es el mejor panorama para el segundo mandato del presidente brasile?o.
El plan de ajuste que debe poner en marcha en los pr¨®ximos d¨ªas para obtener el respaldo financiero de los organismos internacionales necesita la aprobaci¨®n del Congreso. Pero no ser¨¢n los nuevos parlamentarios ni los nuevos gobernadores a quienes corresponder¨¢ apoyar las propuestas de Cardoso para reducir el elevado d¨¦ficit fiscal, ya que aquellos no asumir¨¢n sus nuevos cargos hasta el 1 de febrero y el 1 de enero, respectivamente. Pol¨ªticos a punto de dejar el cargo no son, en un contexto como el actual, el mejor aliado para obtener la rev¨¢lida al programa de ajuste.
En EEUU, aunque los responsables del FMI reiteran que el paquete de ayuda para Brasil est¨¢ preparado, reina la indefinici¨®n. Apenas han trascendido hasta la fecha los detalles del cacareado paquete. La reuni¨®n del G-22 (pa¨ªses m¨¢s industrializados m¨¢s naciones emergentes) que comenz¨® ayer en Washington puede aportar cierta claridad a la situaci¨®n.
Al margen de la importante victoria de Cardoso y la tercera derrota consecutiva de Lula, los comicios tuvieron otros ganadores y otros perdedores. Entre los primeros, el Jornal do Brasil citaba ayer el Plan Real (dise?ado por Cardoso para poner fin a la inflaci¨®n), el voto electr¨®nico (el 57,6% de los electores votaron en urnas electr¨®nicas) y dos nombres propios: Antonio Carlos Magalhaes, l¨ªder del Partido del Frente Liberal (PFL), que dio una nueva muestra de poder en su feudo de Bah¨ªa, y el gobernador de Cear¨¢, Tasso Jereissati, que revalid¨® el dominio del PSDB en este Estado desde 1986. Entre los perdedores de la jornada el diario carioca mencionaba la llamada ley seca: como en cada pasada convocatoria electoral fue burlada, esta vez, las autoridades levantaron la restricci¨®n y los electores pudieron beber a placer.
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