Espa?a invoca el derecho a intervenir en Kosovo sin autorizaci¨®n expresa de la ONU

El Gobierno invoc¨® ayer el derecho de intervenci¨®n humanitaria para justificar una participaci¨®n espa?ola en el ataque a¨¦reo que la Alianza Atl¨¢ntica prepara contra las fuerzas serbias en Kosovo sin la autorizaci¨®n expresa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El ministro de Exteriores, Abel Matutes, y el ministro de Defensa, Eduardo Serra, que comparecieron en el Congreso de los Diputados, se?alaron que es "inminente" que el Gobierno anuncie si compromete fuerzas -cuatro aviones de ataque y uno de transporte- en la operaci¨®n de la OTAN en la antigua Yugoslavia.

Los ministros comparecieron a petici¨®n propia ante una Comisi¨®n Conjunta de Exteriores y Defensa para desvelar la posici¨®n oficial del Gobierno que, en l¨ªneas generales, recibi¨® el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo el de Izquierda Unida.Matutes explic¨® que el Gobierno es partidario de agotar todos los canales diplom¨¢ticos para buscar una soluci¨®n negociada al conflicto, pero subray¨® que ¨¦ste no puede asistir indiferente al sufrimiento de decenas de miles de personas, v¨ªctimas inocentes del conflicto. En este sentido, invoc¨® el derecho de injerencia o intervenci¨®n humanitaria que asimil¨® al derecho a la defensa propia, contemplado en la carta de Naciones Unidas.

El ministro espa?ol fij¨® cuatro condiciones para que el Gobierno autorice la intervenci¨®n: primero, que continue el bloqueo en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia y China a una operaci¨®n militar; segundo, que se mantenga el incumplimiento de las resoluciones de la ONU por parte de Yugoslavia; tercero, que sea inminente una cat¨¢strofe humanitaria y cuarto, que haya un consenso generalizado en el seno de la Alianza Atl¨¢ntica.

El ministro de Defensa dijo que era "inminente" el anuncio del Gobierno de si compromete o no fuerzas para misiones espec¨ªficas en la crisis de Kosovo. La respuesta a la petici¨®n de fuerzas formulada por la OTAN debe efectuarse esta misma semana.

Cuatro aviones F-18

Serra descart¨® que el Gobierno autorice, en esta primera fase, el despliegue de fuerzas terrestres y se?al¨® que las fuerzas solicitadas por la OTAN son cuatro cazabombarderos F-18 y un avi¨®n de transporte KC-130 H¨¦rcules, para abastecimiento en vuelo. Estos cinco aparatos ya han participado este a?o en maniobras a¨¦reas de la OTAN sobre Macedonia y Albania, muy cerca de la frontera con Kosovo.Tanto Matutes como Serra pusieron especial inter¨¦s en el car¨¢cter extraordinario que tendr¨ªa una acci¨®n sobre Serbia, cuyo Gobierno s¨®lo parece sensible a las medidas de disuasi¨®n militar.Serra lleg¨® a citar al estadounidense, Richard Holbrooke, quien dijo que es necesario "sacar la pistola y poner el dedo en el gatillo para que las autoridades serbias se sienten a negociar".

Los planes de contingencia de la Alianza contemplan tres fases: un ataque a¨¦reo sobre objetivos limitados; un bombardeo amplio que podr¨ªa incluir instalaciones militares en el resto de Serbia, y, s¨®lo en una tercera, un despliegue terrestre.

La oposici¨®n m¨¢s cerrada al Gobierno provino de Izquierda Unida, que acus¨® al Ejecutivo de mantener una "falsa y doble moral", ya que no se puede alegar el derecho de injerencia humanitaria en Kosovo e ignorar la situaci¨®n en Turqu¨ªa o en Argelia. El diputado Willy Meyer subray¨® que una intervenci¨®n unilateral de la OTAN ser¨ªa una "bofetada para la ONU, para su secretario general y para el Parlamento".

Por el grupo socialista, Rafael Estrella, coincidi¨® con el Gobierno en que la acci¨®n diplom¨¢tica requiere, en este caso, "una amenaza cre¨ªble del uso de la fuerza" pero ello no debe excluir, hasta agotarlos, todos los esfuerzos diplom¨¢ticos, dijo.

La intervenci¨®n m¨¢s pintoresca fue la del diputado nacionalista vasco, Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri, (PNV) que expres¨® la solidaridad de su partido con la pol¨ªtica del Gobierno respecto a Serbia, y reclam¨® la misma solidaridad del Ejecutivo frente a quienes, como Felipe Gonz¨¢lez, comparan a Xabier Arzalluz con Slobodan Milosevic, o la situaci¨®n de Euskadi con la de Kosovo. Sus palabras fueron acogidas con risas reprimidas de los diputados y la indiferencia de los dos ministros.