Una "Ciudad Vasca" mal comunicada La deficiente conexi¨®n entre las capitales, sigue siendo el gran d¨¦ficit de las infraestructuras

La transformaci¨®n de Euskal Herria (Pueblo Vasco) en la Euskal Hiria (Ciudad Vasca) por la que abogan intelectuales como Bernardo Atxaga requiere una red de infraestructuras que no termina de cuajar por falta de recursos p¨²blicos. Cuatro a?os despu¨¦s, una legislatura, el Pa¨ªs Vasco contin¨²a siendo m¨¢s una tel¨¦polis, una ciudad a distancia, como la define el fil¨®sofo Javier Echeverr¨ªa. Bilbao y San Sebasti¨¢n, a semejanza de los archipi¨¦lagos, siguen separadas por aquello que las une, en este caso la autopista. El peaje subvencionado implantado por las diputaciones de Guip¨²zcoa y Vizcaya este a?o, al que se han apuntado m¨¢s de 50.000 ciudadanos de los dos territorios, alivia pero no resuelve la demanda social. Y el eje norte-sur que se iba a vertebrar con la autopista Eibar-Vitoria sigue en gestaci¨®n. El parto costar¨¢ 100.000 millones. El otro gran proyecto, la Y ferroviaria vasca que unir¨¢ las tres capitales en apenas 40 minutos languidece por la reticencia de la Administraci¨®n central a involucrarse econ¨®micamente. El coste del proyecto ronda ya los 400.000 millones de pesetas y el Gobierno central prev¨¦ en sus presupuestos de 1999 una partida de apenas mil millones. El Gobierno vasco y las Diputaciones aprobaron en 1995 el plan Euskadi XXI (1996-1998) para revitalizar las ¨¢reas desfavorecidas y crear infraestructuras con una inversi¨®n global de 272.868 millones de pesetas. Durante los dos primeros a?os de vigencia se ha ejecutado en un 54%, aunque la previsi¨®n apunta a que el 31 de diciembre se alcance el 90%. El ex-consejero de Transportes, el socialista Jos¨¦ Antonio Maturana, asegura que la gesti¨®n durante este legislatura ha sido "muy satisfactoria" y se muestra categ¨®rico sobre la Y vasca, "un proyecto que est¨¢ ya lanzado porque s¨®lo est¨¢ pendiente de la declaraci¨®n de impacto ambiental para que comience su ejecuci¨®n por tramos"; el primero, entre Bilbao y Vitoria. El optimismo de Maturana contrasta con la realidad de las cifras, que suman 1.698 millones invertidos hasta el momento, y de la oposici¨®n que el proyecto suscita entre los grupos ecologistas y conservacionistas, que lo cuestionan de forma radical por el descomunal impacto ambiental que conllevar¨¢ para la abrupta y urbanizada orograf¨ªa vasca. Donde s¨ª se han producido transformaciones evidentes es en las redes de cercan¨ªas y en el transporte metropolitano. El metro de Bilbao hasta Getxo, que se inaugur¨® en 11 de diciembre de 1995 ha supuesto una revoluci¨®n en el transporte del ¨¢rea metropolitana, proceso que se acentuar¨¢ cuando se abra la L¨ªnea II entre San Ignacio y Urbinaga (Sestao), con obras ya adjudicadas por m¨¢s del 10.500 millones de pesetas. Este tramo permitir¨¢ integrar el metro con la red de comunicaciones de la Margen Izquierda, embarcada en un proceso de regeneraci¨®n despu¨¦s del vertiginoso declive industrial de los a?os 80. La intermodalidad entre el metro, por el centro, Renfe, Feve, por el sur, y el proyecto del metro ligero por el norte configurar¨¢n en Bilbao una trama ferroviaria "mod¨¦lica" seg¨²n Maturana. Vitoria rechaz¨® el proyecto del metro ligero y San Sebasti¨¢n se lo est¨¢ pensando, aunque en la capital guipuzcoana se va a ejecutar una Variante Sur que, unida a las mejoras introducidas en el Topo, que cubre el trayecto hasta Hendaya y que ha experimentado un incremento anual del 20% en el n¨²mero de viajeros, abarcar¨¢ las comunicaciones con todo el litoral. Reinos de taifas viarios Si la vertebraci¨®n de las comunicaciones ferroviarias en las capitales avanza sin pausa, no sucede lo mismo con las carreteras. Durante esta legislatura se han finalizado obras tan importantes como la conversi¨®n en autov¨ªa de la N-1 entre Salvatierra y el l¨ªmite con Navarra, as¨ª como la primera parte del enlace de las autopistas A-8 y A-68; ambos trtamos forman parte de los ejes principales de carreteras en itinerarios internacionales. Pero hay otras v¨ªas cuya viabilidad depende de la participaci¨®n del sector privado. La Eibar-Vitoria, que deb¨ªa haberse construido en el per¨ªodo 1993-1998, seg¨²n el primer Plan General de Carreteras del Pa¨ªs Vasco, y el t¨²nel de Artxanda descansan en buena medida en la participaci¨®n de la iniciativa privada, es decir, en el establecimiento de peajes. Mientras, el desdoblamiento de Etxegarate -el ¨²nico punto de la N-1 no desdoblado junto a la Legua del Rey, trevi?esa- se relega al pr¨®ximo a?o, y el eje transversal Beasain-Durango pagar¨¢ el pato de ser una prioridad secundaria. Su ejecuci¨®n se pospone al a?o 2009. El Corredor del Txorierri (Derio-Larrabetzu-Erletxes) tambi¨¦n presenta problemas de financiaci¨®n. Su objetivo es materializar la autopista del Cant¨¢brico a su paso por el Bilbao metropolitano dejando la actual carretera, -ya muy limitada en su capacidad- como autopista urbana de distribuci¨®n de tr¨¢ficos, as¨ª como resolver los accesos al aeropuerto de Sondika y, de paso, desahogar la circulaci¨®n por el t¨²nel de Malmas¨ªn. "No hay recursos para todo", alegan desde las instituciones. No obstante, fuentes de la Administraci¨®n vasca advierten que mientras no exista una Agencia Vasca de Infraestructuras resulta poco menos que imposible acompasar las prioridades de gasto de cada territorio. "Cada Diputaci¨®n tiene sus urgencias y el Gobierno s¨®lo puede hacer la planificaci¨®n, porque la competencia es foral. Al final cada territorio hace lo que le da la gana". Del Abra a Pasajes La renovaci¨®n del puerto de Bilbao no plantea tantas disputas y la primera fase de la ampliaci¨®n del Abra ya ha costado 38.000 millones de pesetas, aunque a¨²n resta por materializar una cifra muy superior. El dique de Zierbana y el contradique de Santurtzi son ya una realidad, y a fin de a?o comenzar¨¢ a serlo la nueva estaci¨®n de mercanc¨ªas del puerto, desde el que operan 200 l¨ªneas mar¨ªtimas. La obra que no termina de arrancar es el t¨²nel de Serantes, que facilitar¨¢ un acceso a la futura terminal de mercanc¨ªas. En todo caso, la situaci¨®n del puerto de Bilbao, que quiere ganar un mill¨®n y medio de metros cuadrados al mar, es sustancialmente mejor que la del de Pasajes, acogotado en un entorno urbano extraordinariamente degradado y donde apenas se ha hecho nada. Todos los partidos miran ahora hacia la bah¨ªa, pero hace cuatro a?os tambi¨¦n hubo promesas y se quedaron en agua de borrajas.