Espa?a se viste el 'maillot' oro y plata

Al final, aparentemente, no fue para tanto. Peschel y Gontchar se hundieron en su propia potencia. Se asfixiaron subiendo el ¨²ltimo repecho. Armstrong, tristemente, pag¨® su valent¨ªa. Se qued¨® sin fuelle. Y los otros de quien se hablaba, Ekimov, Boardman, Velo, ¨¦sos no existieron. Parecer¨ªa que a Abraham Olano y a Melcior Mauri -finalmente, previsiblemente, oro y plata en el Mundial contrarreloj-, s¨®lo les hizo falta tirar de clase, experiencia y buena forma para lograr su objetivo. Olano, de 28 a?os, primer ciclista que ha ganado el Mundial de fondo y el de contrarreloj, corri¨® cojo, fue burro y cabezota y lo arriesg¨® todo por la victoria. Mauri, que a los 32 a?os logra por fin el reconocimiento contra el cron¨®metro, debi¨® superar todos sus l¨ªmites para estar ah¨ª. No es un relevo generacional, es el premio a un hombre que llevaba a?os mereci¨¦ndolo. Suena a ¨¦xito esperado, porque as¨ª se hab¨ªa anunciado; suena a ¨¦xito exigible, porque parece que no hab¨ªa rivales; suena a costumbre; y costumbre es, pero el m¨¦rito les pertenece, a los dos corredores.El m¨¦rito es suyo, de Abraham Olano. La cabeza a p¨¢jaros la habr¨ªa tenido cualquier otro. Toda la semana, todo el mundo toc¨¢ndole las narices con que si cambiaba de equipo o segu¨ªa en el Banesto. Y adem¨¢s, la lesi¨®n. Una molestia muscular que le hizo terminar cojo. Tambi¨¦n llovi¨®. Toda la noche y parte de la ma?ana. Las curvas, espejos; los charcos no se secaron. Tampoco hizo viento, el elemento que le habr¨ªa permitido marcar antes las diferencias. Una conjura. "Ten¨ªa miedo. Tal era as¨ª", cuenta el campe¨®n, "que en la primera parte me limit¨¦ a ir calcando las referencias que me pasaban de los rivales. Fui ligero para no sobrecargar la zona . Pero a mitad del recorrido pens¨¦ que as¨ª no llegar¨ªa a meta. Era el dolor. Pero me mentalic¨¦. Me dije que era el ¨²ltimo esfuerzo de la temporada. Que no importaba que me lesionara. Renunci¨¦ a la carrera del domingo. Fue una motivaci¨®n extraordinaria. Decid¨ª jug¨¢rmela. Romp¨ª los planes. Eusebio, en el coche, debi¨® de quedarse de piedra". As¨ª fue, Olano eligi¨® la v¨ªa menos econ¨®mica, la que le dictaba su director, Unzue, desde el coche, para volar hacia el oro. Y hacia el tercer gran doblete espa?ol contrarreloj, tras los del Mundial de Duitama (Colombia) en 1995 y Atlanta (Juegos Ol¨ªmpicos) en 1996. El cuarto, si se cuenta la carrera en l¨ªnea de 1995, con Olano en el oro y Miguel Indur¨¢in en la plata.

Las primeras referencias, las del kil¨®metro 8,4, ya le pon¨ªan a Olano por delante de casi todos. S¨®lo el explosivo Peschel, el hombre sin fr¨ªo en los ojos, lo hab¨ªa hecho mejor que ¨¦l. Pero s¨®lo dos segundos. Alentador, yendo a medias. No le val¨ªa al campe¨®n, al mejor de la especialidad a igualdad de condiciones. Habr¨ªa sido intenso su duelo con Ullrich y Z¨¹lle. Habr¨ªa sido igualado. Y tambi¨¦n los habr¨ªa superado.

"Es que Abraham es un burro", dice Eusebio Unzue. A las 12.30, un aire fr¨ªo recorri¨® el hotel de la selecci¨®n. Olano acababa de decir que ¨¦l no sal¨ªa en esas condiciones. "Le convencieron la psicolog¨ªa de Hoyos , los mimos de Iza y el entrar en ambiente calentando", sigue contando Unzue. Pero m¨¢s crudo lo vio reci¨¦n comenzada la carrera. "Jodido, jodido lo vi. Por acto reflejo, para no sobrecargar la pierna izquierda, carg¨® la derecha. Y ah¨ª le vi a los seis o siete kil¨®metros, haciendo estiramientos, con contracturas. Sal¨ª con la duda de si se caer¨ªa en alguna curva y ah¨ª estaba, dudando sobre si terminar¨ªa o no. Pero lleg¨® la primera referencia, y vio que pese a todo estaba ah¨ª. En la segunda, ya estaba primero. Y ya se dijo: "la pierna no es m¨ªa". Adelante".

Olano dijo despu¨¦s que en la segunda parte del recorrido decidi¨® marcar las diferencias y que en la tercera se limit¨® a mantenerlas. Se queda corto. Tens¨® la cuerda y poco a poco se fueron soltando todos. Cuando le dieron la tercera referencia, a s¨®lo siete kil¨®metros de meta, fue consciente de que hab¨ªa ganado. La cabezoner¨ªa a veces rinde. Olano se ha convertido en un hombre seguro: es favorito y gana. Sabe ganar. Una confirmaci¨®n.

Clasificaci¨®n. 1? Olano, 54.32 minutos. 2? Mauri, a 37 segundos. 3? Gontchar (Ucrania), a 47 s. 4? Armstrong (EE UU), a 56 s. 5? Peschel (Alemania), a 1.07. 6? Zberg (Suiza), a 1.11. 7? Vaughters (EE UU), a 1.13. 8? Sandstod (Dinam.), a 1.34. 9? Ekimov (Rusia), a 1.47. 10? Dekker (Holanda), a 1.49