El cierre de la poderosa firma financiera GITIC se?ala el final de una ¨¦poca en el incipiente capitalismo chino
Una gesti¨®n mitad pol¨ªtica y mitad especulativa, el estallido de la crisis financiera y la suspensi¨®n de pagos. China se ve afectada a su vez por los mismos males que los pa¨ªses vecinos. Mientras que la poderosa GITIC, ese gran nombre del capitalismo del sur de China, ya no consegu¨ªa cumplir sus compromisos, el Banco Central decidi¨® poner fin a su existencia y suspendi¨® por tres meses el pago de su deuda. Los bancos de la regi¨®n enloquecieron, en especial en Hong Kong, donde, seg¨²n se dice, m¨¢s de 50 bancos tienen compromisos por una deuda total superior a 30.000 millones de renminbi, es decir unos 550.000 millones de pesetas. Porque, si bien Pek¨ªn se comprometi¨® a pagar los t¨ªtulos negociables cuya emisi¨®n fue autorizada por la administraci¨®n cambiaria, se neg¨® a pronunciarse sobre la deuda exterior, suscrita fuera de los circuitos administrativos con ese fin.El asunto s¨®lo ser¨ªa un nuevo episodio del largo culebr¨®n de la crisis asi¨¢tica si no golpease al coraz¨®n mismo del funcionamiento de China, tal y como la concibi¨® Deng Xiaoping. Porque GITIC es una de las primeras y de las m¨¢s prestigiosas ITICS, esas International Trust & Investment Corporation (Compa?¨ªas Internacionales de Obligaciones e Inversiones), sociedades de inversi¨®n creadas por las provincias chinas para percibir fondos de los bancos y de los inversores extranjeros y financiar infraestructuras o industrias prioritarias. Encarnan, al mismo tiempo, el movimiento de apertura y de descentralizaci¨®n de la econom¨ªa lanzado hace 20 a?os por el patriarca, pero tambi¨¦n la emancipaci¨®n de las provincias respecto al poder central.
Creada en 1980, GITIC, sociedad an¨®nima de Guandong con sede en Cant¨®n, se convirti¨® con el transcurso de los a?os en un verdadero pulpo rodeado por el mayor de los misterios. Para los bancos, GITIC era entonces una de las mejores firmas de China, con el aval de su accionario, la provincia de Cant¨®n. El Gobierno provincial aportaba los innumerables permisos de construcci¨®n, licencias y dem¨¢s favores necesarios para su desarrollo.
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