Martin Walser recibe el Premio de la Paz
El escritor lamenta en su discurso el acoso moral que a¨²n sufren los alemanes a causa del nazismo
La entrega, ayer, al escritor alem¨¢n Martin Walser del Premio de la Paz y la tradicional fiesta de Anaya, el s¨¢bado, marcaron el fin de la Feria del Libro de Francfort. Los editores, en general, se van contentos. Unos porque han vendido, y otros porque han comprado. La entrega del Premio Libertad para Publicar, la presencia de Salman Rushdie y el hecho de que Jos¨¦ Saramago estuviera en Francfort cuando se anunci¨® la concesi¨®n del Nobel de Literatura han dado a la 50? edici¨®n de la Bughmesse una marcha especial. "Francfort es el lugar en donde pueden darse cita los acontecimientos m¨¢s importantes en relaci¨®n con el mundo de la literatura y de la publicaci¨®n, eventos importantes para la opini¨®n p¨²blica", dijo el director de la feria, Peter Waidhaas.
La Asociaci¨®n de Editores y Libreros alemanes concedi¨® a Martin Walser (Wasserburg, 1927) el Premio de la Paz (distinci¨®n que tambi¨¦n poseen Jorge Sempr¨²n, Mario Vargas Llosa y Yasar Kemal, entre otros) porque su obra "ha acompa?ado la realidad alemana de la segunda mitad del siglo, describi¨¦ndola, coment¨¢ndola y tomando parte en ella. La narrativa y el ensayo de Walser han explicado a los alemanes su propio pa¨ªs y a Alemania al mundo, acerc¨¢ndolos". El discurso de agradecimiento del escritor caus¨® impacto entre los asistentes a la ceremonia. Hac¨ªa tiempo que no se escuchaban en la Paulskirche (Iglesia de San Pablo) palabras tan claras, directas y a menudo duras: "Cierro mi mente hacia las cosas malas que soy incapaz de rectificar. He tenido que aprender a mirar hacia otro lado". "A veces, cuando soy incapaz de mirar en cualquier direcci¨®n sin ser asaltado por una acusaci¨®n, tengo que persuadirme a m¨ª mismo de mi propia exculpaci¨®n [...]. Ninguna persona seria niega Auschwitz, pero si soy confrontado cada d¨ªa en los medios con este pasado, me doy cuenta de que algo en m¨ª se rebela contra la constante presentaci¨®n de nuestra verg¨¹enza. En lugar de sentirme agradecido por el incesante recuerdo de nuestra verg¨¹enza, empiezo a mirar a otra parte. Me gustar¨ªa comprender por qu¨¦ en esta d¨¦cada el pasado se nos presenta cada vez m¨¢s y m¨¢s a menudo".Walser a?adi¨®: "Auschwitz no puede ser utilizado como una amenaza constante, como una intimidaci¨®n, que puede ser utilizada en cualquier momento, como una condena moral, o simplemente como un ejercicio compulsivo. ?Por qu¨¦ se despiertan tantas sospechas cuando uno dice que los alemanes son ahora una gente normal, una sociedad corriente?".
Historia y utop¨ªa
Gerhard Kurtze, presidente de la Asociaci¨®n de Editores y Libreros alemanes, que otorga el premio, dotado con algo m¨¢s de dos millones de pesetas, dijo que hace 50 a?os quisieron superar el horror de la "era nazi y de la Segunda Guerra Mundial con la creaci¨®n de un premio para la paz". "Cuando nosotros, los alemanes, intentamos hacer las paces con nuestra historia, unas paces cr¨ªticas y esc¨¦pticas, tenemos un lugar, por encima de todos, donde se puede reconciliar historia y utop¨ªa, y es la Paulskirche. Aqu¨ª se celebr¨® en 1848 la primera reuni¨®n del Parlamento alem¨¢n, aqu¨ª se guarda la memoria del primer paso hacia la democracia".Por otro lado, las pujas llevaron de cabeza a los editores hasta el ¨²ltimo momento. Muchos opinan que se trata de una estrategia de los agentes literarios que han querido guardar sus mejores bazas para Francfort, con el objeto de incrementar la competencia y mejorar sus precios. "No han querido vender antes para aprovecharse de la histeria de los editores", explic¨® Jorge Herralde, de Anagrama. ?l estaba tranquilo porque viaj¨® a Francfort con opciones en firme y compras cerradas: la autobiograf¨ªa de Marguerite Duras, La dominaci¨®n masculina, de Pierre Bourdieu, y Part¨ªculas elementales, de Michel Honellebecq, que public¨® Flammarion en septiembre y de la que se han vendido 150.000 ejemplares. "Me la qued¨¦ justo antes de la feria, tras un rudo forcejeo. Es una novela muy ambiciosa y pol¨¦mica, porque con mucho humor negro da un repaso a las ideolog¨ªas a partir de Mayo del 68". Herralde se las promet¨ªa muy felices, pero en el ¨²ltimo minuto tambi¨¦n tuvo que hacer carreras por un libro sorpresa: Bar?a: la pasi¨®n de un pueblo, de Jim Burns, hermano del historiador Tom Burns. Pens¨® en un principio ofrecer dos millones de pesetas, pero la subasta hizo que acabara pagando seis.
Aunque molestos con las subastas de ¨²ltima hora, los editores espa?oles abandonan Francfort satisfechos con los resultados. Saltiel Alatriste, director de Alfaguara M¨¦xico, explic¨® que se iban destrozados de cansancio, aunque muy contentos. La concesi¨®n del Nobel a Saramago les ha hecho ir de cabeza, e incluso han perdido numerosas citas.
"El Nobel y el debate de Arturo P¨¦rez-Reverte y Ken Follett han consolidado nuestra imagen internacional, de editorial que publica literatura muy seria y diferente a la vez", se?al¨® Alatriste, que a?adi¨® que las dos novelas que ganaron el primer premio Alfaguara, Margarita, est¨¢ linda la mar, de Sergio Ram¨ªrez, y Caracol beach, de Eliseo Alberto han sido vendidas a EE UU, Alemania y Grecia, entre otros pa¨ªses.
La editorial publicar¨¢ pr¨®ximamente dos textos de Saramago, Sobre la raz¨®n y la libertad en el mundo y Cuatro poetas portugueses, en un libro en el que se incluir¨¢n art¨ªculos de Hugh Thomas y de Sergio Ram¨ªrez, entre otros autores que participaron en 1997 en la c¨¢tedra Julio Cort¨¢zar en Guadalajara (M¨¦xico). En esta feria ha bajado la fiebre por los libros new age y ha aumentado el inter¨¦s por las novelas hist¨®ricas. Daniel Fern¨¢ndez, de Edhasa, se lleva dos de peso: Troya, de Gisbert Haefs, el autor de An¨ªbal, uno de los libros m¨¢s vendidos de la editorial, y Saladino, de Tariq Al¨ª. Y Mondadori se ha hecho con la trilog¨ªa Alejandro Magno (400 p¨¢ginas cada volumen) de Valerio Manfredi. La fiesta de Anaya registr¨® un lleno total. Acudieron editores espa?oles y extranjeros para interesarse por la situaci¨®n de sus colegas recientemente "vendidos". Fue una especie de presentaci¨®n en sociedad de los hombres Havas en Anaya, a la cabeza de ellos, Bertrand Eveno. ?Habr¨¢ fiesta Anaya en 1999? "?Por qu¨¦ no? Es una de las tradiciones de Francfort".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Acoso laboral
- Martin Walser
- Acoso moral
- Declaraciones prensa
- Gente
- Acoso escolar
- Ferias libro
- Violencia escolar
- Editoriales
- Sector editorial
- Integridad personal
- Premios
- Convivencia escolar
- Industria cultural
- Comunidad educativa
- Libros
- Ferias
- Condiciones trabajo
- Establecimientos comerciales
- Delitos
- Eventos
- Sucesos
- Comercio
- Literatura
- Cultura