Interior mantiene las escoltas a los concejales del PP ante la sospecha de que ETA les vigila

La consigna es no bajar la guardia mientras ETA siga conservando sus pistolas. As¨ª que, aunque sensiblemente m¨¢s tranquilos, los concejales y dem¨¢s cargos electos del Partido Popular en el Pa¨ªs Vasco siguen observando las mismas medidas de escolta y de autoprotecci¨®n -mirar los bajos del coche o cambiar frecuentemente de itinerario- que antes del alto el fuego. El Ministerio del Interior sospecha adem¨¢s que los comandos de informaci¨®n de ETA -por lo general miembros no fichados de la banda terrorista- siguen recopilando datos sobre posibles objetivos por si la tregua se rompiera.

Hace algunos d¨ªas, con la tregua ya declarada, los escoltas de un cargo del PP en Guip¨²zcoa notaron que alguien les estaba siguiendo. Aunque no se produjo ninguna detenci¨®n, ni tampoco la confirmaci¨®n de una posible presencia terrorista, Ricardo Hueso, el presidente provincial del PP y cabeza de cartel de su demarcaci¨®n, decidi¨® recordar a sus cargos electos que deben seguir muy atentos a su propia seguridad. "Est¨¢ claro", explic¨® ayer a este peri¨®dico, "que todos estamos m¨¢s tranquilos, que la tregua ha supuesto un alivio personal para todos, pero nos seguimos sin fiar de los terroristas y de los que simpatizan con ellos".De la misma forma, Ram¨®n Rabanera, presidente del PP en ?lava, reconoci¨® ayer que al principio de la campa?a dio personalmente instrucciones a todos sus cargos para que "no se relajen ni se les ocurra bajar la guardia". "Tenemos datos", a?adi¨® Ricardo Hueso, "de que siguen controlando nuestros movimientos, y si no, ?c¨®mo se explica lo de Azpeitia?". En dicha localidad guipuzcoana un grupo de radicales agredi¨® a varios concejales y simpatizantes del PP que acud¨ªan a un acto pol¨ªtico. Hueso, como el resto de los dirigentes del PP vasco, est¨¢ preocupado por los continuos boicoteos a actos p¨²blicos por parte de grupos radicales. Esta situaci¨®n afecta incluso a los aspectos m¨¢s operativos de la campa?a. Dice que cada vez que adelantan la convocatoria de un acto se exponen a recibir la desagradable visita de los intolerantes. As¨ª sucedi¨® incluso en la desapacible noche de la pegada de carteles en Santurtzi.

El PP tiene 212 cargos electos en Euskadi, de los cuales 166 son ediles. Todos disponen de protecci¨®n, bien directa -escoltas de la polic¨ªa y guardaespaldas privados- o en labores de contravigilancia -agentes de paisano que controlan los domicilios, itinerarios o lugares m¨¢s frecuentados por el posible objetivo terrorista-. Adem¨¢s, de forma peri¨®dica, los mandos de la Ertzaintza se re¨²nen con el jefe de seguridad y alg¨²n dirigente del PP para analizar el sistema y sus posibles fallos.

La confirmaci¨®n de que el Gobierno sigue muy preocupado por la seguridad de sus cargos electos -siete concejales del PP han sido asesinados por ETA desde hace tres a?os- pudo verse con total nitidez durante el acto electoral celebrado ayer en la localidad de Amurrio (?lava), junto a la ermita de San Roque, en pleno valle de Ayala. A los numerosos escoltas que habitualmente acompa?an a Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior, se unieron los que protegen a Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, y al resto de cargos p¨²blicos que asistieron al acto. Un helic¨®ptero sobrevol¨® el paraje constantemente y numerosos agentes del GRS (Grupo Rural de Seguridad) de la Guardia Civil formaron un cord¨®n alrededor de la ermita.

Borja Semper, concejal popular de Ir¨²n, confirm¨® que ni ¨¦l ni ninguno de sus compa?eros ha prescindido de las medidas de seguridad. "No te consigues acostumbrar", relat¨® de una manera muy gr¨¢fica, "a dejar de mirar a todos lados cuando sales de casa, a desconfiar si alguien te sigue los pasos, aunque indudablemente todos estamos disfrutando mucho de esta calma". Otros ediles advierten que ni se f¨ªan de ETA ahora "ni mucho menos despu¨¦s del 25 de octubre".

En cualquier caso, aun manteniendo las medidas de seguridad, tras el alto el fuego han vuelto todos los cargos electos del PP que abandonaron Euskadi porque la presi¨®n de ETA y su entorno se les hac¨ªa insoportable.