China y Rusia vencen en una Olimpiada con un millar de jugadores

Los kalmikios est¨¢n orgullosos de que su peque?a Rep¨²blica empiece a ser conocida en los 157 pa¨ªses afiliados a la Federaci¨®n Internacional (FIDE), cuyo dirigente, el multimillonario Kirs¨¢n Iliumyinov, tambi¨¦n es el presidente de Kalmikia. Ese orgullo se refleja en la organizaci¨®n de la Olimpiada, con m¨¢s de 1.000 participantes. El oro fue para Rusia en hombres y para China en mujeres. Espa?a (29¡ã y 38¡ã) fracas¨®.

Los nativos (50% kalmikios, 48% de origen eslavo, 2% de diversas minor¨ªas) se desvivieron por atender a los extranjeros pero era normal que nadie reaccionase ante un tel¨¦fono que sonaba en la sala de prensa o que un periodista a punto del ataque de nervios en la hora l¨ªmite porque las comunicaciones no funcionaban recibiera la seguiente respuesta: "No se preocupe, enviaremos su cr¨®nica ma?ana temprano"; en la extinta URSS se dec¨ªa que el Pravda de hoy se cerraba con tres d¨ªas de antelaci¨®n. Las condiciones en la Villa Ol¨ªmpica o en pisos cercanos fueron casi de lujo si se comparan con los est¨¢ndares rusos.?Por qu¨¦ la Olimpiada se celebr¨® en esta ex¨®tica rep¨²blica de 300.000 habitantes, la mayor¨ªa de ojos rasgados y religi¨®n budista? Porque su carism¨¢tico presidente, de 35 a?os, decidi¨® que el ajedrez era un medio eficaz y barato de promover su rep¨²blica y su propia carrera -anuncia que se presentar¨¢ a la sucesi¨®n de Bor¨ªs Yeltsin- y apost¨® muy fuerte. Aunque resulta imposible contrastar las cifras, parece que la inversi¨®n total, incluida la construcci¨®n de la Villa Ol¨ªmpica, supera los 20.000 millones de pesetas, que Iliumyinov espera amortizar en pocos a?os vendiendo todos los apartamentos. Kalmikia es una zona libre de impuestos, y muy apropiada para las triqui?uelas en un pa¨ªs donde casi nadie cumple con el fisco.

Pero un hecho tr¨¢gico emborron¨® los sue?os de Iliumyinov: Larissa Yudina, la directora del ¨²nico peri¨®dico cr¨ªtico con su Gobierno, apareci¨® asesinada hace unos meses en un lago cercano a la Villa Ol¨ªmpica. Varias asociaciones pol¨ªticas rusas de nombre rimbombante se apresuraron a dar casi por seguro, a trav¨¦s de Internet, que Iliumy¨ªnov es un criminal y a pedir el boicoteo a la Olimpiada, aunque nadie haya aportado ninguna prueba hasta ahora. Tambi¨¦n afirmaban que los ciudadanos kalmikios hab¨ªan sido obligados a aportar dinero para la organizaci¨®n de la Olimpiada. Esto ¨²ltimo es falso; adem¨¢s, casi todos los empleados eran voluntarios, y a mucha honra. No es f¨¢cil encontrar a alguien en Elist¨¢, ni siquiera con la garantia del anonimato, cuya opini¨®n difiera de estas dos: Yudina fue asesinada por un enemigo de Iliumy¨ªnov o por alguien a su servicio, pero contra su voluntad, que le hizo un flaco favor.