Un entorno de lujo para dialogar sin interferencias

Lujosa residencia de estilo georgiano, rodeada de bosques y dotada de piscina, canchas de tenis y billares. No se trata de un anuncio inmobiliario, sino del lugar en el que durante los pr¨®ximos d¨ªas israel¨ªes y palestinos intentar¨¢n recomponer sus maltrechos acuerdos de paz. Si Arafat y Netanyahu fracasan, nadie podr¨¢ culpar al entorno.El objetivo de los anfitriones es que su estancia en Wye Plantation les d¨¦ m¨²ltiples oportunidades para encontrarse no s¨®lo en las reuniones programadas, sino tambi¨¦n en los momentos de solaz. Tal vez una partida de billar o un paseo por la arboleda cercana puedan propiciar un clima de confianza que facilite el di¨¢logo posterior. En todo caso, no habr¨¢ prisas. "No se ha fijado una agenda de antemano y no habr¨¢ un horario que limite el tiempo para cada discusi¨®n", explic¨® Uri Elitsur, jefe del Gabinete de Netanyahu, tras visitar la sede de la cumbre. Los periodistas se mantienen alejados (en una sala de prensa a cinco minutos en coche) para garantizar la discreci¨®n m¨¢s absoluta.

Elitsur admiti¨® que el primer ministro israel¨ª podr¨ªa aprovechar para hacer algo de ejercicio, aunque los organizadores han dicho que los palestinos han transformado el gimnasio en ¨¢rea de oficinas por falta de espacio en el edificio que les ha sido adjudicado. A Netanyahu siempre le quedar¨¢ la posibilidad de dar un paseo, nadar o jugar un partido de tenis con su esposa, Sara, quien le ha acompa?ado a Wye Plantation a pesar de las recomendaciones norteamericanas. "Soy el primer ministro de Israel y no acepto ¨®rdenes ni en el terreno pol¨ªtico ni en el personal", explic¨® Netanyahu a la televisi¨®n de su pa¨ªs.

Estados Unidos ha programado adem¨¢s actividades "sociales" para las 25 horas que dura el sabat jud¨ªo, con el fin de que, a partir de la puesta del sol del viernes, los israel¨ªes puedan reunirse con los palestinos sin violar el preceptivo descanso. Todo est¨¢ previsto. Incluidas las restricciones alimentarias que imponen las respectivas religiones. En el men¨² no habr¨¢ cerdo (prohibido por el islam) ni mariscos (prohibidos por el juda¨ªsmo).