Centro de adultos

Conozco el centro de adultos Joaqu¨ªn Sorolla por haber trabajado en ¨¦l durante dos a?os, y despu¨¦s de leer EL PA?S del 7 de octubre no he podido evitar sentirme indignada, no s¨®lo por la actitud negativa de un grupo de padres y madres mal informados, ni por la falta de responsabilidad del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura que no ofrece explicaci¨®n alguna de sus decisiones, sino, y sobre todo, por una noticia redactada de tal forma que su lectura conduce a conclusiones totalmente contrarias a la realidad. El Joaqu¨ªn Sorolla no es un nuevo centro de adultos, sino que hace muchos a?os en sus aulas y, gracias a la calidad humana y profesional de las profesoras y profesores que en ¨¦l imparten clases, se han formado e informado centenares de adultos que en su d¨ªa no tuvieron oportunidad de terminar sus estudios por diversos motivos y se acogen a esta "segunda oportunidad" porque necesitan una titulaci¨®n para encontrar trabajo o porque quieren continuar con su formaci¨®n.

En anteriores cursos, el centro Joaqu¨ªn Sorolla ha estado ubicado en un ala del edificio correspondiente al colegio p¨²blico Rufino Blanco, que hac¨ªa a?os que no se utilizaba por haber descendido la poblaci¨®n infantil en esa zona. En los ¨²ltimos dos cursos, sin embargo, ha crecido la demanda infantil y el centro de adultos ha ido cediendo aulas al colegio, e incluso comparti¨¦ndolas, en distintos horarios, sin que haya ocurrido en ning¨²n momento problema alguno por parte de los adultos supuestamente "avasalladores". En el presente curso, el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura ha cre¨ªdo m¨¢s conveniente dejar todo el edificio al colegio Rufino Blanco y trasladar el centro de adultos a otros espacios no utilizados, correspondientes al colegio p¨²blico Pi i Margall.

Los psicopedagogos pertenecientes al equipo de orientaci¨®n que atiende a los ni?os con necesidades educativas especiales (no s¨®lo de ese colegio, sino de otros colegios de la zona) van a seguir haciendo su trabajo como hasta ahora, aunque hayan cambiado su ubicaci¨®n de referencia a otro centro. Los ni?os no han sido desplazados, ya que las aulas ocupadas por los adultos estaban previamente vac¨ªas, insisto, por falta de matr¨ªcula infantil. En esas aulas, los padres y madres de algunos de los ni?os que acuden al colegio Pi i Margall han recibido clases de castellanizaci¨®n y de cultura b¨¢sica durante los dos ¨²ltimos cursos, lo que seguramente ha repercutido en una mejor integraci¨®n de estas familias en la comunidad. Y, por ¨²ltimo, aunque habr¨ªa muchas cosas que matizar, no entiendo por qu¨¦ al vicepresidente de la AMPA le preocupa tanto la "convivencia de ni?os y adultos" o "mezclar ni?os con mayores" (enti¨¦ndase que no se trata en ning¨²n caso de que est¨¦n en las mismas aulas al mismo tiempo, como puede parecer), ya que no puedo concebir una sociedad en la que los ni?os y los adultos no convivan y se mezclen. ?Alguien s¨ª?

Ser¨ªa muy positivo que alg¨²n responsable del ministerio explicara claramente la situaci¨®n a esos padres y madres tan preocupados.-