Pap¨¢ se ha ido de casa
No deja de ser curioso que las dos pel¨ªculas presentadas a competici¨®n en el d¨ªa de ayer incidieran sobre el mismo tema: la ausencia del padre. Dos cintas bien diferentes que, sin embargo, compart¨ªan un mismo n¨²cleo tem¨¢tico para trasladar dos concepciones del mundo absolutamente opuestas. La siria El desplazamiento, de Raymon Butros, ubica su acci¨®n en los agitados a?os cincuenta para contarnos la ins¨ªpida aventura de un tallador de piedras que abandona a su familia. Desconozco si el cine sirio posee una amplia filmograf¨ªa ambientada en los periodos m¨¢s convulsos de su historia reciente, tal y como ocurre con el cine espa?ol y la guerra civil. El caso es que este filme nos sit¨²a 50 a?os atr¨¢s de manera injustificada para desgranar unos argumentos que bien podr¨ªan servir para el presente. Cuando Butros profundiza en las relaciones sociales del drama (con temas como el papel de la mujer o la violencia familiar) la pel¨ªcula se sostiene firme. Sin embargo, al hacer su aparici¨®n la pol¨ªtica, se convierte en una aburrida descripci¨®n de cambios gubernamentales sin el m¨¢s m¨ªnimo atisbo de cr¨ªtica hacia los poderes establecidos. Ni m¨¢s ni menos que muchas pel¨ªculas del franquismo, exentas de una lectura sesgada de la realidad y basadas tan s¨®lo en la an¨¦cdota dentro de la sociedad de la ¨¦poca. Tambien el padre huye de casa en La noche del destino, del argelino Abdelkrim Bahloul, un fallido intento de cine polic¨ªaco-religioso que nos ense?a los barrios magreb¨ªes de Par¨ªs. A partir de un asesinato, el ¨²nico testigo de ¨¦ste abandona la familia, se larga a Argelia por las buenas y nos priva a nosotros del personaje m¨¢s atractivo de la historia. Nos deja en manos de un polic¨ªa sabelotodo, un t¨¦cnico de sonido listillo y unos asesinos chapuceros. Unos pat¨¦ticos personajes para resolver una trama digna de los peores telefilmes. El resultado es un filme que, de tanto querer aproximarse a la tradici¨®n del mejor cine fr¨¢nces de serie negra, resulta rid¨ªculo. Si a lo dicho a?adimos una excesiva dosis de doctrina religiosa y una desdibujada historia de amor interracial, nos encontramos con este extra?o h¨ªbrido que nos hace dudar de la capacidad de determinadas cinematograf¨ªas para importar un cine de g¨¦nero digno. Eso s¨ª, las continuas citas al Islam y a los libros sagrados permiten al espectador salir de la proyecci¨®n con un vasto conocimiento de la religi¨®n mahometana.
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