"A los pinos"

El pasado s¨¢bado 10 de octubre, a las 17.20 visitaba con mi familia el castillo de la Mota. Me acerqu¨¦ a un celador, en el patio del recinto, y en presencia de una se?ora, probablemente limpiadora o similar, le pregunt¨¦ d¨®nde podr¨ªa encontrar un WC para mi hija de tres a?os que me acompa?aba. "No hay", fue su respuesta.

"?Y qu¨¦ hacen en situaciones como ¨¦sta?", pregunt¨¦ yo.

"A los pinos", contest¨® (a unos 200 metros del lugar donde nos encontr¨¢bamos y en condiciones medievales, eso s¨ª).

Me extra?a que quien proyectara la remodelaci¨®n del castillo de la Mota, que imagino presupuestada en cientos de millones, no pensara en instalar aunque s¨®lo fuera un servicio para urgencias como las de los ni?os peque?os, que habitualmente te piden sus necesidades "para ya", las de los ancianos, minusv¨¢lidos, etc¨¦tera.

Es obvio que ¨¦l, la se?ora que le acompa?aba y los congresistas que se suelen hospedar en el rehabilitado castillo no van "a los pinos"; de ah¨ª mi indignaci¨®n ante su respuesta, ante la falta de humanidad de alguien que con un ni?o de por medio no es capaz de buscar una soluci¨®n alternativa, aunque sea de favor. ?Por qu¨¦ habr¨¢ gente as¨ª? ?Por qu¨¦ habr¨¢ gente as¨ª en sitios as¨ª?-