La manifestaci¨®n del 12 de noviembre
El pasado 16 de septiembre, los secretarios generales de UGT-PV y de Comisiones Obreras, Rafael Recuenco y Joan Sifre, respectivamente, anunciaron en rueda de prensa a la opini¨®n p¨²blica la celebraci¨®n de una manifestaci¨®n para primeros de Noviembre a la que todos aquellos que pensamos que Espa?a no va tan bien y, sobre todo, que puede ir mejor, estamos convocados. Por una mayor creaci¨®n de empleo por parte de quienes son los mayores empleadores -la Administraci¨®n-, por una dr¨¢stica reducci¨®n de la precariedad en el empleo -una de las m¨¢s altas del Estado espa?ol-, contra la terrible lacra de la siniestralidad laboral, por la reducci¨®n de la jornada ligada al reparto del empleo -como en Francia, Italia o Alemania que apuestan legislando por la semana de 35 horas-, contra los recortes del Estado de bienestar -en un pa¨ªs que todav¨ªa est¨¢ en la cola de los pa¨ªses comunitarios en cuanto a la protecci¨®n social-, y por la ampliaci¨®n de la cobertura de desempleo, se ha convocado esta manifestaci¨®n. No es verdad, como se ha querido trasladar interesadamente por los medios de comunicaci¨®n en manos del gobierno del PP, tanto en nuestra Comunidad como en Madrid, que no haya alternativa a la pol¨ªtica liberal-conservadora que se nos aplica. Tampoco es cierto que la soluci¨®n al d¨¦ficit p¨²blico, la competitividad o las deficiencias de su adorado mercado se resuelvan desprotegiendo a los m¨¢s d¨¦biles y llenando, a¨²n m¨¢s, el bolsillo de los m¨¢s ricos. En una econom¨ªa como la espa?ola, que crece -como el resto de pa¨ªses europeos- merced a la coyuntura del ciclo econ¨®mico, no es posible permitir que el esfuerzo de los trabajadores en moderaci¨®n salarial, aumento de la productividad y capacidad de concertaci¨®n, para sacar adelante reformas tan importantes como el pacto de pensiones o acuerdos como la estabilidad en el empleo, se vea malversado por medidas tan insolidarias como el medicamentazo o la reforma del IRPF que supone que se reduzca la aportaci¨®n al Estado de los m¨¢s ricos y este regalo se compense mediante el aumento de los impuestos indirectos, es decir, los que pagamos todos en igual cuant¨ªa independientemente de cual sea nuestro nivel de renta, o reduciendo las prestaciones en desempleo, sanidad o educaci¨®n. Por el contrario, es el momento de atajar la alt¨ªsima precariedad laboral, que en sectores como el metal y la construcci¨®n superan el 40% y se cobran decenas de vidas humanas ante la pasividad c¨®mplice de la Administraci¨®n auton¨®mica. Es el momento de abordar con serenidad, pero con firmeza, la reducci¨®n de la jornada laboral como f¨®rmula de reparto del empleo, porque no basta ya con repartir la riqueza que la sociedad genera mediante el establecimiento de un verdadero Estado de bienestar, es necesario, adem¨¢s, permitir el acceso al mercado de trabajo de quienes desean trabajar evitando la marginaci¨®n y la exclusi¨®n social. Es el momento, en definitiva, de decir pac¨ªfica, civilizada y democr¨¢ticamente que no compartimos el optimismo de sus proclamas y que su responsabilidad, por su condici¨®n de gobernantes pero sobre todo de empleadores, es m¨¢xima. Una Administraci¨®n que supera el 30% de precariedad en su contrataci¨®n, que usurpa la negociaci¨®n colectiva de los funcionarios imponi¨¦ndoles la congelaci¨®n salarial, o el mero incremento de inflaci¨®n prevista en el mejor de los casos, que deteriora con su pol¨ªtica de privatizaciones la calidad de pilares tan fundamentales como la sanidad o la educaci¨®n, o que permite, cuando no fomenta, la ineficiencia de la Inspecci¨®n de Trabajo en el control de la seguridad y la salud en el trabajo, es una Administraci¨®n que nos invita a manifestarnos el pr¨®ximo 12 de noviembre a todos los que creemos que la justicia social y la solidaridad es el principal objetivo de la pol¨ªtica. Por ello, junto a los partidos pol¨ªticos valencianos progresistas, a los que las organizaciones convocantes hemos pedido su implicaci¨®n, nos movilizamos.
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