No s¨®lo un amigo

He sido no solamente un viejo amigo de Carlos Ferrer, sino tambi¨¦n un gran admirador suyo. Acert¨¦ plenamente cuando en el a?o 1985 lo promov¨ª como miembro del CIO para Espa?a. En este CIO ha prestado grandes servcios y era, en este momento, el vicrepresidente de nuestra comisi¨®n de finanzas. Para nosotros era una firme garant¨ªa de buena administraci¨®n.

En el deporte espa?ol ocupaba desde hace once a?os la presidencia del COE. Todos conocemos la conflictividad que hab¨ªa siempre en este organismo. Se produjo el milagro, los conflictos desaparecieron y el COE est¨¢ hoy d¨ªa m¨¢s unido que nunca y sus relaciones con el CSD son ejemplares.

Carlos Ferrer se dio perfecta cuenta de que los ¨¦xitos en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona requer¨ªan tambi¨¦n una gran actuaci¨®n del equipo espa?ol y se le ocurri¨® que el COE creara en colaboraci¨®n con el CSD y TVE el programa ADO. Ten¨ªa toda la raz¨®n. El gran triunfo de Barcelona fue lograr que una gran organizaci¨®n estuviera acompa?ada de una lluvia de medallas, 13 de ellas de oro, para los deportistas espa?oles. Era un hombre que pensaba que la mejor forma de resolver los problemas era evitarlos.

Estuve con ¨¦l en estos ¨²ltimos d¨ªas en una de las largas reuniones que ten¨ªamos peri¨®dicamente y me comentaba que su hija Beatriz hab¨ªa conseguido, como jinete, clasificarse para participar en los Juegos de Sydney en el a?o 2000. Cuando me lo comentaba le brillaban los ojos con orgullo.

Es dificil decir adi¨®s a ¨¦ste, en todo los sentidos, gran hombre, pero afortunadamente nos ha dejado un rastro que si sabemos seguirlo muy unidos, el deporte espa?ol podr¨¢ alcanzar a¨²n nuevos laureles en los Juegos Ol¨ªmpicos.