Viaje a lo inexplorado

El autob¨²s del PNV ha llegado a la estaci¨®n electoral con la placa de destino en blanco. Despu¨¦s de m¨¢s de doce a?os de representar la centralidad pol¨ªtica en las sucesivas coaliciones de Gobierno, aun a costa de sus propias se?as de identidad, el PNV se ha plantado en las puertas del siglo XXI al frente de los partidos nacionalistas con el objetivo de conducir al Pa¨ªs Vasco hacia un futuro inexplorado. Los peneuvistas no plantean en estas elecciones un modelo de pa¨ªs concreto, pero salvan el escollo con la formulaci¨®n de un compromiso con la sociedad vasca y sus aspiraciones: "Respetaremos y lideraremos lo que Euskadi y sus ciudadanos quieran ser". Esa indefinici¨®n calculada, que muchos califican como la "cl¨¢sica y rentable ambig¨¹edad" del PNV, responde, seg¨²n sus estrategas, a una apuesta decidida del partido por impulsar y protagonizar -de forma discreta y ocupando el centro de todas las opciones- la pacificaci¨®n de Euskadi "al precio que sea". Quiz¨¢ la apuesta parte de la base de que hasta ahora al PNV, salvo el susto de la escisi¨®n de EA, ninguna decisi¨®n o esc¨¢ndalo pol¨ªtico le ha pasado factura electoralmente. Ni las escuchas a Garaikoetxea; el enchufismo en el acceso a la Ertzaintza de las primeras promociones; el pacto con la coordinadora Lurraldea para sacar adelante la autopista de Leizar¨¢n de forma paralela a la campa?a del lehendakari con los partidos del pacto de Ajuria Enea; o los 20 a?os al frente del Gobierno, han conseguido mermarle. Su maestr¨ªa en combinar racionalidad y emoci¨®n, y en fundir esencialismo doctrinario y pragmatismo pol¨ªtico, les ha llevado a la convicci¨®n de que ahora tampoco van a pagar peaje por ese movimiento t¨¢ctico hacia posiciones m¨¢s nacionalistas para el que han puesto al frente a un hombre sin estridencias que compense el giro: Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Pero en el centenario partido s¨ª que hay serias dudas sobre si el corrimiento hacia tesis m¨¢s inconformistas con el actual marco jur¨ªdico pol¨ªtico puede ayudarles a crecer como proyecto social. Es m¨¢s, consideran un problema que los resultados electorales confirmen su estancamiento, porque no habr¨ªan conseguido ninguno de sus objetivos: crecer a base del voto nacionalista moderado y seguir rascando en el entorno de electores no nacionalistas que lo consideran un espacio pol¨ªtico seguro.
De momento, los sondeos confirman esta ¨²ltima sospecha. El capote que han lanzado a HB sac¨¢ndoles del aislamiento y llegando a acuerdos en el Parlamento y en el ¨¢mbito partidista -Declara-ci¨®n de Lizarra- va a beneficiar a los radicales mientras que el PNV sigue estancado, o incluso baja.
En ese cruce de caminos en el que se encuentran los de Xabier Arzalluz, el PNV sigue esperando que el proceso de construcci¨®n europea les eche una mano, difuminando sustancialmente las competencias de los Estados y permitiendo convertir Euskadi en un espacio soberano pol¨ªticamente, pero sustentado en lo que de verdad importa al PNV: la soberan¨ªa fiscal y econ¨®mica. Metidos de lleno en ese movimiento pendular, pero conscientes de que el Estatuto de Gernika se est¨¢ agotando, la ejecutiva de los nacionalistas form¨® en 1996 una comisi¨®n para dise?ar un nuevo cuadro de poder pol¨ªtico que, como dijo en su d¨ªa su portavoz, Joseba Egibar, "supere el Estatuto de Gernika".
Pero el PNV no s¨®lo est¨¢ afrontando con cierta incertidumbre la redefinici¨®n de su proyecto. El pr¨®ximo a?o es el de la elecci¨®n del nuevo presidente del partido. El actual, -y posiblemente tambi¨¦n futuro-, Xabier Arzalluz, tiene 66 a?os. Sin¨®nimo de tormenta pol¨ªtica, lidera el PNV desde hace ya 18 a?os. Sin embargo, en el partido nadie cuestiona su liderazgo, conscientes de que su fuerza aglutina al PNV en torno a su figura hasta el punto de que sin ¨¦l nadie aventura como ser¨¢ el partido.
Sin embargo, despu¨¦s de cien a?os, saben c¨®mo moverse en aguas turbulentas y se han puesto a trabajar. Primero firmaron la Declaraci¨®n de Barcelona con CiU y BNG, despu¨¦s el Pacto de Lizarra con HB, EA e IU y los sindicatos nacionalistas, y ma?ana impulsar¨¢n las conversaciones de paz. Ahora que ETA parece haber optado por el alto el fuego,el movimiento que fund¨® Sabino Arana est¨¢ decidido a impulsar la ilusi¨®n nacionalista, a pesar de que el panorama de desarticulaci¨®n social, territorial, pol¨ªtico y cultural desanimar¨ªa al m¨¢s optimista. El PNV representa el 29,8% sobre voto emitido en Euskadi, el 0,94% en Navarra y en el
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