Campa?a doble

El PNV ha ensayado en estas elecciones un nuevo modelo de campa?a. Enfrentado a un problema generacional que provoca que los m¨¢s j¨®venes todav¨ªa no acaben de engancharse a su opci¨®n pol¨ªtica, ha cambiado radicalmente las formas, las im¨¢genes y la simbolog¨ªa. En realidad hay dos campa?as. La que realiz¨® el candidato a lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, antes de los quince d¨ªas de pelea dial¨¦ctica, celebrando numerosas reuniones con infinidad de sectores sociales, y la campa?a propiamente dicha, en la que los nacionalistas han modernizado la maquinaria para intentar conectar mejor con la gente de a partir de los 25 a?os. El objetivo tambi¨¦n es doble, subrayar la seguridad de la opci¨®n PNV para mantener a su electorado a pesar de las dudas pol¨ªticas que est¨¢n surgiendo en campa?a, y por encima de todo crecer: evitar la frustraci¨®n que produce la sensaci¨®n de haber tocado techo. Hasta el ecuador de la campa?a electoral la consigna era de moderaci¨®n. Frente al debate crispado y las acusaciones duras contra el PNV, la respuesta ha sido suave, de momento. Son conscientes de que con un escaso 29% de los votos pueden seguir en Ajuria Enea, en las diputaciones y en los principales ayuntamientos de la Comunidad Aut¨®noma.