Tregua sin ETA
Treinta a?os llev¨¢bamos esperando. Treinta a?os de referencia constante a la sangre y al sufrimiento en los titulares diarios. Las hemerotecas pueden dar fe exacta de que ETA y sus consecuencias han sido noticia todos los d¨ªas. Esto mismo lo reflejaba el grito de una representante de Juventudes Socialistas el pasado domingo: "Tengo 24 a?os y no he conocido la paz en este pa¨ªs".Ahora, cuando ETA ha dejado su fusil y la tregua ha cumplido el mes y la paz circula por las venas de una campa?a pol¨ªtica, esa decisi¨®n sigue despertando optimismo y esperanza, aunque baje la euforia inicial, seg¨²n el sondeo de EL PA?S. Esa correcci¨®n de la euforiacreo que est¨¢ ocurriendo, para bien o para mal, porque ETA ha quedado en el olvido y ganan ya posiciones aquellas posturas, m¨¢s normalizadas y fr¨ªas, que hablan de la construcci¨®n del futuro, de iniciativas para la consecuci¨®n definitiva de la paz y, tambi¨¦n, de la tolerancia, que es, como se sabe, algo esencial para esa normalizaci¨®n democr¨¢tica y de la que se habla poco en esta campa?a. Aceptada la irreversibilidad en el proceso de la no violencia, el siguiente paso debe estar en el respeto a los dem¨¢s, en la tolerancia, es decir, la aceptaci¨®n de la diferencia (el todos diferentes, todos iguales), o la capacidad, por parte de personas o grupos, de vivir civilizadamente en libertad con los que no son como ellos. ETA, as¨ª, como grupo armado, se debe ir quedando en la historia o en el olvido. Como est¨¢ ocurriendo en esta campa?a, en la que de ETA misma s¨®lo parecen acordarse (aunque tampoco demasiado) los compa?eros de la rama pol¨ªtica, Euskal Herritarrok, lo que es l¨®gico y se explica por una afirmaci¨®n de uno de sus dirigentes: "ETA ha dicho que es el momento de hacer pol¨ªtica". Otros pol¨ªticos que recuerdan a ETA son los del PP, lo que es tambi¨¦n l¨®gico, dado que han sido los ¨²ltimos en sufrir la barbarie y son los que hacen la pol¨ªtica desde el Gobierno del Estado. Iturgaiz advierte: "No nos enga?emos. ETA sigue siendo el problema, sigue ah¨ª¡¤. Salvo esas excepciones, los partidos se han tomado a ETA como una tregua dial¨¦ctica. Por eso Arzalluz habla de "los otros" al referirse a ellos y por eso Borrell se limitaba a despertar a los dormidos abstencionistas record¨¢ndoles que "ya no est¨¢is vigilados". ETA est¨¢ ah¨ª, est¨¢ aqu¨ª, pero sin fusil. Lo que, por poner un ejemplo extremo, hace unos d¨ªas permiti¨® decir a la Guardia Civil que "por primera vez en muchos a?os celebramos nuestra fiesta con el alivio y la tranquilidad que nos produce la declaraci¨®n de tregua"; y lo que produce afirmaciones cuando menos curiosas, como la del presidente de los Cazadores y Pescadores: "Que a partir de ahora s¨®lo se oigan nuestros disparos"; o afirmaciones tan sensatas como las de Ana Rosa G¨®mez Moral, coordinadora de Gesto por la Paz: "Lo ideal es que todo sea lo m¨¢s normal posible y que se presenten ya en esta campa?a los proyectos claramente, para que la gente sepa lo que est¨¢ votando y no nos est¨¦n haciendo trampa". Lo dem¨¢s es cosa de todos y lo dicen algunos pol¨ªticos: "La paz y la normalizaci¨®n del pa¨ªs es obra de todos". Eso es: todos diferentes, todos iguales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.