Lecciones picantes

Un alumno de una clase de cabar¨¦ puede ser un profesor de ingl¨¦s, el coordinador de un festival musical, un enfermero, un actor (Juan D¨ªaz, de la serie televisiva A las once en casa) o una cantante de orquesta. No hay ning¨²n requisito que cumplir a la hora de disfrazarse, de cantar o de bailar con un osito de peluche. Incluso de desnudarse. Las clases de cabar¨¦ son, fundamentalmente, para divertirse o para pasar un buen rato. Gema Mart¨ªn, que es la voz femenina de una orquesta, resalta otro aspecto: "No hace falta que seas maravillosa ni medir 1,80 para ser la mejor del mundo". El profesor de ingl¨¦s, el enfermero y compa?¨ªa coinciden cada martes en uno de los pocos centros que existen en Madrid y en Espa?a dedicados a ense?ar las t¨¦cnicas de cabar¨¦. El responsable de estas clases, a las que acuden una decena de alumnos, Adolfo Sim¨®n, es un actor que confiesa que nunca ha montado un espect¨¢culo que pudiera calificarse como cabar¨¦. Pero con su experiencia teatral ha inventado un m¨¦todo para que sus alumnos puedan llegar a sentirse "como una puta o como una santa. Ellos ya vienen con eso dentro. Todos tenemos una puta y un ¨¢ngel dentro. Lo que pasa es que en la vida s¨®lo podemos mostrar una tarjeta de visita", explica Sim¨®n.

Todo lo que se ense?a en estas sesiones desemboca en tres tipos de trabajo: el strip-tease, actuaciones con play back y lo que Sim¨®n denomina historias transgresoras y que, seg¨²n explica el maestro, consisten en escenificar aquellas ideas, sue?os o pesadillas que nadie confesar¨ªa nunca.

Suena la m¨²sica de un bolero y Gamal, el profesor de ingl¨¦s, se planta unas curiosas gafas de sol y comienza su actuaci¨®n. "Desde peque?o me paso el d¨ªa disfraz¨¢ndome, por eso me apunt¨¦ a estas clases", explica. Fran Franco, el coordinador del festival de Benicassim, se oculta tras una cortina negra y hace su aparici¨®n con una gorra militar y una pistola con la que apunta a sus compa?eros, a la vez que escenifica una canci¨®n.

Los alumnos llevan la escenograf¨ªa de casa. Tras la pistola, Fran saca del calz¨®n una zanahoria. Ni pizca de timidez en cualquiera de los n¨²meros que preparan los alumnos. "En otras clases cualquiera se sofocar¨ªa si le dices que tiene que desnudarse. Aqu¨ª se hace un trabajo con el que el actor o la actriz llega a entender que le molesta la ropa", apunta Sim¨®n. Gema Mart¨ªn, la cantante, aparece primero como una ni?a vestida toda de azul. Tras un apag¨®n se muestra con unas picaronas enaguas y ligas rojas y baila con su osito de peluche.

Taller de cabar¨¦ en el Centro de Entrenamiento Teatral. Calle Embajadores, 188, bajo B (Arganzuela). Los martes de 19.00 a 22.00. 10.000 pesetas al mes.