?ltima oportunidad

Lo que no se haga ahora ya no se va a poder hacer en lo que queda de legislatura. Me refiero a la posibilidad de definir un nuevo marco de relaciones entre el Gobierno de la Naci¨®n y el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa, que sustituya al de hostilidad permanente de estos dos ¨²ltimos a?os largos. Estamos en fase de elaboraci¨®n de los terceros Presupuestos Generales del Estado de esta legislatura. Posiblemente van a ser los ¨²ltimos, ya que es probable que el a?o que viene tengamos elecciones generales. En todo caso, aunque no se convocaran elecciones generales el a?o que viene, como habr¨ªa que convocarlas en enero del a?o 2000, es m¨¢s que probable que el pr¨®ximo a?o no se aprueben los presupuestos sino que se deje esa tarea a las Cortes Generales que salgan de las inminentes elecciones generales. Dicho en pocas palabras: estos son los ¨²ltimos presupuestos de esta legislatura en los que el Gobierno de la Naci¨®n puede negociar algo con el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa. Lo que no se negocie ahora ya no se va a poder negociar antes de las pr¨®ximas elecciones generales. Creo que la oportunidad deber¨ªa aprovecharse por ambas partes. Un Estado pol¨ªticamente descentralizado, para funcionar establemente, exige no que no se produzcan tensiones entre el Estado y las unidades territoriales que en ¨¦l se integran, pero s¨ª que exista un marco estable de relaciones, que tiene que ser relativamente inmune a los cambios en la titularidad del poder. El marco de relaciones entre el Gobierno de la Naci¨®n y el de una comunidad aut¨®noma no puede ser distinto porque cambie la mayor¨ªa pol¨ªtica en el uno o en la otra. Cuando la comunidad aut¨®noma de que se trata es la mayor de todo el Estado y cuando nos encontramos en un momento clave en la afirmaci¨®n o revisi¨®n de la estructura del Estado definida en la Constituci¨®n y en los estatutos de autonom¨ªa como consecuencia de la ofensiva "nacionalista" contra la misma, me parece que ser¨ªa una grave irresponsabilidad no hacer todo lo posible por llegar a un acuerdo y reducir este foco de conflictividad. El Gobierno de la Naci¨®n y el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa deber¨ªan ponerse de acuerdo en lo que pudieran ponerse de acuerdo ahora mismo y, en lo que no fuera posible, fijar un calendario para llegar a un acuerdo. El reconocimiento del censo no deber¨ªa ser objeto de debate. El censo tendr¨ªa que ser reconocido ya a efectos de la financiaci¨®n de la comunidad aut¨®noma, como record¨® el profesor Barea en su reciente conferencia en la Universidad Men¨¢ndez Pelayo. Y si no es posible, por razones presupuestarias, extraer inmediatamente las consecuencias de dicho reconocimiento, s¨ª se deber¨ªa pactar un calendario para que dichas consecuencias se extrajeran. Creo que un pacto de este tipo pacificar¨ªa el debate y permitir¨ªa mirar el futuro de la estructura del Estado con m¨¢s garant¨ªas.JAVIER P?REZ ROYO