El hermano zurdo
-Irureta trta de recuperar a Fran tras varios a?os de ostracismo-A sus 29 a?os, dispone de una ocasi¨®n para reivindicarse de nuevo en el tramo final de su carrera
Las lesiones y las legiones -de extranjeros-, y la arbitrariedad de alg¨²n entrenador que anda ahora por Turqu¨ªa, hab¨ªan retirado a Fran del mapa futbol¨ªstico espa?ol. La gran figura que apunt¨® entre 1992 y 1995 parec¨ªa quedarse en un chico con clase que ya no dar¨ªa m¨¢s de s¨ª por cierta debilidad de car¨¢cter. Pero este a?o todos se han puesto de acuerdo para crearle un ambiente propicio: el club le ha tra¨ªdo de vuelta a su inseparable hermano mayor, Jos¨¦ Ram¨®n; el entrenador le ha restituido los galones de capit¨¢n y ha proclamado que debe ser el punto de referencia del equipo, y hasta el nuevo t¨¦cnico de la selecci¨®n nacional asegura que quiere contar con ¨¦l. Reci¨¦n casado y con 29 a?os cumplidos, Fran dispone de la ocasi¨®n para reivindicarse de nuevo en el tramo final de su carrera.Para Fran m¨¢s que para nadie la figura de su nuevo entrenador, Javier Irureta, supone una suerte de vuelta al pasado. Primero porque su car¨¢cter se parece al de Arsenio Iglesias, el t¨¦cnico con el que Fran brill¨® m¨¢s, el abuelo de talante paternalista que le llamaba siempre O neno (El ni?o), al que se enfrent¨® por sus planteamientos conservadores y con el que acab¨® reconcili¨¢ndose hasta invitarle a su boda hace unos meses. Adem¨¢s, Irureta ha devuelto a Fran a su posici¨®n tradicional, la de interior izquierdo de toda la vida, ese 10 que s¨®lo tiene la derecha para apoyarse, pero que se sobra con una zurda prodigiosa, como queriendo demostrar que la pierna izquierda, por menos usada, es tambi¨¦n m¨¢s inteligente, sutil e imprevisible.
Al igual que ha ocurrido con el resto del equipo, la respuesta de Fran hab¨ªa sido hasta ahora demasiado inconstante: brillos espor¨¢dicos en casa y naufragios espectaculares fuera. Pero el pasado domingo ante el Oviedo, la zurda se desperez¨® y Fran volvi¨® a acaparar lo mejor de los res¨²menes televisivos, gracias a un delicad¨ªsimo centro que coloc¨® en la cabeza de Ziani, un bal¨®n preparado para el gol, y a un torpedo que silb¨® desde el borde del ¨¢rea al ¨¢ngulo exacto de la porter¨ªa. Ah¨ª estaba de nuevo Fran, a quien unos d¨ªas atr¨¢s Jos¨¦ Antonio Camacho hab¨ªa se?alado entre sus predilectos para futuras convocatorias de la selecci¨®n nacional.
Los problemas que se suscitaron tras la marcha de Arsenio -a la que Fran contribuy¨® involuntariamente con unas declaraciones en las que lo acusaba de cortar las alas al equipo- y las posteriores extravagancias de Toshack fueron apagando poco a poco la energ¨ªa de un futbolista deslumbrante, r¨¢pido, intuitivo y con esa visi¨®n natural que permite a algunos iluminados anticipar el sentido correcto de la jugada. Durante dos a?os arrastr¨® adem¨¢s un problema de pubis. Fue tirando alg¨²n tiempo con tratamientos de choque, pero tuvo que rendirse a la necesidad de una operaci¨®n. Ya recuperado, la temporada pasada ofreci¨® algunos fragmentos del mejor Fran. De no ser por su 10, el Deportivo podr¨ªa haber pasado muchos apuros, aunque finalmente ¨¦l mismo acabara contagi¨¢ndose de la mediocridad general.
Durante esa ¨¦poca, Fran abandon¨® su laconismo y se explay¨® m¨¢s de lo habitual en algunas entrevistas. Confes¨® su desilusi¨®n, denunci¨® que las remesas de fichajes sin control hab¨ªan contaminado el vestuario y dej¨® caer que podr¨ªa marcharse. El presidente del Deportivo, Augusto C¨¦sar Lendoiro, reaccion¨® con presteza. No s¨®lo le hizo un contrato fabuloso, con ocho a?os de vigencia y 50.000 millones de cl¨¢usula de rescisi¨®n, sino que se permiti¨® el lujo de traer de nuevo a Jos¨¦ Ram¨®n, quien, ya en el declinar de su carrera, hab¨ªa perdido el puesto de titular en el Compostela.
En la actual plantilla Fran ha hecho un amigo ¨ªntimo, Djalminha, quien se lo llev¨® a Brasil el pasado verano para que disfrutase all¨ª del viaje de novios. Pero, tal vez por su origen humilde -su madre era asistenta de hogar-, Fran mantiene una fidelidad inquebrantable a los lazos familiares.
Jos¨¦ Ram¨®n era su camarada cuando ambos robaban los balones que se iban al monte desde el campo de f¨²tbol de su pueblo -Ribeira (A Coru?a)-, ¨¦l fue quien lo recomend¨® al Deportivo cuando eran dos adolescentes y desde entonces, siempre vivieron juntos, incluso despu¨¦s de que el hermano mayor -y diestro- se casara y fichase por el Compostela. Ahora Fran tambi¨¦n se ha decidido al matrimonio y se ha mudado a un chal¨¦ de las afueras. La casa de al lado, por supuesto, la ha adquirido Jos¨¦ Ram¨®n.
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