La crisis, en contra del AMI
Los pa¨ªses ricos retrasan las conversaciones para liberalizar las inversiones extranjeras
Las negociaciones sobre el AMI (Acuerdo Multilateral de Inversi¨®n) han quedado reducidas a simples consultas tras el fracaso de la ¨²ltima reuni¨®n de altos funcionarios de la OCDE en Par¨ªs. Pero el fantasma de este acuerdo, que planea sobre el futuro econ¨®mico de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, a¨²n camina por los pasillos de la organizaci¨®n. El asunto no es balad¨ª si se tiene en cuenta que la inversi¨®n extranjera directa super¨® los 350.000 millones de d¨®lares (unos 50 billones de pesetas) en 1997 a pesar de la crisis asi¨¢tica.Francia, el ¨²nico pa¨ªs industrializado que se ha retirado de las negociaciones del AMI, se ha sumado a la oposici¨®n claramente expresada por m¨¢s de 600 organizaciones no gubernamentales y numerosos pa¨ªses en desarrollo. "Es una primera victoria", afirman algunas ONG, pero Donald Johston, secretario general de la OCDE, sigue empe?ado en la necesidad de crear un "marco mundial para la inversi¨®n".
El Gobierno franc¨¦s rechaza "el delirio neoliberal" del AMI, un acuerdo que intenta introducir normas universales para eliminar los obst¨¢culos a las inversiones exteriores. Para ello, prev¨¦ que los pa¨ªses firmantes abran su econom¨ªa a los inversores extranjeros, que traten en pie de igualdad a las empresas extranjeras respecto a las nacionales y, adem¨¢s, que permitan a los inversores extranjeros la aplicaci¨®n de sus derechos en tribunales internacionales especiales. Entre otras consecuencias, ello supone que las multinacionales no se ver¨ªan obligadas a contratar a mano de obra nativa o que podr¨ªan adquirir sin limitaci¨®n empresas p¨²blicas privatizadas.
El acuerdo comenz¨® a negociarse en 1995 y muchos de los puntos del texto ten¨ªan car¨¢cter secreto. Algo l¨®gico, ya que, de convertirse en realidad, sacrificar¨ªa buena parte de la soberan¨ªa nacional en aras de instancias jur¨ªdicas que estar¨ªan en la ¨®rbita del primer mundo.
"La inversi¨®n extranjera debe ser competencia de cada pa¨ªs conforme a su nivel de industrializaci¨®n y a la capacidad de sus empresas nacionales", asegura un comunicado de las siete c¨¢maras de comercio de la asociaci¨®n asi¨¢tica ASEAN. Es uno de los m¨²ltiples testimonios en contra del AMI. Los miembros de la OCDE, a excepci¨®n de Francia, consideran que el proyecto es viable, aunque sea conveniente introducir algunas reformas. As¨ª, en el pr¨®ximo mes de diciembre se realizar¨¢ otra "sesi¨®n de consultas", toda una advertencia a los disidentes habida cuenta de que la oposici¨®n de numerosos paises pobres hace imposible por ahora iniciar oficialmente las negociaciones.
Y es que varios centenares de ONG han constituido la semana pasada un "Foro Ciudadano", reunido en las afueras de Par¨ªs, no s¨®lo para exigir la retirada del AMI, sino para elaborar una "contra-plataforma" que ofrezca alternativas para regular las relaciones econ¨®micas mundiales.
Estos cr¨ªticos temen que las discusiones sobre el AMI pasen de la OCDE, que agrupa a los 29 Estados m¨¢s ricos del mundo, a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), en la que est¨¢n representados casi todos los pa¨ªses. Lori Wallach, de Citizen Watch, asegura que esta transferencia ser¨ªa "un desastre", ya que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, miembros de la OMC, ser¨ªan presionados para aceptar el proyecto, mientras que, seg¨²n Martin Khor, de Third World Network, si las discusiones se mantienen en el seno de la OCDE, estos pa¨ªses se ver¨ªan liberados de incorporarse al tratado".
As¨ª las cosas, la coordinadora ha decidido ir m¨¢s all¨¢ y va a elaborar una plataforma con "contraproposiciones" sobre la mundializaci¨®n, que no otorgue "todos los derechos a las multinacionales". Esta plataforma estar¨ªa basada en la protecci¨®n a los derechos sociales y a las culturas nacionales y ser¨¢ presentada a finales de enero, coincidiendo con el F¨®rum Econ¨®mico Mundial, que se reunir¨¢ por esas fechas en la ciudad suiza de Davos.
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