Los tinglados portuarios de Sendeja
Bilbao ha sido hasta hace muy pocos a?os un puerto fluvial cuya actividad mar¨ªtimo-comercial se realizaba a lo largo de los muelles de ambas m¨¢rgenes en funci¨®n de la naturaleza y destino de las mercanc¨ªas; ¨¦stas se descargaban bien en la orilla derecha, Atxuri-Arenal para suministro de la villa, o por la existencial de ferrocarril y f¨¢bricas en la izquierda, desde Urazurrutia hasta San Mam¨¦s. Para estas necesidades se construyeron unos tinglados proyectados por el extraordinario ingeniero de Caminos Canales y Puertos, Evaristo Churruca (1841-1817), director de la junta de Obras del Puerto de Bilbao (1977-1908), quien se preocup¨® de dotarlos con algunos recursos ornamentales para que tuvieran una est¨¦tica urbana lo m¨¢s bella posible, muy consciente de su situaci¨®n en espacios p¨²blicos de gran concurrencia. Estos tinglados, s¨®lo difieren en su longitud, de 6 de anchura entre pilares de fundici¨®n estriados rematados con hermosos capiteles para apoyo de cerchas met¨¢licas, de donde salen unas art¨ªsticas m¨¦nsulas de 1,5 m de vuelo, todo ello cubierto con tejas de hierro galvanizado; el pavimento era de adoquines de madera para evitar da?os al depositar los suministros. En 1990 ya sufrieron una reparaci¨®n no muy afortunada. La memoria del proyecto, de 1894, al referirse a su utilidad dice: "para que pusieran las mercanc¨ªas al abrigo de las lluvias tan frecuentes en esta localidad, ¨ªnterin se llevan a la Aduana las que as¨ª lo requieran o se despachan las dem¨¢s en el muelle mismo". Concebidos en funci¨®n de las necesidades del comercio y del tipo de los productos, bacalao, grano, cacao, caf¨¦, az¨²car que no requer¨ªa de grandes almacenes ni de recintos cerrados. Existieron tres en la margen derecha: muelle del Teatro, (trasera del Arriaga), La Salve y estos de la Sendeja-Arenal; y dos en la izquierda: Ripa y Uribitarte. En la actualidad uno de los dos ¨²nicos que quedan, se utiliza como terminal del Bizkaibus, uso correcto y similar por la funci¨®n e tr¨¢nsito, en este caso de personas y autobuses, a la originaria y que salvo unos carteles y unos burladeros entre pilares, no requiri¨® m¨¢s intervenci¨®n en ¨¦l y no se alter¨® su concepto espacial. En el otro, el m¨¢s pr¨®ximo a El Arenal se est¨¢ cerrando perimetralmente, excepto los pilares que quedan ridiculizados y encajados entre tabiques, convirtiendo esa atractiva arquitectura en una caja cerrada con alg¨²n cristal para situar la oficina municipal de turismo, rid¨ªculamente llamada BIT. Es inadmisible que cada vez que el Ayuntamiento act¨²a sobre elementos monumentales ,que incluso son bienes culturales de Euskal Herria, se convierte en un atentado a la historia, al patrimonio heredado y al debido respeto a las arquitecturas preexistentes. Pero resulta muy revelador que haya podido ser aceptado por el ?rea de cultura, aunque conociendo la sensibilidad de su concejal cualquier disparate es v¨¢lido. Es un proyecto que ignora las caracter¨ªsticas e identidad del elemento, lo manipula y deforma de manera desconsiderada y brutal. ?Qu¨¦ clase de difusi¨®n tur¨ªstica puede dar una ciudad cuya sede al p¨²blico es el resultado de un atropello arquitect¨®nico al no entender el significado y la importancia de esos magn¨ªficos tinglados portuarios? ?Por qu¨¦ esa persistente destrucci¨®n de la memoria hist¨®rica de la Villa? ?No se ha perdido ya demasiado como para continuar soportando esta agresividad hacia la herencia cultural de nuestro pasado? En una ribera que tiene una futura vocaci¨®n peatonal como itinerario de borde fluvial continuo desde el Paseo de los Ca?os, Atxuri-San Ant¨®n, Arenal, Campo Volant¨ªn, Botika Zaharra es incomprensible que se sit¨²e este torpe caj¨®n de oficina. Para muchos forasteros, que acceden en autom¨®vil, representar¨¢ una dificultad por la compleja circulaci¨®n sobre todo si por las referencias se dirigen a la actual sede y como es habitual un papel escrito con bol¨ªgrafo y perezosa letra les indicar¨¢ que deben ir a otro lugar dando un complejo rodeo porque la calle es reservada a bus-taxi. Si el esforzado visitante llega en Aste Nagusia, s¨®lo podr¨¢ acceder andando, y deber¨¢ llevar alg¨²n tipo de m¨¢scara antig¨¢s para no percibir el sabor de Bilbao, el hedor habitual en esa zona durante una decena de d¨ªas. No es preciso recordar y prevenir que su parte trasera a la r¨ªa se convertir¨¢ en una zona degradada de usos irregulares, cierta intranquilidad y en un muro para cobijar toda clase de excrementaciones como es habitual en toda esa zona. El Casco hist¨®rico de Bilbao es un bien Cultural Calificado con la categor¨ªa de Conjunto Monumental por el Decreto 543/ 1995, de 29 de diciembre, y est¨¢ sometido a un r¨¦gimen de protecci¨®n que comprende diferentes niveles seg¨²n la importancia de los elementos a proteger. Por un incomprensible error, todav¨ªa no corregido, estos tinglados portuarios figuran como Cocheras del Ferrocarril, con un grado de Protecci¨®n Media. Esto implica una serie de obligaciones y prohibiciones que palpablemente no se cumplen por lo que esta actuaci¨®n debe ser contundentemente denunciada no s¨®lo ante los (ir)responsables culturales sino incluso ante los tribunales a tenor del nuevo C¨®digo penal aprobado el 24 de mayo de 1996, tipifica como delitos la alteraci¨®n de edificios protegidos, los da?os a bienes de valor hist¨®rico, con penas de prisi¨®n de seis meses a tres a?os y/o inhabilitaciones de uno a cinco a?os. Glorioso el d¨ªa que alguno tenga que purgar por estos atentados contra la cultura de una naci¨®n.- Arquitecto. Comisi¨®n de Defensa del Patrimonio Arquitect¨®nico.
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