El homenaje a Brecht en su centenario marca el oto?o teatral madrile?o

Es como si la familia y los amigos se hubieran dado cita en Espa?a para celebrar juntos la fiesta de aniversario. Este a?o se cumple el centenario del nacimiento del dramaturgo alem¨¢n Bertolt Brecht, uno de los escritores que ha marcado todo el teatro del siglo XX. Barbara Schall, hija de Brecht, y otros descendientes del autor han acudido a Madrid para participar en los actos de homenaje que el Festival de Oto?o dedica a su memoria. La conmemoraci¨®n comienza hoy en el teatro Alb¨¦niz con un espect¨¢culo de representaci¨®n ¨²nica en el que intervendr¨¢n 60 actores.

Barbara Schall, hija de Brecht, as¨ª como su marido, Ekkehard Schall, primer actor dirigido durante a?os por el propio dramaturgo alem¨¢n, y Barbara, hija de la pareja, est¨¢n en Madrid. Los dos ¨²ltimos son los dos actores que participan en el montaje Brecht muri¨® y yo tengo raz¨®n, que ofrecen conjuntamente el Festival Internacional de Madrid Sur y el Festival de Oto?o. Este ¨²ltimo organismo programa adem¨¢s en Madrid dentro de dos semanas los dos Brechts de Georges Lavaudant realizados para el Od¨¦on de Par¨ªs e inaugura hoy su XV edici¨®n con un espect¨¢culo ¨²nico del que s¨®lo habr¨¢ una representaci¨®n.Un total de 60 actores, cantantes y m¨²sicos viajar¨¢n sobre el escenario del teatro Alb¨¦niz de Madrid por la vida y obra de Brecht, bajo la direcci¨®n de Mario Gas, quien actuar¨¢ como maestro de ceremonias.Barbara Schall, que se define entre risas como la fr¨ªvola de la familia, es una jovenc¨ªsima de esp¨ªritu, divertida y t¨ªmida mujer de 66 a?os, que no tiene pelos en la lengua a la hora de contar qu¨¦ ha pasado con el m¨ªtico Berliner Ensemble, el teatro que sus padres, Bertolt Brecht y Helene Weigel, fundaron en 1949. Pero el santuario brechtiano, concebido durante d¨¦cadas como un teatro de Estado, perdi¨® el norte tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn en 1989: "Entonces empezaron los problemas y lleg¨® el final de lo que era ese teatro, incluso en la actualidad hay un intendente al frente del teatro al que que no le gusta Brecht", dice Barbara.

"Ya no le llamo el Berliner, ya no es una compa?¨ªa estable con buenos directores al frente y con un programa que ofrezca muchas cosas, incluidas obras de Brecht. De eso no queda nada", comenta Barbara. Esta mujer, que en cualquier caso no tuvo nada que ver con el Berliner a pesar de que a la muerte de su madre afront¨® papeleos y gestiones, mantiene una conocida actitud reacia a que se reescriban los textos de Brecht, cuyos derechos gestiona: "Cada ¨¦poca y cada director tienen su estilo y aportan transformaciones saludables. Pero lo que no resulta de recibo y supone algo negativo es cambiar una cosa por el ¨²nico deseo de hacer algo distinto, sin fundamento, s¨®lo por llevar la contraria", se?ala esta mujer que empez¨® siendo int¨¦rprete, profesi¨®n que abandon¨® por motivos de salud y que reconoce que no ejerci¨® con tanta brillantez como su madre, su marido y su hija.

Un oficio, el de actriz, que Bertolt Brecht le recomend¨® ejercer despu¨¦s de que se cumplieran estas premisas: "Antes que actriz tienes que aprender a hacer una buena sopa, a saber cu¨¢les son las cosas importantes de la vida y adem¨¢s obtener un ¨¦xito profesional en otro teatro que no sea el m¨ªo", le espet¨® su padre.