Rivaldo saca del atolladero del "derby" al Bar?a

El derby en s¨ª mismo, m¨¢s que el propio rival, amenazaba con sepultar al Bar?a cuando Rivaldo, a falta de nueve minutos para el final, enganch¨® el bal¨®n en la zona de medios blanquiazul y peg¨® el latigazo que dom¨® al Espanyol. No lleg¨® a ser gol. Pero Dom¨ªnguez no encontr¨® mejor soluci¨®n que hacerle penalti in extremis al brasile?o. Tuvo que ser retirado en camilla Rivaldo. Pero Giovanni estuvo inconmensurable en el lanzamiento de la m¨¢xima pena. Lo cual no deja de tener su miga porque el estado de ofuscaci¨®n que vive el equipo azulgrana es de tal magnitud que hasta la ejecuci¨®n sumarial provoca todo tipo de incertidumbres: no se sab¨ªa muy qui¨¦n iba a ser el encargado de lanzar el penalti en la ¨²ltima ocasi¨®n ante el Salamanca y, encima, Luis Enrique lo fall¨®.As¨ª vive hoy por hoy el campe¨®n. As¨ª gan¨® ayer en Montju?c en un partido que amenazaba con ahogarlo y que, pese a ganarlo gracias a esa aparici¨®n fulgurante de Rivaldo, no deja de agrandar una lista de paradojas s¨®lo inteligibles para Louis Van Gaal. Los n¨²meros le cuadran al t¨¦cnico. D¨ªgase lo que se diga, la realidad es que gan¨® el Bar?a despu¨¦s de haber jugado casi una hora -no se cumpli¨® porque Dom¨ªnguez tambi¨¦n se tuvo que ir al vestuario por su entrada a Rivaldo- con un jugador menos despu¨¦s de que la cintura y la falta de recursos de Pellegrino quedaran en evidencia al ser castigado con la segunda tarjeta amarilla en el minuto 32. Pero justo la realidad no est¨¢ s¨®lo en los n¨²meros. Y al respecto, bueno ser¨¢ repasar en qu¨¦ condiciones gan¨® ayer el Bar?a adem¨¢s de esa inferioridad num¨¦rica. La segunda parte estaba siendo del Espanyol de una manera aproximada a como lo hab¨ªa sido del Bayern de M¨²nich la primera mitad del pasado mi¨¦rcoles en la Liga de Campeones. Hesp era sometido a un pim, pam, pum que no era sino la definici¨®n exacta del atrincheramiento y la impotencia del Bar?a. Y para m¨¢s se?as, el equipo azulgrana se las apa?aba como pod¨ªa con dos laterales que no lo son, Luis Enrique y Cocu -que qued¨® en evidencia ante De Lucas, el canterano que le dio el empate al Espanyol-, con un centro del campo en el que s¨®lo Xavi responde al estereotipo ya que en los flancos se situaban Figo y Giovanni, y con una delantera en la que Rivaldo se movi¨® como pez en el agua cuando abandon¨® la punta izquierda a la que le desea atar su entrenador holand¨¦s. Otra cosa ser¨ªa si Van Gaal llega a ser tan ingenioso que lo que trata es lo que ayer consigui¨® Rivaldo: brillar y ser decisivo cuando se desplaz¨® hasta el extremo opuesto, para dar desde la derecha, y despu¨¦s de una primorosa jugada iniciada por Xavi y continuada por Luis Enrique, el bal¨®n con el que Kluivert castig¨® la confusi¨®n en la que el Espanyol se desenvolvi¨® en los primeros minutos. O esa otra acci¨®n en la que, tomando el cuero desde la izquierda se fue en horizontal hasta la zona derecha para hacer una pared con Figo y permitirle al portugu¨¦s que enviase un trallazo al travesa?o. Y as¨ª hasta la acci¨®n del penalti de Dom¨ªnguez, en la que Rivaldo acab¨® entrando nuevamente por la zona derecha del ataque azulgrana. En resumidas cuentas, Rivaldo y el Bar?a por extensi¨®n no hicieron sino constatar la candidez, la concesi¨®n de espacios y la tibieza -Brindisi ped¨ªa que se le hiciera falta al brasile?o ya cuando tom¨® el cuero en la medular- en la que se mueve el Espanyol. El debut del ex-jugador del Las Palmas como t¨¦cnico del equipo blanquiazul no cambi¨® apenas la impronta que dej¨® Marcelo Bielsa: buena pinta y mejor intenci¨®n en el desarrollo del juego pero carencia de p¨®lvora ante la porter¨ªa rival y de atributos s¨®lidos en la propia.

Los retoques de Brindisi en la segunda mitad -se atrevi¨® oa darle la alternativa a un De Lucas de estilo mucho m¨¢s ofensivo que Villa- le dieron la manija por completo a su equipo que pas¨® a actuar en una disposici¨®n 3-1-3-3 ante el 4-3-2- al que recurri¨® Van Gaal tan s¨®lo producirse la expulsi¨®n de Pellegrino: castigando con el relevo las indecisiones de Okunowo, dando entrada a Nadal en el eje defensivo, retrasando a Luis Enrique al lateral y a Figo al centro del campo.

El Espanyol gan¨® metros y, adem¨¢s del tanto de De Lucas, dispuso de dos claras ocasiones: un tiro desde la derecha de Esnaider que sac¨® Hesp y un centro de Serrano al que Mart¨ªn Posse, con la puerta vac¨ªa, no lleg¨® por muy poco.

El derby no se sustrajo a sus m¨¢s rancios t¨®picos: dos expulsiones, varios lesionados -Kluivert y Rivaldo los m¨¢s perjudicados- , un penalti, la pol¨¦mica porque el Espanyol crey¨® ver otro de Luis Enrique sobre Serrano a un minuto para el 90 y acab¨® con otro dato que define el car¨¢cter que ilustra al Bar?a: cuando peor lo tiene -como en Madrid o como en Manchester-, m¨¢s fiero se vuelve. Cuando est¨¢ en el atollader es letal.