Los socialistas se plantean la formaci¨®n de un Gobierno "a cuatro" en el Pa¨ªs Vasco

Gobierno provisional o Gobierno de concentraci¨®n. Estas dos hip¨®tesis son las que maneja la direcci¨®n del PSOE en relaci¨®n con lo que pueda dar de s¨ª la negociaci¨®n abierta por el PNV para formar el nuevo Ejecutivo vasco tras las elecciones del pasado domingo. Un sector de la ejecutiva socialista se inclina por "una legislatura de paz y reconciliaci¨®n", que ser¨ªa posible con un Gabinete formado por el PNV, EA, PP y PSOE. Otro sector, aunque admite que ¨¦sta ser¨ªa una soluci¨®n razonable, advierte de antemano de que los nacionalistas se opondr¨ªan, por lo que apuesta por seguir en la oposici¨®n y que el peneuvista Juan Jos¨¦ Ibarretxe forme un Gobierno provisional s¨®lo con EA hasta las elecciones municipales de junio de 1999.

Tanto el PSE-EE como el PSOE analizan profusamente las posibilidades de gobierno que se han abierto en el Pa¨ªs Vasco tras las elecciones auton¨®micas del 25-O, en las que venci¨® el PNV con 21 esca?os de los 75 en liza. Ahora bien, por encima de sus estimaciones recuerdan que es al PNV, como ganador de las elecciones, al que corresponde dar los pasos necesarios y quien tiene la potestad de hacer propuestas.Pero antes de que el candidato a lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, exponga sus ideas -ma?ana recibir¨¢ a Nicol¨¢s Redondo Terreros, cabeza de cartel electoral del PSE-, los socialistas se preparan ante todas las hip¨®tesis que les puedan presentar y, al tiempo, introducen en sus an¨¢lisis lo que es posible, por un lado, y lo que a ellos les convendr¨ªa.

A algunos les extra?¨® ayer la declaraci¨®n del candidato a la presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Borrell, pero no a buena parte de la direcci¨®n del PSOE, que comparte plenamente las tesis defendidas por su candidato. "Para abordar el proceso de paz hace falta un Gobierno vasco fuerte y la ¨²nica forma de conseguirlo es que en su seno recoja la pluralidad pol¨ªtica que se ha manifestado en las elecciones por parte de todas las fuerzas que, desde planteamientos democr¨¢ticos, est¨¢n dispuestas a colaborar en ese proceso de paz". Borrell insisti¨® en los pasillos del Congreso en que el futuro Ejecutivo vasco debe tener "la mayor solidez democr¨¢tica posible".

Aunque el candidato socialista a la presidencia del Gobierno no quiso calificar de manera alguna a esa f¨®rmula de gobierno, algunos compa?eros suyos indicaron a este peri¨®dico que a eso se le llama Gobierno de concentraci¨®n. Buena parte de la direcci¨®n socialista estar¨ªa en esta posici¨®n de defender un Gabinete formado por el PNV, EA, PSOE y PP para llevar adelante "la legislatura de la paz y la reconciliaci¨®n". Los populares tienen 16 esca?os, los socialistas 14, y la formaci¨®n que lidera Carlos Garaikoetxea, 6.

En principio, en la direcci¨®n socialista no disgusta esta f¨®rmula, pero las objeciones vienen de los que piensan que, a pesar de que ser¨ªa una soluci¨®n razonable, resultar¨ªa inviable por la presumible oposici¨®n del PNV. Los dirigentes socialistas que opinan que esta f¨®rmula no llegar¨¢ a materializarse explican que no resulta factible al d¨ªa de hoy que el PNV quiera unirse con todos en un Gobierno y colocar a Euskal Herritarrok en la oposici¨®n y en solitario. Por otro lado, apuntan a una mera cuesti¨®n de poder. Tal Gobierno de concentraci¨®n llevar¨ªa a sumar 57 de los 75 esca?os del Parlamento vasco y de ellos el PNV s¨®lo tendr¨ªa 21. Si se volviera a la f¨®rmula del tripartito ( PNV, PSOE y EA), la suma dar¨ªa 41, lo que colocar¨ªa al PNV en una situaci¨®n de preponderancia mucho m¨¢s clara.

J¨¢uregui prefiere esperar

Al margen de lo que pueda pensar el PNV, los socialistas encuentran serias dificultades en asociarse con los peneuvistas como si nada hubiera pasado en los ¨²ltimos meses. "Lo l¨®gico ser¨ªa que el PNV gobernara provisionalmente con Eusko Alkartasuna hasta el pr¨®ximo mes de junio", dijo ayer a este peri¨®dico Ram¨®n J¨¢uregui, responsable de Pol¨ªtica Auton¨®mica del PSOE. Esto es lo que se deriva "de la naturaleza de las cosas", a?adi¨®.Tanto J¨¢uregui como otros dirigentes de su partido consideran que no puede olvidarse de la noche a la ma?ana que los socialistas rompieron con el Gobierno tripartito hace seis meses por el acercamiento del PNV a Herri Batasuna, que han mantenido una "dur¨ªsima pugna" durante la campa?a electoral y que, adem¨¢s, est¨¢ la Declaraci¨®n de Lizarra, que para ellos enfrent¨® al PNV, EH, EA e Izquierda Unida con los que segu¨ªan creyendo en la vigencia de los pactos de Ajuria Enea.

El debate entre quienes defienden ese Gobierno provisional de PNV y EA frente a los que no les importar¨ªa participar en un Gobierno de concentraci¨®n no se agota en estos escenarios, ya que tambi¨¦n hay en el socialismo vasco quienes con "intensidad", seg¨²n la direcci¨®n federal, consideran que deber¨ªa volverse a la legislatura anterior como si nada de lo descrito anteriormente hubiera ocurrido.

As¨ª las cosas, se volver¨ªa al Gobierno tripartito entre peneuvistas, EA y socialistas. En este contexto habr¨ªa que situar todas las alcald¨ªas, sobre todo en Guip¨²zcoa, que est¨¢n gobernadas por esas tres fuerzas pol¨ªticas y cuyos protagonistas, en t¨¦rminos generales, quisieran volver a repetir la experiencia despu¨¦s de junio, cuando se celebren las elecciones municipales.

"Todos los escenarios est¨¢n abiertos y no hay nada imposible", se?alaba ayer un miembro de la ejecutiva federal del PSOE, tras asegurar que no habr¨ªa conflicto alguno entre la direcci¨®n del partido y la ejecutiva de Euskadi, con Nicol¨¢s Redondo Terreros, secretario general, a la cabeza. En ¨²ltima instancia, la decisi¨®n se tomar¨¢ en Euskadi, precis¨® este interlocutor.