Aznar restablecer¨¢ en breve las relaciones con Arzalluz para salvaguardar el proceso de paz

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha retomado los contactos con el l¨ªder del PNV, Xabier Arzalluz, para salvaguardar el proceso de paz en Euskadi. El deterioro de las relaciones entre el PP y los peneuvistas tras el 25-O, escenificado de inmediato con un voto de castigo a los Presupuestos para 1999, preocupa en La Moncloa. Aznar telefone¨® ayer a Arzalluz para felicitarle por la victoria de su partido cuando el l¨ªder nacionalista viajaba a Santiago, donde participa en la tercera cumbre de la Declaraci¨®n de Barcelona. La breve charla culmin¨® con el presagio de una pr¨®xima cita. "Ya hablaremos", dijeron al despedirse.

La primera preocupaci¨®n pol¨ªtica de La Moncloa es, en este momento, sacar adelante el incipiente proceso de paz en el Pa¨ªs Vasco. Aznar cree que para que esta oportunidad llegue a buen puerto es condici¨®n necesaria tanto el respaldo del primer partido de Euskadi, el PNV, como el del primer partido de la oposici¨®n en Espa?a, el PSOE. El eje de este proceso de paz, en una primera fase, ser¨¢ un probable di¨¢logo entre el Ejecutivo y ETA para abordar la reinserci¨®n de los presos de la banda, y el Gobierno considera imprescindible el concurso de los principales partidos democr¨¢ticos. Sin su compromiso, las hipot¨¦ticas conversaciones se ver¨ªan sometidas a serios obst¨¢culos.El Ejecutivo de Aznar ha conseguido ya una cierta entente con los socialistas y ha establecido una s¨®lida interlocuci¨®n con el secretario general, Joaqu¨ªn Almunia. Pero las relaciones con el PNV se han complicado tras las elecciones vascas debido al duro enfrentamiento entre populares y nacionalistas en la campa?a. La ¨²ltima expresi¨®n ha sido la votaci¨®n de los nacionalistas, en el Congreso de los Diputados, a favor de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 1999.

Hoy por hoy, se dan todas las condiciones para que las relaciones entre las dos formaciones, lejos de mejorar, empeoren d¨ªa a d¨ªa. En primer lugar, porque rivalizan electoralmente en Euskadi con una dura disputa por espacios comunes, sobre todo en las grandes capitales, con el tel¨®n de fondo de las elecciones a diputaciones y ayuntamientos del pr¨®ximo 12 de junio.

Junto a ello, el PP tiene pr¨¢cticamente decidido ya que va a rechazar la oferta del PNV para entrar en el Gobierno de Juan Jos¨¦ Ibarretxe. El l¨ªder de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, ha puesto como condici¨®n para gobernar con el PNV que este partido abandone el Pacto de Estella, en el que participa junto con EA, HB e Izquierda Unida. Este acuerdo pretende establecer nuevas cotas de autogobierno, superadoras del actual marco estatutario del Pa¨ªs Vasco, y dif¨ªcilmente los peneuvistas van a renunciar a ellas.

En esta tesitura, el choque frontal entre el PNV y particularmente el ministro del Interior, Jaime Mayor, no se va a aminorar. Otra cosa son las relaciones que puedan mantener Aznar y Arzalluz. De ah¨ª la cita que, seg¨²n fuentes de La Moncloa, tienen en marcha. Ambos trataron de salvar, durante la dura campa?a electoral, su relaci¨®n personal. En ninguno de los cuatro m¨ªtines que protagoniz¨® Aznar atac¨® al l¨ªder del PNV, pese a su ofensiva antinacionalista. Y Arzalluz hizo otro tanto. Ahora intentar¨¢n evitar lo peor: que el Gobierno tenga que depender necesariamente de CiU y Coalici¨®n Canaria en el Parlamento en pleno proceso de di¨¢logo con el entorno de ETA.