Volver con manos llenas
Puede dar buen resultado el viaje de El abuelo el pr¨®ximo abril a Hollywood. Incluso puede verse favorecida all¨ª por lo peor que tiene: su, a mi juicio, descabellado pr¨®logo inventado por los guionistas, pues esta secuencia inicial est¨¢ concebida en clave formal de melo ret¨®rico del clasicismo hollywoodense, y los acad¨¦micos californianos no van a entrar en disquisiciones acerca de la evidente intrusi¨®n de este artificioso umbral que han puesto a la formidable tragedia de Gald¨®s.La pel¨ªcula es recia, est¨¢ viva y tiene mucho empuje. Alcanza escenas de temple interpretativo excepcional, sobre todo aqu¨¦llas en que todo est¨¢ impregnado por el inmenso talento de Fern¨¢n-G¨®mez, que compone un Albrit genial. Y m¨¢s a¨²n en las escenas que este estremecedor Abuelo se encuentra con la suave, fraterna, delicada y desesperada r¨¦plica de t¨² a t¨² de Don P¨ªo, ¨²ltima y asombrosa contribuci¨®n a nuestro cine de Rafael Alonso, el enorme actor que acaba de dejarnos.
El d¨²o entre Fern¨¢n-G¨®mez y Alonso tiene derecho a quedar como uno de los momentos mayores de nuestro cine reciente. A las resonancias pr¨®ximas de otros dos d¨²os de gigantes de nuestra literatura -los de Don Quijote y Sancho; y los de Max Estrella y Latino de Hispalis en las Luces de Bohemia, de Valle Incl¨¢n- se a?ade otra m¨¢s pr¨®xima a la sensibilidad de los acad¨¦micos californianos: la del Rey Lear y su Buf¨®n en la suprema tragedia de Shakespeare. Nada de este rasgo shakespeariano de la obra de Gald¨®s pasar¨¢ inadvertido a gente mucha de ella curtida en los escenarios. No ser¨ªa raro que sepan calibrar con justicia la hondura cinematogr¨¢fica de este ejercicio de teatralidad de la vigorosa pel¨ªcula, una teatralidad viva, que alimenta la m¨¦dula de El abuelo y hace de ella una noble obra cinematogr¨¢fica, digna de la procedencia esc¨¦nica que la ampara y empuja: la obra cumbre de Gald¨®s y de todo el teatro moderno en nuestro idioma.
Otro rasgo del filme que puede contribuir a dar a Garci su segundo Oscar est¨¢ en el parentesco de esta pel¨ªcula con el engarce funcional entre el dise?o de producci¨®n y la puesta en escena tradicional en el cine de Hollywood. Si alguna pel¨ªcula espa?ola de ahora puede ir en abril al Oscar y volver con las manos llenas, es ¨¦sta, s¨®lo ¨¦sta.
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