Clemente, o la quietud tensa
Javier Clemente levanta polvos, polvaredas e incluso tormentas a su alrededor. Ayer en su debut como entrenador en el Betis (un equipo de peculiaridades varias) mostr¨® una quietud, que no calma, asombrosa.
No es la primera vez que Clemente se queda muy quieto en el banquillo. Ayer, sentado al lado de Rogelio, ten¨ªa cara de ni?o nervioso. Una de esas caras que se tienen cuando se est¨¢ tenso, a expensas de lo que hagan otros, cuando parece que a uno le est¨¢n estirando la piel desde detr¨¢s de las orejas y las cejas se elevan dejando los ojos indefensos, en desamparo, ante el escrutinio de los testigos.
Este gesto -que no es nuevo en el repertorio de Clemente y que demuestra que hay bastante m¨¢s que el hombre que puede jugar a ser provocador con un cigarrillo o un palo de golf en la mano -s¨®lo se perturb¨® en los ¨²ltimos minutos cuando el entrenador nacido en Barakaldo se asi¨® al borde de PVC del banquillo deseando que acabara el partido.
No es que el resultado peligrara, pero la importancia de ganar era mucha.
Clemente hab¨ªa llegado hac¨ªa un par de d¨ªas y necesitaba vencer para que todo comenzara a rodar. El equipo juega el martes (habr¨¢ entrenamiento hoy mismo) contra el modesto pero molesto Willem II holand¨¦s, en el partido de vuelta de la segunda ronda de la copa de la UEFA.
Seguir adelante ser¨ªa mano de santo para gran parte de los problemas deportivos y de bolsillo del Betis.
Clemente ayer, en contra de los que esperaban un espect¨¢culo continuo de histri¨®n, fue inmensamente humano. Con una camisa de cuadros azules y unos pantalones beis que dejaban entrever sus pantorrillas durante los muchos minutos que permaneci¨® sentado en el banquillo, el entrenador vasco mostr¨® su nerviosismo ante un proyecto que es suyo y en el que, hasta el momento, lo ¨²nico que ha podido hacer es poner ganas.
Clemente sac¨® ayer al Betis de la cola de la clasificaci¨®n. A¨²n le queda mucho, y la mesura parece muy buen comienzo.
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