Arafat declara la guerra a Ham¨¢s

Ahmed Yas¨ªn, el jefe espiritual y pol¨ªtico del movimiento fundamentalista palestino Ham¨¢s, est¨¢ detenido. La orden de arresto fue cursada por el propio presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, quien ha cerrado con esta decisi¨®n cerca de diez a?os de di¨¢logo con los integristas, aline¨¢ndose as¨ª con los pa¨ªses ¨¢rabes que rechazan y combaten el radicalismo isl¨¢mico. La detenci¨®n del profeta de la guerra santa contra Israel es fruto de la nueva colaboraci¨®n de los servicios de seguridad palestinos con la CIA, pero, sobre todo, es el precio que ha tenido que pagar el Gobierno aut¨®nomo para asegurarse el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados en Washington y que entrar¨¢n en vigor hoy. Hasta ayer, s¨¢bado, hab¨ªa habido cuatrocientas detenciones entre los palestinos islamistas.Ahmed Yas¨ªn se ha convertido en el prisionero de Yasir Arafat. El m¨¢ximo dirigente de la principal formaci¨®n islamista palestina fue detenido en su domicilio de Gaza el pasado jueves 29 de octubre, pocas horas despu¨¦s de que su organizaci¨®n se responsabilizara de un ataque suicida, perpetrado con un coche bomba, contra un autob¨²s escolar, que transportaba a 40 hijos de colonos desde el asentamiento de Gush Katif a una escuela hebraica, situada en una implantaci¨®n cercana.

El atentado, que pudo ser evitado en el ¨²ltimo momento gracias a una h¨¢bil maniobra del conductor del veh¨ªculo militar israel¨ª, que se interpuso entre el autob¨²s escolar y el coche del suicida, se sald¨® con un muerto y seis heridos, suficiente para desencadenar las iras del Gobierno israel¨ª, que pidi¨® de inmediato a Yasir Arafat mano dura contra los autores del atentado, el ej¨¦rcito clandestino de Izz al Din Qassam, brazo militar de Ham¨¢s.

El jeque Ahmed Yas¨ªn, de 62 a?os, parapl¨¦jico, medio sordo y con un proceso de ceguera galopante, no ser¨¢ internado en una c¨¢rcel palestina. Las autoridades han tenido con ¨¦l una ¨²nica deferencia: permitirle que permanezca recluido en su propia casa, en un suburbio de la ciudad de Gaza, permanentemente vigilado por la polic¨ªa, pero al mismo tiempo cuidado por su esposa y sus cuatro hijas.

Ahmed Yas¨ªn no es el ¨²nico dirigente islamista detenido por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en las vigilias de la entrada en vigor de los acuerdos de Wye Plantation. El mismo d¨ªa del arresto del jeque, la Seguridad Preventiva de Mohamed Dahlan proced¨ªa a la detenci¨®n de varias decenas de militantes y dirigentes fundamentalistas, entre los que se encontraba el m¨¦dico Mahmoud Zahar, portavoz de la organizaci¨®n en Gaza e interlocutor de Ham¨¢s en ese largo e infructuoso di¨¢logo que durante los ¨²ltimos diez a?os ha venido manteniendo con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP).

Mahmoud Zahar, un hombre amable siempre dispuesto a reunirse con la prensa en las salas de su destartalado consultorio de Gaza, fue en septiembre de 1990 uno de los padres de esa Carta de Honor, que dirigentes de Ham¨¢s y del partido gubernamental palestino Al Fatah firmaron en Am¨¢n gracias a la mediaci¨®n del rey Hussein de Jordania y de los Hermanos Musulmanes, con la que se puso fin a a?os de enfrentamientos. El doctor Zahar fue, asimismo, uno de los interlocutores de Ham¨¢s en el di¨¢logo que se ha venido manteniendo con la OLP y con el que Arafat trat¨® de ganarse la confianza de los islamistas, ofreci¨¦ndoles a cambio de su ingreso en la OLP una representaci¨®n suculenta en los ¨®rganos de direcci¨®n de la organizaci¨®n. Las conversaciones, que tuvieron como escenario las m¨¢s diferentes capitales ¨¢rabes, se complicaron con la firma de los Acuerdos de Oslo, que fueron recibidos con reticencia y desagrado por los dirigentes integristas, defensores a ultranza de una "lucha controlada" armada contra Israel, y "opositores ambiguos" del proceso de paz.

Arafat tendi¨® por ¨²ltima vez la mano a Ham¨¢s el pasado verano, cuando les ofreci¨® formar parte de su nuevo Gobierno, reserv¨¢ndo para ellos las carteras de Educaci¨®n y Asuntos Religiosos, entre otras. La propuesta fue rechazada por la direcci¨®n de la formaci¨®n fundamentalista argumentando, entre otras razones, que no quer¨ªan sentarse en la misma mesa en la que estaban varios ministros acusados de malversaci¨®n y corrupci¨®n.

"Se nos avecinan d¨ªas duros", hab¨ªa vaticinado con realismo Yas¨ªn pocos d¨ªas despu¨¦s de que se firmaran los acuerdos de Washington, por los que Israel se compromete a ceder territorios y dar concesiones econ¨®micas a cambio de seguridad, es decir, la represi¨®n del movimiento islamista. El jeque hizo este comentario pensando tambi¨¦n en que con la firma del pacto de Wye Plantation deber¨ªa hacer frente no s¨®lo a los m¨²ltiples servicios secretos palestinos, sino, adem¨¢s, a un nuevo y m¨¢s poderoso enemigo: la CIA.

Arafat y George Tenet, el jefe supremo de la CIA, se hab¨ªan saludado por primera vez en el palacio presidencial de Gaza el pasado 10 de junio. La entrevista se llev¨® a cabo por la noche en presencia de los mediadores palestinos en el proceso de paz Saeb Erekat y Abu Mazen, quienes en d¨ªas anteriores hab¨ªan celebrado reuniones previas con el jefe de los servicios secretos norteamericanos, gracias a la mediaci¨®n del embajador de Estados Unidos en Israel, Edward Walker.

La noche del 10 de junio, Arafat y Tenet pusieron las bases de una firme colaboraci¨®n. El pacto entre la ANP y la CIA se ratific¨® solemnemente en los Acuerdos de Wye Plantation. El primer fruto de esta alianza ha sido la detenci¨®n del jeque Ahmed Yas¨ªn, el s¨ªmbolo del islamismo radical en Palestina. Los pasos siguientes ser¨¢n, sin duda, la reestructuraci¨®n de sus servicios de seguridad, que configuran una nebulosa de diez organizaciones diferentes, sumidas desde hace tiempo en una guerra est¨¦ril y fratricida.

Yasir Arafat se alinea con esta decisi¨®n con los pa¨ªses ¨¢rabes -T¨²nez, Egipto, Siria, Marruecos y sobre todo Argelia, entre otros- que han convertido el fundamentalismo isl¨¢mico en su peor enemigo. El inicio de la guerra contra Ham¨¢s ha sido recibida con una ovaci¨®n por la Casa Blanca y con una dura nota de condena del ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, quien, desde Teher¨¢n, ha acusado al lider palestino de "traidor".