"Creo que parte de los votantes de UV podr¨ªan adherirse al Bloc"
Pere Mayor (Ontinyent, 1959) es inasequible al desaliento. Diez a?os despu¨¦s de su nombramiento como secretario general de la Unitat del Poble Valenci¨¤ contin¨²a trabajando "por y para este pa¨ªs", ahora, como l¨ªder del Bloc Nacionalista Valenci¨¤ (BNV). Mayor, optimista a prueba de bombas, est¨¢ convencido de que la necesidad de un proyecto pol¨ªtico nacionalista acabar¨¢ por calar en la sociedad valenciana. P. Parafraseando la frase tradicionalmente utilizada por los seguidores del Bar?a, ?Este a?o s¨ª? R. En las elecciones de 1999, s¨ª, pero el hecho de que el valencianismo pol¨ªtico entre en el parlamento es un paso m¨¢s. Nuestra finalidad no es entrar en las Cortes o en el Ayuntamiento de Valencia, aunque el sistema -merced a la ley d?Hont- nos ha impedido tener una representaci¨®n pol¨ªtica merecida a juzgar por nuestro n¨²mero de votos. Pero eso es el pasado, y nosotros debemos mirar al futuro. ?Qu¨¦ nos dice el futuro? Que la ¨²nica garant¨ªa como pueblo que tenemos los valencianos pasa por la consolidaci¨®n de una alternativa pol¨ªtica propia. La obtenci¨®n de representaci¨®n en varios ¨¢mbitos no es m¨¢s que una parada determinada en un largo trayecto. P. ?C¨®mo se completar¨¢ ese ¨¢rduo periplo? R. Pisando el suelo, comprendiendo la realidad social de este pa¨ªs. Uno de los errores del valencianismo que nosotros representamos fue que, despu¨¦s de la transici¨®n, interpretamos la situaci¨®n de esta tierra de una manera bastante alejada de la realidad. Y, ?por qu¨¦ no decirlo?, sectores progresistas dieron apoyo electoral a fuerzas pol¨ªticas que finalmente nos enga?aron. As¨ª de claro: yo no me siento enga?ado por el PP, que act¨²a como la derecha tradicional valenciana, pero si por el PSPV-PSOE. P. -?Por qu¨¦ su partido ha sido incapaz de adaptar su mensaje a su mercado electoral?. R. El valencianismo pol¨ªtico actual nace de los movimientos intelectuales, universitarios y de reflexi¨®n de la transici¨®n. No es un valencianismo que tenga un poso hist¨®rico en los a?os treinta, en la Segunda Rep¨²blica. Tal vez por ello ten¨ªa un discurso excesivamente intelectualizado, muy racionalista. El proceso que hemos empezado con el BNV, y que se genera en los ¨²ltimos congresos de UPV, implica cambios muy sustanciales. El debate ya no se da entre la izquierda y la derecha, sino entre el centralismo y el nacionalismo, y ese proceso (el camino hacia la paz en el Pa¨ªs Vasco, la declaraci¨®n de Barcelona) acabar¨¢, alrededor del a?o 2000, en una reforma constitucional. Y, entonces, la pregunta ser¨¢, ?Seremos traicionados los valencianos en esta segunda transici¨®n?. S¨®lo iniciativas pol¨ªticas como la nuestra garantizan que no. P. No obstante, la realidad es tozuda. Su proyecto sigue sin conseguir representaci¨®n institucional. R. Como ya he dicho, porque hay una ley que nos lo impide. Sin embargo, desde las primeras elecciones auton¨®micas y municipales en las que concurrimos (en 1984) estamos en una l¨ªnea ascendente. De cotas de poco m¨¢s de 50.000 votos aquel a?o, hemos crecido hasta m¨¢s de 70.000 en las elecciones autonomicas y 80.000 en las municipales. Poco a poco, pero seguimos creciendo. P. Convenza a los votantes de la necesidad de confiar en el BNV. R. Ser¨¦ muy claro. Este pa¨ªs necesita una fuerza pol¨ªtica valencianista y de progreso, que pueda sumar a personas que tengan diferencias ideol¨®gicas pero un inter¨¦s com¨²n: la defensa de los intereses sociales, econ¨®micos, culturales y pol¨ªticos valencianos. P. ?Esa necesidad de sumar esfuerzos explica la convergencia entre diversas sensibilidades del valencianismo tradicionalmente separadas y, a veces, incluso enfrentadas?. R. Creo que la discusi¨®n sobre la simbolog¨ªa y, en definitiva, sobre las esencias del pa¨ªs, a qui¨¦n m¨¢s da?o ha hecho es a la lengua y la cultura del propio pa¨ªs. La construcci¨®n del nacionalismo valenciano lleva ya muchos a?os de retraso, y eso lo paga no s¨®lo la lengua o la cultura valenciana, sino tambi¨¦n nuestra econom¨ªa, empresas o infraestructuras. Todas esas discusiones han dilapido muchos recursos, cuando, por ejemplo, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n no se siente orgullosa de su tierra porque, durante a?os, se ha incentivado la desvalencianizaci¨®n del pa¨ªs enfrentando unas ciudades con otras, unos pueblos con los de al lado. P. Alguien podr¨ªa pensar que su proyecto est¨¢ estancado. Un reciente informe sociol¨®gico asegura que los valencianos "siguen optando por la realidad dominante y se refugian en el espa?olismo". R. Es cierto. Todo nos conduce a una escasa conciencia nacional, pero, a pesar de todo, sigo siendo optimista. Este pa¨ªs ya no existir¨ªa si no hubiera un sustrato de valencianidad evidente, que permite que haya cierto sentimiento nacional en muchas comarcas y que el valenciano contin¨²e siendo una lengua viva. Nosotros ofrecemos una alternativa de progreso que evite que los valencianos, como hemos hecho durante todo este siglo, nos relacionemos con el estado ¨²nicamente para ponernos en la cola y pagar. P. Varias fuerzas de car¨¢cter nacionalista, entre las que estaba el BNV, suscribieron la llamada Declaraci¨®n de Barcelona. ?Qu¨¦ influencia tendr¨¢ este documento en el BNV y la Comunidad Valenciana?. R. En principio, plantea un debate profundo sobre la idiosincrasia del Estado, y adem¨¢s, cuestiona la configuraci¨®n del pa¨ªs creada a ra¨ªz de la constituci¨®n. Gallegos y mallorquines, catalanes y vascos, ya se preparan bien para gobernar o bien para avanzar en su soberan¨ªa. ?C¨®mo afrontamos el futuro los valencianos cuando nuestro estatuto de autonom¨ªa sigue sin ser modificado? Seamos valientes: ahora, con la tregua de ETA, se abre un periodo que puede acabar en el reconocimiento real de la pluralidad del estado. El BNV tiene mucho que decir ah¨ª. P. Su partido intenta aglutinar a diferentes facciones del nacionalismo valenciano. ?Es posible a medio plazo converger con Uni¨®n Valenciana (UV)? R. Para que eso fuera posible, UV deber¨ªa ser un partido, y no una formaci¨®n totalmente entregada al PP y ¨²nicamente preocupado de conservar su parte del reparto del pollo. Me parece esquizofr¨¦nico que UV critique al PP en Madrid y trabaje para ellos en Valencia. Eso si, creo que parte de los votantes de UV podr¨ªan adherirse a nuestro proyecto. P. En consecuencia, su proyecto pol¨ªtico abandona cualquier referencia a los Pa?sos Catalans. R. En t¨¦rminos pol¨ªticos si, en los culturales y ling¨¹¨ªsticos no, as¨ª como tampoco en los electorales. Hemos hecho una coalici¨®n electoral con las principales fuerzas pol¨ªticas de las Islas Baleares y Catalu?a.
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