"Est¨¢n empezando a hablar nuestro mismo lenguaje"

Los gestores chinos "est¨¢n empezando a hablar nuestro mismo lenguaje". As¨ª resumi¨® las primeras sesiones del nuevo foro el primer ejecutivo de Nokia, Veli Sundaback. Presente en el pa¨ªs desde los a?os cincuenta, el gigante europeo de las telecomunicaciones coloca cada a?o un mill¨®n de tel¨¦fonos port¨¢tiles en China. Tiene siete empresas mixtas y una filial al 100%; fabrica la mitad de lo que vende, una proporci¨®n notable; emplea a 3.000 obreros e investiga en el pa¨ªs.

"Estamos bastante satisfechos", eval¨²a Sundaback. Y es que China, como naci¨®n, es su segundo cliente mundial. Sobre la pol¨¦mica obligaci¨®n de operar en asociaci¨®n con una empresa local, se queja con algo menos de amargura que sus colegas: "Al principio es muy dif¨ªcil, pero ha ido mejorando gradualmente".

La gran qu¨ªmica belga, Solvay, produce en tres f¨¢bricas, con 200 obreros. "Si todo va bien, esperamos entrar en rentabilidad en cinco a?os, y en diez si las cosas van mal", calcula con flema su presidente, el bar¨®n Janssen, dispuesto a no renunciar a una presencia considerada estrat¨¦gica.

La papelera finlandesa Enso, que se est¨¢ fusionando con la sueca Stora para crear el primer grupo mundial del sector (facturando 13.000 millones de d¨®lares), ha inaugurado recientemente una f¨¢brica, que todav¨ªa no trabaja a plena capacidad. Ha pasado por el aro de una empresa mixta (de la que ostenta el 70%), pero considera que "China es un buen lugar para instalarse" por las perspectivas de su mercado, declara su presidente, Jukka Harmala.

Es lo que tratar¨¢n de verificar los 35 empresarios belgas que llegan hoy a Tokio acompa?ando al primer ministro, Jean-Luc Dehaene. Y los 80 espa?oles que acuden el jueves, con el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, pues Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar al final no se ha desplazado. "Espa?a cierra plaza en este oto?o europeo", comenta, satisfecho, el embajador, Juan Le?a.