180 pa¨ªses buscan desde hoy un dif¨ªcil acuerdo para reducir el efecto invernadero
La conferencia de Buenos Aires pretende poner en marcha el protocolo de Kioto
La b¨²squeda de compromisos ejecutivos que aceleren la puesta en marcha efectiva del Protocolo de Kioto, aprobado hace un a?o, sobre limitaci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero, es el objetivo de la IV Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, que se inaugura hoy en Buenos Aires. Delegados de 180 pa¨ªses intentar¨¢n alcanzar acuerdos, que se presentan dif¨ªciles, sobre los mecanismos que deben regular las pactadas medidas de reducci¨®n de emisiones. La Conferencia se clausura el pr¨®ximo d¨ªa 13.
El Protocolo de Kioto estableci¨® un compromiso jur¨ªdicamente vinculante por el que los pa¨ªses industrializados deben reducir las emisiones a la atm¨®sfera de seis gases de efecto invernadero en un 5,2% en el periodo 2008-2012 respecto al nivel de 1990.El incremento de las concentraciones en la atm¨®sfera de ciertos gases, sobre todo di¨®xido de carbono (CO2) y metano, refuerza el efecto invernadero natural que mantiene las temperaturas del planeta en un rango apto para la vida. El consiguiente aumento de las temperaturas medias de la Tierra, el cambio clim¨¢tico, ser¨¢ manifiesto durante el siglo que viene, seg¨²n las predicciones de los cient¨ªficos.
El objetivo de la cumbre de Buenos Aires es establecer las normas para cumplir el protocolo de Kioto. "Estas normas son sumamente importante porque han de afectar los costes econ¨®micos de la reducci¨®n de emisiones en los pr¨®ximo decenios, as¨ª como las deliberaciones sobre los compromisos futuros que han de asumir tanto los pa¨ªses desarrollados como en desarrollo", ha explicado Michael Zammit Cujarat, secretario ejecutivo de la Convenci¨®n.
Para su entrada en vigor, el protocolo de Kioto ha de ser ratificado al menos por 55 pa¨ªses cuyas emisiones supongan como m¨ªnimo el 55% de las emisiones globales. Hasta ahora ha sido firmado por 57 pa¨ªses.
Condiciones
La Uni¨®n Europea ha firmado el documento internacional, pero no as¨ª EEUU, el mayor emisor per c¨¢pita de gases de efecto invernadero, con un 36% del total. Y Washington condiciona la ratificaci¨®n del acuerdo a que los pa¨ªses en desarrollo adquieran compromisos vinculantes en el esfuerzo de reducci¨®n de emisiones. ?ste ser¨¢ uno de los ejes de las controversias en Buenos Aires, ya que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo quedaron excluidos en Kioto de la obligaci¨®n de reducir su contaminaci¨®n a la atm¨®sfera."La postura de la UE es favorable a que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo asuman voluntariamente compromisos, pero no a obligarlos", explica Dolores Carrillo, del Ministerio de Medio Ambiente y miembro de la delegaci¨®n espa?ola. Mientras tanto, seg¨²n los informes nacionales presentados a la convenci¨®n del cambio clim¨¢tico, se observa una tendencia al aumento de los compromisos voluntarios, pero esta postura no es aceptada por otros pa¨ªses no industrializados, que argumentan que las emisiones hist¨®ricas (generadas por el desarrollo econ¨®mico tradicional de las naciones industrializadas) han generado el problema, y que los responsables tienen que asumir la carga de la soluci¨®n.
Mientras tanto, las emisiones aumentaron en 1995 (¨²ltimo a?o para el que hay datos oficiales globales) respecto a 1990. La excepci¨®n a este incremento son los pa¨ªses de Europa central y oriental, cuyas emisiones se redujeron durante la transici¨®n a econom¨ªas de mercado.
Las organizaciones defensoras del medio ambiente, que ya fueron muy cr¨ªticas en Kioto por el escaso porcentaje de reducci¨®n acordado (ese 5,2% que se concreta en un 6% menos para Jap¨®n, un 7% para EEUU y un 8% para Europa), han manifestado su pesimismo ante la reuni¨®n que hoy comienza.
Entre los mecanismos a debatir en Buenos Aires, tres centrar¨¢n las mayores controversias. Uno de ellos es el mercado de emisiones, por el que un pa¨ªs cuyo nivel de producci¨®n de gases est¨¦ por debajo del l¨ªmite que se le consiente puede vender ese excedente a otro que podr¨¢ contabilizar tal compra en su esfuerzo de reducci¨®n de contaminantes. La cuesti¨®n abierta es si se impone un techo m¨¢ximo, a la utilizaci¨®n de este mecanismo.
Ricos y pobres
"Es una negociaci¨®n entre pa¨ªses ricos y pobres, entre norte y sur, gracias a la cual los primeros pueden seguir emitiendo en sus niveles o aumentarlos a costa de que los pobres no emitan", ha declarado Humberto da Cruz, de la asociaci¨®n ecologista Amigos de la Tierra.El principal defensor de que este mecanismo se aplique de forma ilimitada es Estados Unidos. "Rusia pretende vender (y EEUU comprar) la disminuci¨®n de emisiones imaginarias que el derrumbe econ¨®mico de la antigua URSS produjo", recuerda la organizaci¨®n WWW/ADENA. "Son emisiones que nuestro sistema clim¨¢tico nunca iba a recibir y que ahora van a introducirse por una puerta falsa. No es una cantidad de emisiones despreciable, ya que la ruina industrial de Rusia ha hecho que sus emisiones disminuyeran en un 30% respecto al nivel de 1990. Ello significa unos 500 millones de toneladas de CO2 al a?o, que equivaldr¨ªan a las emisiones de 90 grandes centrales t¨¦rmicas o a la mitad de lo que emiten anualmente Alemania o Jap¨®n, o alrededor del 15% de las emisiones de la UE".
Los ministros de medio ambiente de la UE, en su ¨²ltima reuni¨®n celebrada el pasado 6 de octubre, "no llegaron a un acuerdo en cuanto a defender un techo m¨¢ximo para la utilizaci¨®n de estos mecanismos, pero s¨ª estuvieron de acuerdo en promover por todos los medios que la limitaci¨®n sea local, que los esfuerzos se hagan dentro del propio pa¨ªs", comenta Carrillo.
Otra cuesti¨®n pol¨¦mica son los sumideros -los bosques sobre todo-, que son capaces de absorber di¨®xido de carbono, y cuyo efecto podr¨¢n contabilizar los pa¨ªses en su saldo de emisiones. La dificultad de fijar criterios cuantitativos y cualitativos en la aplicaci¨®n de este mecanismo ya se hizo patente en Kioto, y poco se ha avanzado desde entonces. La transferencia de tecnolog¨ªas limpias a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo es otro punto controvertido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Humberto da Cruz
- WWF Espa?a
- Kioto
- Ecologismo
- Dolores Carrillo
- Cumbre Kioto 1997
- Cumbre del clima
- Argentina
- Protocolo Kioto
- Conferencias internacionales
- WWF
- Jap¨®n
- Pol¨ªtica ambiental
- ONG
- Ecologistas
- Cmnucc
- Efecto invernadero
- Acuerdos internacionales
- Cumbres internacionales
- Solidaridad
- Acuerdos ambientales
- Relaciones internacionales
- Pol¨ªtica social
- Organizaciones medioambientales