Tierra de nadie
La Gerencia Municipal de Urbanismo de Jerez ha emprendido una lucha sin cuartel contra los asentamientos ilegales en las ca?adas y v¨ªas pecuarias del t¨¦rmino municipal, uno de los de mayor extensi¨®n del territorio nacional, con casi 1.200 kil¨®metros cuadrados. El caso de la barriada rural de Gibalb¨ªn, ha vuelto a reabrir el debate sobre esta cuesti¨®n. En esta zona residen algo m¨¢s de 800 vecinos repartidos en unas 300 viviendas. La gran mayor¨ªa de ellas son consideradas ilegales por los responsables urban¨ªsticos del Ayuntamiento de Jerez. "No nos temblar¨¢ el pulso a la hora de abrir expedientes", coment¨® recientemente el delegado de Urbanismo, Jos¨¦ L¨®pez. El Ayuntamiento de Jerez ha iniciado esta ofensiva despu¨¦s de llevar un buen n¨²mero de a?os intentando derribar el chal¨¦ de Bert¨ªn Osborne. Pacheco no hubiera intentado nunca iniciar acciones urban¨ªsticas contra zonas m¨¢s deprimidas sin haber finalizado antes el proceso "con los poderosos". A pesar de todo, la casa de Sandra Domecq, ex mujer del presentador y cantante, se qued¨® en pie y s¨®lo se pudo derribar el ¨¢tico. Jos¨¦ L¨®pez, que ha instado en varias ocasiones a la Junta de Andaluc¨ªa a que desafecte las ca?adas, se ha convertido en blanco de las cr¨ªticas de vecinos y representantes de las zonas afectadas. El duro enfrentamiento que mantiene estos d¨ªas con el alcalde-delegado de Gibalb¨ªn, Juan Palma, ya se ha repetido con anterioridad cuando se iniciaron los expedientes de otras barriadas rurales como La Guare?a o Las Pachecas. En casi todos los casos, los afectados han tachado de "injusta" la iniciativa del Ayuntamiento de Jerez. Los argumentos que esgrimen los propietarios de viviendas ilegales para hacer frente a la norma urban¨ªstica son su principal y ¨²nica defensa: "Llevamos desde que llegamos aqu¨ª pagando el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y el recibo del agua. ?C¨®mo nos dicen ahora que esto no es legal?", comenta Diego, uno de los muchos hombres que en Gibalb¨ªn se dedica a trabajar en el campo cuando hay faena. "Esto ha estado aqu¨ª de toda la vida", dice una se?ora en el portal de su casa. Desde Gibalb¨ªn, su alcalde ha llegado a acusar al Ayuntamiento jerezano de crear una alarma innecesaria entre sus convecinos. Las multas que baraja la Gerencia Municipal de Urbanismo para este tipo de infracciones son de entre un mill¨®n y cinco millones de pesetas. Muchos han recibido ya "la carta". La pr¨¢ctica totalidad dice que no pagar¨¢ una peseta. "Esto es una barriada rural, con gente en su mayor¨ªa de la tercera edad y con cinco o seis meses de trabajo al a?o como mucho", explica Juan Palma. Movilizaciones El caso de Gibalb¨ªn, el que ahora ocupa a la Gerencia Municipal de Urbanismo, se est¨¢ tornando en uno de los m¨¢s complicados de resolver. Los vecinos no descartan la elaboraci¨®n de un calendario de movilizaciones y ya han tomado contacto con un abogado para llevar al consistorio de Jerez a los juzgados. Tratan de evitar a toda costa que, como ocurri¨® en otras ocasiones, los expedientes finalicen con una m¨¢quina excavadora derribando sus casas. Con casi toda probabilidad, ser¨¢ un juez el que finalmente decida si las casas de Gibalb¨ªn y las dem¨¢s barriadas afectadas est¨¢n o no en tierra de nadie.
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