?Viva Bola?o!
Fue el primer escritor que conoc¨ª. Fue hace mucho tiempo, en Girona, donde Roberto Bola?o vivi¨® durante una larga temporada. Me lo present¨® un amigo que, como yo, quer¨ªa ser escritor, pero que a¨²n no hab¨ªa escrito una sola l¨ªnea, lo mismo que yo. No recuerdo muy bien de qu¨¦ hablamos, pero s¨ª que, cuando mi amigo le pregunt¨® c¨®mo iba la novela que estaba escribiendo, Bola?o contest¨®: "Va, pero no s¨¦ muy bien hacia d¨®nde". La frase me impresion¨® much¨ªsimo, porque me pareci¨® la frase de un escritor de verdad, aunque yo estaba seguro de que aquel tipo con aire de buhonero hippy, de esos que andan por los mercadillos vendiendo baratijas, no pod¨ªa ser un verdadero escritor, porque yo entonces cre¨ªa que los verdaderos escritores s¨®lo pod¨ªan vestir como funcionarios entristecidos, igual que si fueran Franz Kafka.Por supuesto, me equivoqu¨¦, pero eso s¨®lo lo supone muchos a?os despu¨¦s, cuando yo ya hab¨ªa le¨ªdo, entre la envidia y la admiraci¨®n, varios libros de Roberto Bola?o sin poder asociar su nombre ni su fotograf¨ªa con el buhonero hippy de tantos a?os antes. Fue otra vez en Girona, en la presentaci¨®n de Llamadas telef¨®nicas. Otra vez fue un amigo escritor quien me lo present¨®, y apenas le hube estrechado la mano y hube cruzado cuatro palabras con ¨¦l, supe sin posibilidad de error que el tipo a quien ten¨ªa delante era el mismo a quien hab¨ªa conocido siglos atr¨¢s y cuya primera novela iba, pero no se sab¨ªa muy bien ad¨®nde iba. Naturalmente, aquel d¨ªa no le dije a Bola?o que la primera vez que lo vi yo hab¨ªa puesto en duda que fuera un escritor de verdad, pero para paliar la verg¨¹enza de mi equivocaci¨®n me pas¨¦ toda la noche saltando a su alrededor, vestido de funcionario entristecido y gritando: "?Viva Bola?o!".
Ahora est¨¢ de moda que los escritores se inventen biograf¨ªas azarosas. Bola?o no necesita inventarla, porque la suya lo es. Ha vivido en los lugares m¨¢s inveros¨ªmiles, incluido Girona, y ha desempe?ado los oficios m¨¢s descabellados, incluido el de vendedor de baratijas por los mercadillos del mundo. Pero eso no tiene ninguna importancia: en realidad, como cualquier escritor de verdad, Bola?o no ha hecho m¨¢s que una cosa en su vida: esforzarse en ser escritor. No lo ha conseguido: lo que ha conseguido es ser uno de los escritores m¨¢s interesantes que hay ahora mismo en castellano. Hace a?os padeci¨® una operaci¨®n muy complicada. Desde entonces vive como asceta, en Blanes, donde acaban algunos de los protagonistas de sus historias. Sigue teniendo aspecto de buhonero hippy. Ha vivido y ha bebido mucho; ahora apenas vive, porque s¨®lo escribe, y tampoco bebe, o s¨®lo bebe Mirinda, que es una cosa muy complicada, porque esa bebida infecta ya no se fabrica. Le han dado el Premio Herralde por Los detectives salvajes. No he le¨ªdo la novela y no puedo hablarles de ella. Estoy seguro, en cambio, de que el Premio Herralde se ha premiado a s¨ª mismo. Tambi¨¦n nos ha premiado a nosotros. Muchas gracias. Ya se me olvidaba: ?viva Bola?o!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.