Garz¨®n impugna la inmunidad de Pinochet como ex jefe de Estado y pide su extradici¨®n a Espa?a

El juez Baltasar Garz¨®n propuso ayer al Gobierno que solicite a las autoridades brit¨¢nicas la extradici¨®n del ex dictador chileno Augusto Pinochet por delitos de genocidio, terrorismo y torturas. En la propuesta, elevada a la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, a trav¨¦s del presidente de la Audiencia Nacional, se impugna la inmunidad soberana que los brit¨¢nicos provisionalmente han concedido a Pinochet y se se?ala que los propios ingleses en ocasiones anteriores han denegado esa prerrogativa, como en los casos de la reina Mar¨ªa Estuardo, en el siglo XVI, o el del kaiser Guillermo II de Honhenzollern, y el del almirante Karl D?nitz, jefe del Estado alem¨¢n tras la muerte de Hitler, en este siglo.

El magistrado destaca, en el auto dictado ayer, que Pinochet "encabez¨® el 11 de septiembre de 1973, un golpe militar que dio como resultado el derrocamiento y muerte del presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, y el inicio de una feroz represi¨®n" que se extendi¨® hasta 1990.Pinochet, agrega el auto, "desde su posici¨®n de mando, pero en una actividad ajena a la funci¨®n p¨²blica como presidente de la Junta de Gobierno, cre¨® y lider¨® en el interior de su pa¨ªs, en coordinaci¨®n con otros responsables militares y civiles en Chile y en el exterior, de acuerdo con Argentina y otros Estados del Cono Sur Americano, una organizaci¨®n delictiva internacional cuya ¨²nica finalidad era conspirar, desarrollar y ejecutar un plan criminal sistem¨¢tico de detenciones ilegales, secuestros, torturas seguidas de la muerte de la persona, desplazamientos forzosos de miles de personas y desaparici¨®n selectiva de un m¨ªnimo de 3.178 con la finalidad de alcanzar una serie de objetivos pol¨ªtico-econ¨®micos que reafirmen las bases de la conspiraci¨®n y consigan instaurar el terror de la poblaci¨®n".

Grupo nacional y ¨¦tnico

El auto describe las atrocidades cometidas tanto en Chile como en otros pa¨ªses, incluido Estados Unidos y Europa, que fueron ordenadas por Pinochet y relaciona en 300 p¨¢ginas los secuestros, asesinatos, torturas y desapariciones de unas 3.000 personas, especificando las causas por las que fueron perseguidos, entre las que destacan los opositores pol¨ªticos, grupos ¨¦tnicos o religiosos.En los fundamentos jur¨ªdicos del auto, en el que se propone al Gobierno que solicite la extradici¨®n, Garz¨®n se?ala que Pinochet actu¨® "de acuerdo con el plan previamente dise?ado de eliminaci¨®n selectiva y sistem¨¢tica de opositores pol¨ªticos, segmentos o sectores concretos del grupo nacional chileno, grupos ¨¦tnicos o religiosos, con el fin de eliminar cualquier discrepancia ideol¨®gica y purificar el sistema de vida chileno atacando a aquellos que difund¨ªan posturas pol¨ªticas socialistas o comunistas (marxistas) como tambi¨¦n a los simplemente discrepantes".

El magistrado afirma que Pinochet "no goza de inmunidad de tipo alguno", y recuerda que el hecho de que sea senador vitalicio en Chile no supone que tenga inmunidad en Espa?a, puesto que para ello, tendr¨ªa que ser senador espa?ol en activo y por elecci¨®n popular, puesto que la legislaci¨®n espa?ola no acepta la figura del senador "vitalicio", por cuanto que distorsiona el propio sistema constitucional y legal de elecci¨®n.

Critica al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o por equiparar la orden de detenci¨®n internacional y la extradici¨®n de Pinochet a "un atentado contra la libertad del se?or Pinochet" y puntualiza que el ex dictador no estaba realizando en Londres misi¨®n diplom¨¢tica u otra misi¨®n especial alguna.

Garz¨®n arremete contra el principio de inmunidad soberana, que provisionalmente han concedido los tribunales brit¨¢nicos al ex general Pinochet en su condici¨®n de antiguo jefe de Estado. Tras hacer historia de ese privilegio, que data del siglo XV, detalla los casos en los que los propios brit¨¢nicos lo han cuestionado. Y as¨ª, recuerda la decapitaci¨®n de la reina de Escocia Mar¨ªa Estuardo, que invoc¨® esa prerrogativa y fue denegada por la C¨¢mara de los Lores; el intento de juzgar al kaiser Guillermo II, tras la IGuerra Mundial, y la entrega al Tribunal de Nuremberg, en 1945, del jefe del Estado alem¨¢n, el almirante Karl D?nitz, quien ocup¨® el puesto tras la muerte de Hitler.

Garz¨®n insiste en que "la instituci¨®n de la inmunidad soberana no puede proteger a quien se le imputa delito de genocidio, ya que aquella no puede ir en contra de la Convenci¨®n sobre Genocidio de 1948, ya que ¨¦sta obliga al Reino Unido".

Adem¨¢s, argumenta que Pinochet se convirti¨® en jefe de Estado al derrocar por la fuerza a un Gobierno democr¨¢tico; se le imputan cr¨ªmenes contemplados en el derecho internacional, que tambi¨¦n violaron la legislaci¨®n chilena, aunque posteriormente fueron amnistiados en Chile. La imnunidad soberana es un asunto de cortes¨ªa y puede no aplicarse expresa o impl¨ªcitamente.

Garz¨®n se anticipa a las preocupaciones brit¨¢nicas y se?ala que no es una respuesta adecuada argumentar que si se concediera la extradici¨®n de Pinochet "someter¨ªa a todos los ex jefes de Estado, incluyendo a la Reina, a la jurisdicci¨®n penal fuera de sus propios pa¨ªses", y que ¨¦stos podr¨ªan verse sujetos a acusaciones fabricadas o a imputaciones falsas.

Inmunidad y cr¨ªmenes

Pero el magistrado se?ala: "La idea de que el querellado Pinochet pueda disfrutar de inmunidad de jefe de Estado en el Reino Unido para prevenir que la negaci¨®n de dicha inmunidad pudiera sentar precedentes que luego ser¨ªan utilizados de manera tramposa en otras partes, es dif¨ªcil de aceptar a la luz del obviamente mayor inter¨¦s que tiene Gran Breta?a en combatir los cr¨ªmenes contra la humanidad".El auto rechaza tambi¨¦n que el caso que Garz¨®n instruye sea considerado "cosa juzgada". A Pinochet se le persigue por genocidio, terrorismo y torturas, delitos por los que nunca ha sido juzgado en ning¨²n pa¨ªs.

Los ¨²ltimos folios del auto est¨¢n dedicados a las figuras del genocidio, del terrorismo y de las torturas y a su enjuiciamiento universal. Garz¨®n considera llamativo que los hechos que se investigan no hubieran sido considerados como genocidio hasta ahora en ning¨²n juzgado y que sin embargo, la ONU, "consciente de lo que estaba sucediendo, recibi¨® y acogi¨® a todos aquellos que consegu¨ªan huir como v¨ªctimas de un verdadero genocidio".