La exhumaci¨®n de Gades
El subsuelo de C¨¢diz sigue proporcionando sorpresas y sacando a la luz vestigios de ¨¦pocas pasadas. Cada obra, excavaci¨®n o simple movimiento de tierras engrandece el legado hist¨®rico de la ciudad m¨¢s ant¨ªgua de Occidente. 3000 a?os de existencia est¨¢n enterrados bajo el casco urbano actual y los reductos arqueol¨®gicos emergen en un estado de conservaci¨®n casi excelente. Durante los ¨²ltimos meses se ha incrementado de forma apreciable el n¨²mero de hallazgos. Todos se corresponden con la ¨¦poca fenicia o romana. Con menor o mayor trascendencia por su valor o conservaci¨®n, pero de estas civilizaciones. La Casa del Obispo ha sido hasta ahora en las ¨²tlimas semanas un aut¨¦ntico cofre de tesoros. Numerosas tumbas de familias influyentes fenicias han sido desenterradas, dejando al descubierto una necr¨®polis de grandes dimensiones. Un gran anillo de oro macizo y cer¨¢micas varias han corroborado la plenitud comercial que se vivi¨® en el Gades del siglo VI a.C, cuando las conexiones con puertos del Mediterr¨¢neo consolidaban la econom¨ªa prospera del momento. M¨¢s enclaves en distintos puntos de la ciudad han dado muestras de la historia gaditana. Han sido encontradas significativas fosas, edificaciones, muros, viviendas y el teatro de la colonizaci¨®n romana. Incluso los historiadores tienen pruebas m¨¢s que suficientes para sentenciar la teor¨ªa de la Didime (la doble ciudad) del I a. C. y I d.C. con los restos que coinciden con la ne¨®polis que levant¨® Balbo el Menor. Dos tumbas fenicias con restos de ni?os de unos 5 a?os; un peque?o colgante de electr¨®n (oro y plata); un estracto calcol¨ªtico con numerosos cuchillos de silex, del a?o 2000 a.C.; cer¨¢mica griega y una peque?a cabeza de barro con la silueta de una diosa del siglo IV a.C son los nuevos vestigios localizados. Huella musulmana El ¨²ltimo hallazgo ha aportado un elemento novedoso: la primera prueba de la poblaci¨®n hispano musulmana en C¨¢diz. Es un dato hist¨®rico que se conoc¨ªa, pero del que no hab¨ªa huellas ni restos fehacientes. Ahora s¨ª, gracias a las obras que se realizan en una peque?a parcela, donde se proyecta la construcci¨®n de viviendas, situada a escasos 100 metros del Teatro Romano y frente a la ant¨ªgua C¨¢rcel Real, dentro del barrio de Santa Mar¨ªa. El per¨ªodo Almohade (final del siglo XII y principios del XIII) tuvo una presencia destacada en la capital gaditana. El enterramiento encontrado a menos de medio metro del suelo re¨²ne una serie de caracter¨ªsticas que no vislumbran duda alguna sobre su origen. Los restos humanos del difunto, de una estatura de 1,56 cm., se inclinan ligeramente hacia el lateral derecho, tienen una orientaci¨®n suroeste hacia la Meca y no hay ajuares, como correspond¨ªa a la ¨¦poca. Peque?os fragmentos de cer¨¢mica y de cuerda seca confirman a¨²n m¨¢s la primera estampa funeraria musulmana. "Se sab¨ªa de la existencia de muros en el teatro romano o en San Juan de Dios y que el cementerio ten¨ªa que estar en alg¨²n lado", se congratula Paco Blanco, director arque¨®logico de unas excavaciones que realiza la empresa Juan Cerpa, dedidaca a la arqueolog¨ªa y a la restauraci¨®n. Sabedor de la importancia del hallazgo, muestra su esperanza en hallar nuevas fosas, aunque advierte que la escasa profundidad del enterramiento sugiere que la casi totalidad del cementerio haya sido arrasado por los cimientos de las civilizaciones de los siglos XVI y XVII. "Adem¨¢s puede tratarse de una tumba aislada, aunque seguro que el camposanto no debe andar lejos", a?ade Blanco. La alcaldesa de la ciudad, Te¨®fila Mart¨ªnez, consciente tambi¨¦n del valor del vestigio encontrado, subraya que los historiadores tendr¨¢n ya material para elaborar planos y maquetas completas de la historia de C¨¢diz. "Nosostros ya nos encargaremos m¨¢s tarde de poner en valor con rutas culturales y tur¨ªsticas nuestro pasado", explic¨® Mart¨ªnez. Mientras toma cuerpo este proyecto, los arque¨®logos continuan frot¨¢ndose las manos por los numerosos testimonios f¨ªsicos que sustancian sus hip¨®tesis y por los que est¨¢n por llegar si se mantiene el ritmo de descubrimientos. Ya lo advirti¨® con un claro tono de mofa una chirigota en los ¨²ltimos Carnavales: "Ya habr¨¢ piedras hasta en las lentejas".
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