Espa?oles del desierto

El Tribunal Supremo reconoci¨® la semana pasada la nacionalidad espa?ola de un ciudadano nacido en 1950 en El Aai¨²n y al que se hab¨ªa negado la inscripci¨®n en el Registro Civil. El asunto afecta potencialmente a decenas de miles de nativos del ex S¨¢hara espa?ol convertidos en ap¨¢tridas forzosos tras el abandono del territorio por parte de Espa?a, en 1976. Pero la resoluci¨®n judicial constituye tambi¨¦n una interpelaci¨®n moral al Gobierno espa?ol: no puede desentenderse de la suerte de los saharauis, convertidos en pieza de intercambio de los intereses de Argelia y Marruecos.El asunto tiene inter¨¦s humano, jur¨ªdico y pol¨ªtico. Badadi Mohamed-Moulud fue funcionario de la administraci¨®n espa?ola y nunca se ha desprendido del DNI que, al igual que otros 30.000 nativos, pose¨ªa en 1976. Recurri¨® contra la negativa a expedirle su partida de nacimiento. Un departamento del Ministerio de Justicia respondi¨® que "los habitantes del S¨¢hara eran s¨²bditos espa?oles, pero no nacionales". Tras diversas peripecias en los Tribunales, el Supremo ha anulado la sentencia que denegaba su solicitud y reconocido la nacionalidad espa?ola de Moulud. En el curso del procedimiento se han considerado argumentos como el car¨¢cter de provincia espa?ola que la legislaci¨®n vigente hasta 1976 atribu¨ªa al territorio bajo soberan¨ªa espa?ola, as¨ª como el derecho a sufragio para las Cortes franquistas que se reconoc¨ªa a los saharauis censados. Pero tambi¨¦n la singularidad del proceso descolonizador -en realidad, abandono del territorio en manos de Marruecos-, que convirti¨® en ap¨¢tridas a esas personas.

La sentencia podr¨ªa ser invocada como antecedente por los reconocidos como espa?oles en el censo de 1974 y sus descendientes. En total, m¨¢s de 100.000 personas. Raz¨®n de m¨¢s para que el Gobierno se muestre m¨¢s activo en la b¨²squeda de una soluci¨®n pol¨ªtica al problema del S¨¢hara, bloqueado desde hace a?os por intereses no exactamente coincidentes con los de la poblaci¨®n afectada. Soluci¨®n que podr¨ªa pasar por alguna forma de autonom¨ªa intermedia entre la independencia propugnada por Argelia y el Polisario y la integraci¨®n como una regi¨®n m¨¢s del reino que propone Marruecos.