Steven Berkoff busca la belleza a trav¨¦s de la maldad shakespeariana

Steven Berkoff, uno de los monstruos sagrados de la escena que el Festival de Oto?o pasea por Madrid estos d¨ªas, estrena esta noche en el Teatro de la Abad¨ªa, donde permanecer¨¢ hasta el lunes 9, Villanos, un espect¨¢culo que el autor, director y actor brit¨¢nico se ha confeccionado a la medida y que le va que ni pintiparado a su mirada hipnotizante y de aire diab¨®lico. Berkoff hace un peculiar recorrido por los personajes shakespearianos m¨¢s malvados.

Villanos es un montaje que su creador ha calificado de clase magistral; en ¨¦l este hombre venerado por la escena internacional ha interiorizado figuras que conoce profundamente. Para Berkoff los perversos son siempre personajes llenos de atractivo porque se trata de figuras que rompen las leyes establecidas: "Ello provoca que a los malos les percibamos como rebeldes, no hay que olvidar que en el fondo la gente es esclava de una sociedad que ha generado unas leyes que acatan, respetan y desean que existan, pero les atrae el rebelde e incluso llegan a estar de acuerdo con ¨¦l porque les alivia de esa carga que supone estar continuamente sometido".El autor de obras tan conocidas y representadas como Oeste o Griego cay¨® en las redes de estos malvados porque los viene representando desde los a?os sesenta en los mejores teatros de Londres, Estados Unidos y medio mundo. Para el p¨²blico espa?ol es conocido por sus trabajos en pel¨ªculas como La naranja mec¨¢nica o Barry Lindon, de Stanley Kubrick; Blow up, de Antonioni, o Principiantes, de Julian Temple, pero tambi¨¦n dej¨® un buen recuerdo a los espectadores que le vieron actuar en Un hombre solitario (1993) o Salom¨¦ (1995).

Personajes

Parece convertirse en uno de los personajes que ¨¦l mismo ha escogido cuando afila el colmillo y disecciona a cada una de las figuras shakespearianas que aborda en su espect¨¢culo, a las que no duda en poner como un pingo. "No todos los personajes son malos t¨ªpicos y evidentes como Hamlet, que no es malo de ra¨ªz, s¨®lo est¨¢ corrompido por el entorno familiar y a pesar de que se le percibe como un h¨¦roe lleva a Ofelia al suicidio o mata a Polonio sin lamentarlo", dice del pr¨ªncipe de Dinamarca. Sobre el Yago, de Otelo, afirma que tan s¨®lo es un malo mediocre, de corta ambici¨®n: "No como Ricardo III, con maldad m¨¢s elaborada e inteligente, o Shylock [de El mercader de Venecia], cuya bajeza, a fin de cuentas, est¨¢ condicionada por el entorno, que es el que le empuja a ser malo". Ni siquiera salva a Ober¨®n, una especie de duendecillo de El sue?o de una noche de verano: "Con sus drogas altera la realidad de las personas y no est¨¢ libre de corrupci¨®n, por lo que le doy un sitio entre los malvados".Entre sus criaturas preferidas, que recrea en el escenario, est¨¢n Coriolano, que le atrae porque es un rebelde total y da la vida por ello, o Macbeth, que quiere ser villano y al final lo consigue: "En esa lucha hay poes¨ªa, pero no puedo inclinarme especialmente por uno u otro personaje, todos son como partes de una unidad, como dedos que forman una mano, he llegado a este montaje como si fuera un cantante l¨ªrico que tras una vida trabajando en ¨®peras decide agrupar en un disco aquellas arias que considera que guardan una relaci¨®n entre s¨ª".

Pero Villanos no es s¨®lo una exhibici¨®n de las dotes esc¨¦nicas de Berkoff. ?l tambi¨¦n juega con los personajes, analiza c¨®mo se han venido representando por conocidos actores, discute sobre sus caracteres y crea en escena una plataforma pol¨ªtica en la que debatir sobre diversos aspectos de estas figuras literarias sobre las que tambi¨¦n descarga toda su iron¨ªa: "En mi mirada sobre los peores criminales tambi¨¦n hay un factor muy presente que aparece en muchos de ellos, como es la hipermadre, que convierte a estos personajes en malos no porque sus madres les hayan hiperprotegido sino porque lo que cuenta es el desequilibrio en las cantidades de amor recibidas".