El peor Madrid tambi¨¦n gana
El Paok estuvo a punto de aprovecharse del mediocre partido de Herreros
Ni miente el marcador, ni resulta il¨ªcita la felicidad de cualquier seguidor del Madrid para quien, con todo el derecho del mundo, el resultado sea lo ¨²nico que importa. El equipo sigue iluminado y sus argumentos en Europa, cinco triunfos en seis partidos, le sit¨²an como uno de los grandes entre los grandes.Pero m¨¢s all¨¢ de detalles de ese tipo, sin duda de una importancia capital, est¨¢ la imagen que el grupo de Luyk dio ayer ante el Paok. M¨¢s vale pasar p¨¢gina. que as¨ª se olvida antes. Es cierto que no todos los d¨ªas puede uno darse un fest¨ªn, pero ello no quita para reconocer que el Madrid gan¨® porque no le qued¨® m¨¢s remedio. As¨ª de simple.
Cronol¨®gicamente, la primera mitad no admite m¨¢s calificativo que el de farsa, el de una pantomima impropia de un torneo de este pedigr¨ª. Culpables fueron ambos conjuntos, pero sobre todo el griego. El Paok se disfraz¨® de enano y el Madrid, piadoso como es, no aprovech¨® la oportunidad de zarandearle, de ridiculizarle como la ocasi¨®n merec¨ªa. Manej¨® ventajas relativamente holgadas, de hasta 10 puntos. Como si no. Aquello parec¨ªa tan f¨¢cil que result¨® ser mentira.
REAL MADRID 77 - PAOK SAL?NICA 69
Real Madrid: Santos (3), Herreros (2), Alberto Angulo (25), Struelens (12), Tanoka Beard (21) -cinco inicial-, Lasa (3), Bobby Martin (9) y Sergio Luyk (2).Paok Sal¨®nica: Frankie King (10), Coldebella (16), Balogiannis (7), Walter Berry (20), Morales (8) -cinco inicial-, Giannoulis (2), Maslarinos (6) y Ricardo Peral (0). ?rbitros: Teofili (Italia) y Sudek (Eslovenia). Unos 3.000 espectadores en el Parque Corredor de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid). El resto de resultados del grupo D, en el juega el Real Madrid, fue el siguiente: Villerbanne, 92; Samara, 69. T.Bolonia, 63; Olimpia Liubliana, 66. El Madrid es l¨ªder de su grupo, con cinco victorias y una derrota, seguido del Villerbanne y el rival de ayer, el Paok, con cuatro triunfos y dos derrotas.
Seis minutos y medio tardaron los griegos en conseguir su primera canasta en juego, lo que no deja de ser un dato sonrojante. Hasta entonces, s¨®lo Berry hab¨ªa visto aro. Fue, por supuesto, desde la l¨ªnea de tiros libres. Pero ocurre que el Madrid estaba, pero s¨®lo a medias. Se ve¨ªa feliz as¨ª, sin rival. Bendita comodidad.
Menos c¨®modo estaba King, a quien le toc¨® la desgracia de sufrir a Santos, que ya es sufrimiento, y el Paok se perdi¨® en el laberinto. Se volvi¨® loco. S¨®lo Morales manten¨ªa el tipo bajo la canasta. A su lado ten¨ªa a Berry, pero a ¨¦ste le importaba un comino aquello de la defensa.
Durante la primera mitad el Madrid amag¨® con poner tierra de por medio, mas en amago se qued¨® el prop¨®sito. Coldebella descubri¨® al peor Herreros posible, el de un jugador que no deja de intentarlo, porque est¨¢ gordo de confianza, y que no deja de fallar. Una canasta consigui¨® el alero, extraordinaria, eso s¨ª, merced a un estratosf¨¦rico mate... en el ¨²ltimo segundo del partido.
Sin Herreros, el Madrid tambi¨¦n gana. Demostrado est¨¢. Pero malvive, quiz¨¢ porque el apego al error es contagioso. De la epidemia se escapa Angulo, que firm¨® una tarjeta b¨¢rbara. Cuando King se zaf¨® de Santos, lo que consigui¨® cuando ¨¦ste se fue al banco con tres personales, el Paok comenz¨® a correr. Y a encestar, que nunca est¨¢ de m¨¢s. Berry se puso serio y Coldebella sac¨® el brazo con comodidad.
Con apenas diferencias se lleg¨® al descanso (33-30). Volvi¨® el Madrid tan confuso como se fue y el Paok comenz¨® a so?ar con una victoria en la que nunca crey¨®. Lleg¨® a ponerse por delante (52-53) a falta de diez minutos. La grada no se cre¨ªa aquello, pero Luyk s¨ª. Por eso ense?¨® su habitual cat¨¢logo de defensivo. De repente, presi¨®n; de repente zona; de repente, marcaje individual. Le sali¨® de miedo. Struelenes cay¨® eliminado, pero Martin aguant¨® el arre¨®n final de Berry, que decidi¨® irse a la lejan¨ªa a ver qu¨¦ pasaba.
Y lo que pas¨® fue que el Paok se dio de bruces contra la defensa blanca, mientras el Madrid, fren¨¦tico, reduc¨ªa distancias. Angulo sigui¨® a los suyo y Tanoka impuso su clase, su fuerza y su nombre. Todo ello con la ayuda de Santos, que encontr¨® tiempo para gobernar el cotarro mientras aburr¨ªa a King. Y as¨ª, el Madrid, en su versi¨®n m¨¢s gris, sali¨® indemne de una batalla en la que el Paok dijo bien poco y en la que Herreros, sin que sirva de precedente, no dijo nada de nada.
Derrotas espa?olas
El TDK Manresa perdi¨® una oportunidad de oro para sumar una victoria en la dif¨ªcil pista turca del Efes Pilsen. Tambi¨¦n cay¨® derrotado el Tau Cer¨¢mica (81-71) en la cancha del Pau Orthez franc¨¦s, con lo que el cuadro vasco se sume en el fondo de la clasificaci¨®n de su grupo. Los manresanos perdieron con honor, sin arrojar la toalla en ning¨²n momento, pero la derrota dej¨® un sabor amargo porque a falta de dos minutos y despu¨¦s de haber jugado 18 (los del segundo tiempo) con mucha correcci¨®n, el equipo manresano se situ¨® a s¨®lo tres puntos de los turcos, 71-68, informa Enric Bad¨ªa. El alero del cuaro catal¨¢n Capdevila, que realiz¨® una extraordinaria segunda parte con 16 puntos anotados, convirti¨® un tiro de tres y ajust¨® el marcador para llegar a los minutos finales como le gusta al equipo: dentro, con posibilidades y con la m¨¢xima tensi¨®n. Pero la jugada siguiente fue definitiva. Capdevila cometi¨® su quinta falta personal y su relevo, Lavi?a, choc¨® en la primera defensa que realiz¨® con la parcialidad arbitral. Le pitaron una dudosa falta sobre el mismo Naumosky en un tiro de tres que permiti¨® a los turcos coger aire. Fue el principio del fin.
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