"Que no den la espalda a los compromisos adquiridos"
El texto ¨ªntegro del comunicado es el siguiente:"Comunicado de ETA al Pueblo Vasco: Habiendo transcurrido mes y medio desde que anunciara una interrupci¨®n general e indefinida en sus acciones, mediante este comunicado Euskadi Ta Askatasuna desea hacer llegar a la sociedad vasca su opini¨®n sobre la nueva situaci¨®n que vive Euskal Herria.
ETA, adem¨¢s de la entrada en vigor el d¨ªa 18 de setiembre de la interrupci¨®n de sus acciones, quisiera hacer patente mediante este an¨¢lisis la importancia de dos hechos fundamentales: por una parte est¨¢ el Acuerdo de Lizarra-Garazi [Estella-San Juan de Pie de Puerto]; por otra las elecciones celebradas el d¨ªa 25 de octubre en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Adem¨¢s, tambi¨¦n trataremos de la actitud de los responsables de los dos Estados que oprimen al Pa¨ªs Vasco.
El Acuerdo de Lizarra-Garazi: la base de una nueva era
Como hemos indicado, empezaremos con el Acuerdo de Lizarra-Garazi, para que todos comprendamos mejor en qu¨¦ consiste el profundo cambio que refleja. El Acuerdo de Lizarra-Garazi, suscrito el 12 de setiembre y desarrollado el 3 de octubre, es consecuencia de la nueva situaci¨®n que vivimos en Euskal Herria. A pesar de que las circunstancias principales que se dieron en los d¨ªas inmediatamente anteriores al comienzo de la nueva era ya han sido comentadas, no estar¨¢ de m¨¢s que las volvamos a recordar:
-Las estructuras institucionales que mantienen al Pa¨ªs Vasco dividido est¨¢n agotadas y no tienen futuro.
-La falta de reconocimiento institucional de Lapurdi, Baxenafarroa y Zuberoa dura ya m¨¢s de doscientos a?os, y ¨¦sa es una situaci¨®n claramente absurda; m¨¢s fuerzas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales que nunca se han mostrado partidarias de alg¨²n tipo de reconocimiento. Del mismo modo que el Hexagone [Francia] no es una referencia satisfactoria, tampoco el departamento denominado Pyren¨¦es Atlantiques satisface las necesidades y los deseos de los ciudadanos vascos que viven sometidos a Francia. Por tanto, ese reconocimento es la primera condici¨®n para un primer paso, que no ser¨¢ suficiente en s¨ª mismo.
-Tampoco la comunidad aut¨®noma conformada por los tres territorios hist¨®ricos reunidos bajo la denominaci¨®n "Vascongadas" responde al desarrollo futuro y a las necesidades m¨ªnimas para nuestra supervivencia como pueblo. Adem¨¢s, son bien patentes la "imposibilidad" del cumplimiento del Estatuto de la Moncloa [de Gernika] y el rechazo que suscita dicha estructura como base para el futuro de Euskal Herria. -Y en lo que se refiere al futuro de la dividida Navarra, los mismos que dicen que la ¨²ltima palabra debe ser la de los ciudadanos navarros se dan cuenta de que siguiendo esa l¨ªnea de razonamiento quedan cada vez m¨¢s patentes la servidumbre, las limitaciones y los impedimentos antidemocr¨¢ticos que los Estados jacobinos de Espa?a y Francia imponen al Viejo Reyno.
Por tanto, una Euskal Herria dividida en dos y en tres no tiene otro futuro que la desaparici¨®n o el sometimiento. En cambio, las fuerzas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales, a pesar de su diversidad y de las diferencias entre ellas, apuestan cada vez m¨¢s claramente por una Euskal Herria reunificada que responda m¨¢s adecuadamente a las necesidades y la voluntad de los ciudadanos.
La pol¨ªtica de negaci¨®n de la capacidad de expresi¨®n y del futuro de Euskal Herria plasmada en los pactos de Madrid, Ajuria Enea y de Pamplona se encuentra agotada
Siguiendo los dictados de Madrid, hace ahora once largos a?os se organizaron los pactos arriba mencionados con el objetivo de oponerse a los abertzales y a la soluci¨®n dialogada del conflicto entre Espa?a y Euskal Herria. En aquella ¨¦poca, la izquierda abertzale se mostraba firme en las diferentes citas electorales, pero fuerzas pol¨ªticas que se ten¨ªan por abertzales, atendiendo m¨¢s al beneficio personal y a los resultados del propio partido que a la pol¨ªtica del pa¨ªs, consensuaron sus l¨ªneas estrat¨¦gicas con los gobernantes espa?oles.
Al cabo de diez a?os, la Izquierda Abertzale ha demostrado que un conflicto de origen pol¨ªtico no puede ser solucionado mediante la represi¨®n y la negaci¨®n, y que su opci¨®n pol¨ªtica, es decir, la lucha por la independencia y el socialismo, tiene el suficiente respaldo no s¨®lo para resistir todos los ataques, sino incluso para seguir avanzando por el mismo camino. Euskadi Ta Askatasuna [ETA], por medio de la firmeza en su lucha armada, y otras organizaciones e incluso ciudadanos individualmente han demostrado con sus esfuerzos cotidianos que existe un pueblo que quiere ser libre y que exige condiciones justas para desarrollar su opci¨®n pol¨ªtica. Un pueblo que desea liberarse de los dos Estados que lo mantienen sometido y sembrar su particular semilla de solidaridad entre los dem¨¢s pueblos de la tierra.
Los habitantes de Euskal Herria han expresado mayoritariamente la voluntad de asumir su futuro
Se ha impuesto como clave para la soluci¨®n del conflicto la necesidad de que Euskal Herria recupere la palabra, que durante tanto tiempo se le ha negado y se le ha tenido secuestrada. Durante largo tiempo la palabra "democracia" ha sido utilizada por los espa?oles y los franceses para atacar a Euskal Herria. Se ha generalizado la idea de que la democracia en Euskal Herria presenta caracter¨ªsticas especiales: que son los ciudadanos vascos quienes deben tener la palabra y que dicha palabra debe ser respetada por las fuerzas extranjeras, y tambi¨¦n que la democracia debe respetar las peculiaridades de Euskal Herria, su historia, su cultura y la voluntad de los vascos con respecto a su futuro. En una palabra, es patente que no tendremos democracia en nuestra tierra mientras no venga acompa?ada de la palabra "vasca".
As¨ª pues, esos tres son los precedentes principales del Acuerdo de Lizarra-Garazi. Y ¨¦sta es una apuesta optimista y valiente realizada por fuerzas con diferentes puntos de vista, distintas opiniones y naturaleza diversa. Durante los casi dos meses que han transcurrido desde la firma del Acuerdo, la gran cantidad de adhesiones que ha recibido lo han convertido en el referente pol¨ªtico-social de una gran parte de Euskal Herria. Nunca hasta ahora se hab¨ªa producido una uni¨®n de fuerzas tan importante a favor de los derechos de Euskal Herria. El Acuerdo se ha convertido en el referente no s¨®lo de abertzales, dem¨®cratas y progresistas, sino de toda la sociedad, e incluso de la opini¨®n p¨²blica internacional.
ETA, por su parte, acepta el punto de partida para el di¨¢logo y la soluci¨®n pol¨ªtica que ofrece el Acuerdo, pues lo considera id¨®neo como marco para la participaci¨®n y la colaboraci¨®n. Es por ello que Euskadi Ta Askatasuna aplaude la actitud sincera y la valent¨ªa pol¨ªtica de los partidos, sindicatos y diversos agentes sociales que han tomado parte en el Acuerdo.
Sus firmantes han abierto una puerta a la esperanza. Y al mismo tiempo tambi¨¦n han asumido la responsabilidad correspondiente: la responsabilidad de liberar el derecho a la palabra de Euskal Herria. Existe un compromiso para construir el marco pol¨ªtico e institucional que haga que Euskal Herria recupere su voz y que ¨¦sta sea expresada, escuchada y respetada. Y ?cuidado!, el Acuerdo ha sido suscrito por algunas fuerzas pol¨ªticas, sindicales y sociales, pero, junto a los nombres de los firmantes, en ¨¦l tambi¨¦n se ha estampado la esperanza de cientos de miles de ciudadanos. Y eso exige que desde hoy mismo, y deber¨ªamos decir desde ayer, cada cual aporte su labor en la creaci¨®n de un nuevo marco, definido en el Acuerdo de Lizarra-Garazi, sin ning¨²n tipo de falsas representatividades. Sin esperar que los dem¨¢s lo hagan.
Sean cuales fueren las intenciones y las voluntades, la caracter¨ªstica m¨¢s importante de la situaci¨®n actual es que nos encontramos con una oportunidad inmejorable para desarrollar iniciativas tendentes a la consecuci¨®n de la soberan¨ªa de Euskal Herria. Demasiado a menudo o¨ªmos decir: "?Sue?o con una Euskal Herria independiente!". El tiempo de los sue?os ha pasado; ahora debemos actuar. En esta nueva oportunidad que entre todos ofrecemos a Euskal Herria son indispensables la participaci¨®n, el compromiso y la atenci¨®n de todos. Es tiempo de trabajo en com¨²n, cada uno desde su propio ¨¢mbito y con su punto de vista, pero todos hacia un mismo objetivo: que Euskal Herria sea due?a de su futuro.
Elecciones en Araba, Bizkaia y Guipuzkoa
Tal y como hemos dicho, las elecciones en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia se sit¨²an en este mismo periodo. Y, en el ambiente pol¨ªtico reci¨¦n surgido, las elecciones han tenido una especial importancia. Las fuerzas espa?olistas presentaron el nuevo reto electoral como una liza entre la eterna opresi¨®n bautizada por ellos como "Esp¨ªritu de Ermua" y el futuro libre representado por el "Acuerdo de Lizarra-Garazi". Las fuerzas espa?olistas deseaban que ¨¦stas fueran algo m¨¢s que unas elecciones para un marco estatutario agotado, y, una vez m¨¢s, se han esforzado al m¨¢ximo para cegar, echar a perder, desbaratar esa nueva v¨ªa hacia la libertad y la paz que comenz¨® en Lizarra y continu¨® en Garazi.
En ese sentido, debemos afirmar con claridad y rotundidad que estas elecciones constituyen una victoria para quienes han apostado decididamente por la libertad y la paz. Hay que restar importancia a las fluctuaciones en las cantidades de votos obtenidas por opciones pol¨ªticas concretas y examinar globalmente lo ocurrido. Porque lo que ha ocurrido no es, como algunos pretenden dar a entender, consecuencia de cambios o c¨¢lculos de estos ¨²ltimos meses, sino de a?os de trabajo continuado, fruto de iniciativas que parec¨ªan contradictorias. La Izquierda Abertzale ha conseguido, con generosidad y firmeza, sacar al futuro de Euskal Herria de la trampa en que estaba atrapado; hacer frente a las autoridades espa?olas y francesas, y al mismo tiempo convencer a las fuerzas regionalistas y a los abertzales tibios, que cre¨ªan que Euskal Herria por su cuenta no ten¨ªa porvenir, de que s¨ª hay un futuro, y prometedor adem¨¢s; crear ilusi¨®n y trabajar por todo ello. Examinemos, pues, los resultados de las elecciones desde ese punto de vista
La Izquierda Abertzale puede tener la tentaci¨®n de meter en el saco de sus ganancias la postura claramente favorable a Lizarra-Garazi que se ha manifestado en las elecciones. Pero no son tiempos para embolsarse "puntos". Los triunfadores en las elecciones, mediante el apoyo de un sector de la sociedad vasca, han sido quienes creen en el futuro de Euskal Herria y luchan por ¨¦l. No tiene una importancia crucial el hecho de que en la votaci¨®n EA no haya subido, ni la gran p¨¦rdida de votos de IU, ni tampoco, todo hay que decirlo, el que Euskal Herritarrok haya batido marcas jam¨¢s conseguidas por HB, o que el PNV haya obtenido los mejores resultados desde su separaci¨®n de EA. Para ETA todo eso es secundario. Debemos observar, sobre todo, la fotograf¨ªa pol¨ªtica que constituyen los resultados electorales. Porque el principal inter¨¦s y quehacer de ETA no es lograr que la Izquierda Abertzale tenga unos buenos resultados electorales o una potente representaci¨®n pol¨ªtica, sino ir consolidando el proyecto pol¨ªtico que llevar¨¢ a Euskal Herria a la libertad. Ir consolid¨¢ndolo y, sobre todo, materializ¨¢ndolo. Terminar con la colaboraci¨®n, subordinaci¨®n y traici¨®n ante los espa?oles. Como hemos repetido muchas veces, las energ¨ªas deben aunarse en torno a objetivos y proyectos, no en torno a fuerzas pol¨ªticas. En este sentido, la primera conclusi¨®n proviene de la evaluaci¨®n del respaldo ofrecido al Acuerdo de Lizarra-Garazi. Un amplio apoyo y aceptaci¨®n, indudable y notorio sin necesidad de grandes c¨¢lculos matem¨¢ticos, que deber¨¢ tener consecuencias directas, a no ser que quieran traicionarse los pasos dados y las esperanzas e ilusiones nacidas en los ¨²ltimos meses.
Algunos quisieron plantear las elecciones a modo de refer¨¦ndum, y asimismo pidieron "respeto a los resultados". Con esa intenci¨®n, las fuerzas f¨¢cticas del Estado plantearon como "Cuesti¨®n de Estado" estas elecciones organizadas en una parte de Euskal Herria. Y en su caso la derrota es a¨²n m¨¢s evidente, porque PNV y EA han adoptado una clara postura abertzale, cosa que no hac¨ªan desde hace mucho tiempo, y por fin se puede abordar sin miedo el recuento de votos abertzales. Y de la misma manera, sin miedo y con todo su orgullo, deber¨ªan aportar los de IU-EB su votos al proyecto liberador que representa el Acuerdo de Lizarra-Garazi.
As¨ª pues, el Gobierno espa?ol debe reconocer que la mayor¨ªa de ciudadanos de una parte de Euskal Herria apoya el Acuerdo de Lizarra-Garazi, y debe, en consecuencia, aceptar el contenido pol¨ªtico de este acuerdo. Y, aunque desde el actual marco pol¨ªtico-institucional parezca pol¨ªtica-ficci¨®n, Euskadi Ta Askatasuna est¨¢ convencida de que el Acuerdo de Lizarra-Garazi conseguir¨ªa el apoyo de la mayor¨ªa, incluso en unas elecciones que abarcasen toda Euskal Herria o en un refer¨¦ndum. El futuro nos confirmar¨¢ esta creencia.
Pero regresemos a la actualidad. El respaldo recibido por el Acuerdo de Lizarra-Garazi proviene de una amplia mayor¨ªa; sin embargo, hay que conseguir que todos los ciudadanos vascos se integren en el campo de juego pol¨ªtico que ofrece dicho Acuerdo. Y puesto que en la Izquierda Abertzale el respeto a las "minor¨ªas" es una costumbre especialmente enraizada, tambi¨¦n esa minor¨ªa debe ser tenida en cuenta. En ese sentido, creemos que la cifra supuestamente "contraria" no indica una postura opuesta al Acuerdo de Lizarra-Garazi. En realidad, entre los votos reunidos por los espa?olistas hay muchos votos del "miedo". Muchos votos resultantes de la desinformaci¨®n y del lavado de cerebro televisivo. Y adem¨¢s la cuesti¨®n no es puramente matem¨¢tica. La clave est¨¢ en ir desarrollando el contenido pol¨ªtico del Acuerdo. Porque en ciertos aspectos de su desarrollo el consenso social es a¨²n mayor, y ello puede favorecer el acercamiento de m¨¢s sectores sociales a dicho proyecto pol¨ªtico.
El n¨²mero de votos espa?olistas se ha mantenido o ha aumentado ligeramente. Suele aparecer bajo distintas formas y en torno a diversos partidos, pero ah¨ª permanece, sin grandes cambios, el electorado que defiende proyectos extranjeros. Lo que s¨ª ha cambiado es la postura de las fuerzas espa?olistas. Es mucho m¨¢s agresiva, porque el Estado ha visto peligrar su autoridad por primera vez en largo tiempo. Las fuerzas espa?olistas quieren asegurar "la unidad de Espa?a a cualquier precio", y si esa actitud produce graves consecuencias a Euskal Herria, tanto mejor. Es la pol¨ªtica de la tierra quemada. Porque llevar a la ruina al vecino es una pol¨ªtica f¨¢cil para quienes tienen su segunda residencia, sustento y porvenir en el regazo del Imperio. A ellos no les importan los ciudadanos de a pie educados en la indiferencia o en el odio a Euskal Herria. Quisieran sumir a la sociedad vasca en una guerra interna, sin que les preocupen las consecuencias.
Por ¨²ltimo, debemos mencionar los resultados logrados por la agrupaci¨®n electoral Euskal Herritarrok, ya que el 25 de octubre se consiguieron los m¨¢s brillantes resultados que la Izquierda Abertzale haya conocido nunca. Y cada uno de esos votos lo consideramos un homenaje a los gudaris vascos muertos en la soledad de la c¨¢rcel, o con las armas en la mano, de enfermedad o en accidente. Un cari?oso regalo a los ciudadanos vascos y gudaris que resisten a¨²n en la dispersi¨®n de las c¨¢rceles, curando las heridas de las torturas, en la lucha solitaria. Lo consideramos una victoria conseguida gracias a multitud de compa?eros de diversas organizaciones que han estado dando lo mejor de s¨ª en los tiempos oscuros y dif¨ªciles vividos por la Izquierda Abertzale, con una tranquila sonrisa, sin hacer la menor concesi¨®n al enemigo, con dignidad y valor, enfrent¨¢ndose a la c¨¢rcel e incluso a una muerte segura, dominando el miedo. Un indicador de la base segura sobre la que deber¨¢ avanzarse hacia la independencia y el socialismo.
?Para cuando las elecciones de Euskal Herria?
Acabamos de decir que estas elecciones se han planteado, por parte de las fuerzas f¨¢cticas del Estado y de sus representantes, como un desaf¨ªo y como un refer¨¦ndum entre las fuerzas y los proyectos pol¨ªticos enfrentados en el conflicto entre Espa?a y Euskal Herria. Y aun siendo eso as¨ª, las elecciones han demostrado un triunfo notable y claro de las fuerzas a favor de los derechos de Euskal Herria. Conformarse ser¨ªa cerrar los ojos ante la corrupci¨®n que se ha querido esconder tras estas elecciones. La participaci¨®n y el triunfo no significan que no se haya enga?ado a Euskal Herria al decir que estas elecciones eran las elecciones que representan la palabra de Euskal Herria. No, no han sido las elecciones de Euskal Herria. Ni ¨¦stas ni ninguna de las que nos han obligado a celebrar desde que Franco muri¨® y nos hicieron creer en la "democracia a la espa?ola". Con respecto a estas elecciones, estas son las cuatro bases del enga?o:
-En primer lugar, las elecciones celebradas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa son el reflejo de la "divisi¨®n". No ha sido la palabra de Euskal Herria la que ha elegido, sino la de una parte. El marco estatutario estructurado a trav¨¦s del Estatuto de la Moncloa, adem¨¢s de pura gesti¨®n y de traer unos pocos beneficios parciales, ha secuestrado durante dieciocho a?os el proyecto del pueblo vasco y el futuro de Euskal Herria. De hecho, no es m¨¢s que el reflejo de la desvertebraci¨®n que ha mantenido y desarrollado el Estatuto. Ese marco impuesto forzosamente para ahogar a Euskal Herria ofrece una ¨²nica posibilidad: la competencia sobre la gesti¨®n econ¨®mica. Pero ni proyecto pol¨ªtico ni nada parecido. Y consecuencia de esa competencia es la desvertebraci¨®n del mapa pol¨ªtico.
-En segundo lugar, porque hay unas decenas de miles de personas que no pintan nada en Euskal Herria y que, adem¨¢s de que pueden votar, contin¨²an sembrando el terror en las calles de nuestro pa¨ªs. Para poder tomar decisiones libremente, la Guardia Civil, la Polic¨ªa Espa?ola y el ej¨¦rcito deben marcharse. En este caso, adem¨¢s, que cojan la maleta y se vayan dejando aqu¨ª todo lo que han robado. Lo mismo se puede decir de los defensores armados de la "grandeur" trasnochada de Francia. Y, a la inversa, muchos ciudadanos vascos que tienen derecho a votar no han podido hacerlo por estar encarcelados o huidos.
-En tercer lugar, porque han sido notables el inter¨¦s y el predominio de los medios de comunicaci¨®n extranjeros. Ello les ha permitido disfrazar unas elecciones auton¨®micas de "Elecciones Generales de Espa?a". La discriminaci¨®n que han sufrido los habitantes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no se limita al idioma; para decirlo claramente, los ciudadanos vascos de dichos territorios hist¨®ricos han vivido una verdadera "injerencia extranjera" durante la campa?a electoral (a?adida a la que soportan en su vida cotidiana).
-Y por ¨²ltimo, hemos vivido tambi¨¦n el enga?o que supone la presencia extranjera armada. Hay que negar la idea, muy arbitraria y enga?osa, que insiste en que han sido "las primeras elecciones celebradas en paz". As¨ª mismo, es inaceptable que se diga que han sido "las primeras elecciones sin la amenaza de las armas". Las elecciones se han celebrado bajo el control y la protecci¨®n de las fuerzas armadas cipayas y las ya mencionadas Guardia Civil y Polic¨ªa Espa?ola, que sostienen un proyecto pol¨ªtico partidario de la divisi¨®n territorial.
Por tanto, no se puede pretender que esas elecciones pasen por ser la expresi¨®n de la voz de Euskal Herria: s¨®lamente ha votado una parte de los ciudadanos vascos. Eso es lo que hay que remediar. Si Euskal Herria debe hablar, todos los ciudadanos vascos deben poder hacerlo, es decir, los habitantes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa y Zuberoa. Y en esas elecciones, cuando se vote para expresar la voz de Euskal Herria y elegir la instituci¨®n que la represente tanto aqu¨ª como ante el resto del mundo, el voto de todos los ciudadanos vasco deber¨¢ valer lo mismo, sean de donde sean.
Unas elecciones libres en todo el territorio de Euskal Herria s¨®lo son imaginables en el futuro. Euskadi Ta Askatasuna intenta que ese futuro llegue cuanto antes. Porque
es posible, si existe voluntad. ?En Euskal Herria hay fuerza, tes¨®n y necesidad suficientes para ello! Para conseguirlo, y tal y como se anunci¨® en p¨²blico hace mes y medio, hay que dar pasos eficaces hacia una instituci¨®n ¨²nica y soberana. Porque el Acuerdo de Lizarra-Garazi constituye un marco adecuado para avanzar en esa direcci¨®n y las fuerzas pol¨ªticas que lo apoyan tiene ahora mayor respaldo que antes. Que no den la espalda a los compromisos adquiridos. Hay mucho trabajo que hacer. ?No es ¨¦ste el momento de dejar correr el tiempo!
El Estado espa?ol y el franc¨¦s, fuera de la historia una vez m¨¢s
Antes de finalizar, tal y como ya hemos adelantado, hablemos un poco de la postura de los responsables (?quiz¨¢s deber¨ªamos decir "irresponsables"!) de los dos Estados que nos oprimen. Han pasado de estar mirando al dedo que se?ala la luna a hacer de perro que se ahoga queriendo atrapar el reflejo de la luna en el agua. La sociedad vasca ha tenido que escuchar muchas sandeces durante este mes y medio. Pero los manuales recomiendan no re¨ªrse del loco o est¨²pido que tiene armas en la mano. Y los enemigos de Euskal Herria poseen armas peligrosas. As¨ª nos lo han ense?ado estos ¨²ltimos siglos. Y nos lo siguen ense?ando. Pensando que son capaces de impedir, e intent¨¢ndolo, que esta nueva era reci¨¦n abierta tras un duro golpe represivo dado a Euskadi Ta Askastasuna siga adelante. Ofreciendo como ¨²nica soluci¨®n la semilla del sufrimiento que siembran a?o tras a?o, mes tras mes, d¨ªa tras d¨ªa, y podr¨ªamos decir que tambi¨¦n hora tras hora y minuto tras minuto. Despu¨¦s del alto el fuego anunciado por ETA, est¨¢n en el punto de mira de la opini¨®n p¨²blica mundial y aun de las autoridades de diferentes Estados. Se ha difundido por todo el mundo que Espa?a y Francia tienen un problema con Euskal Herria, y todas las "haza?as" que hasta ahora han llevado o han querido llevar a cabo en su "jard¨ªn secreto" son conocidas por todos. A veces parece que est¨¢n dispuestos a considerar m¨¢s sensatamente la soluci¨®n del "problema vasco", que poco a poco ha empezado a quemarles las manos. Pero hasta ahora han mostrado pocas se?ales de buen juicio. Al contrario, pretenden "recuperar" a aquellos llegados de Francia y Espa?a a vivir y trabajar en Euskal Herria, y construir as¨ª un frente "unionista", no para hacer "en ?lava como en Navarra", sino para tratar de hacer "en el Pa¨ªs Vasco como en M¨¦rida" o "au Pays Basque comme en Correze". ?Eso s¨ª que es quedarse fuera de la Historia!
Y para eso han utilizado su arma m¨¢s eficaz: la provocaci¨®n y los medios de comunicaci¨®n que ¨²nicamente intoxican. Son denominados el cuarto poder. Y eso son, poder. Otra cuesti¨®n ser¨ªa qu¨¦ lugar ocupan. Adem¨¢s de actuar en Euskal Herria, apoyan descaradamente a los intereses espa?oles y franceses. Algunos medios de comunicaci¨®n se han convertido en verdaderos obst¨¢culos para materializar democr¨¢ticamente cualquier consulta o discusi¨®n pol¨ªtica. Hasta el m¨¢s tibio abertzale se indigna. Algunos de esos medios de comunicaci¨®n, DV, El Correo Espa?ol (por citar algunos de los m¨¢s enraizados entre nosotros), han vivido durante a?os gracias al conflicto, y a¨²n ahora apuestan por ello. Son capaces de provocar el enfrentamiento y hacer cualquier cosa por mantenerlo con tal de defender sus intereses pol¨ªticos. Eso no puede quedar en el olvido. Hace tiempo que se convirtieron en la vanguardia del ataque y de la opresi¨®n y que protegen y asesoran al Estado por medio de plum¨ªferos "zakurrak" [perros, insidiosos] que roban el trabajo a otros. En la construcci¨®n de una sociedad democr¨¢tica, es necesario cortar de ra¨ªz esos comportamientos antidemocr¨¢ticos. Al hilo de esa influencia, el modo de pensar de espa?oles y franceses tambi¨¦n nos intoxica y algunos piensan que cuando ETA ha ofrecido la mano le van a coger el brazo. ?Ellos sabr¨¢n por qu¨¦! El ciudadano y las fuerzas pol¨ªticas vascas no tienen por qu¨¦ mirar qu¨¦ hace el enemigo. Nosotros tenemos que andar nuestro propio camino, para conseguir ser due?os de nuestro destino; somos nosotros quienes debemos definir y construir Euskal Herria. Las autoridades espa?olas y francesas ya saben lo que les corresponde: reconocer la autodeterminaci¨®n y la territorialidad a Euskal Herria, no impedir el debate democr¨¢tico que llevar¨¢ a cabo la sociedad vasca, y respetar las consecuencias.
Conclusi¨®n
Las condiciones bajo las que entr¨® en vigor el alto el fuego el 18 de septiembre no han variado en nada.Por lo tanto, queremos recordar a todos los ciudadanos vascos, as¨ª como a la opini¨®n p¨²blica en general, el comunicado en el que anunciamos la interrupci¨®n de nuestras acciones:
-A pesar de que en la construcci¨®n del Euskal Herria es necesario el trabajo de todos los ciudadanos, hasta ahora s¨®lamente la Izquierda Abertzale ha respondido a esa labor con una actitud clara y decidida. El camino que hemos tenido que andar ha sido largo y arduo, lleno de obst¨¢culos, y a cambio hemos sufrido represi¨®n y ataques de todo tipo. Pero gracias a esa labor, en el camino hacia la independencia de Euskal Herria hoy tenemos una oportunidad ¨²nica de compartir responsabilidades y aunar esfuerzos para conseguir acuerdos y crear nuevos foros. ETA, por su parte, quiere dejar patente su firme voluntad en el nuevo camino del consenso y hace saber que est¨¢ a la espera de que las voluntades y los esfuerzos se hagan realidad.
-En ese sentido, ETA hace un llamamiento p¨²blico a todos los partidos pol¨ªticos, sindicatos, foros culturales, organizaciones sociales, y en general a todos los vascos, para que, en aras de que la fase pol¨ªtica que se nos presenta sea la de la soberan¨ªa, adopten los debidos compromisos y den pasos firmes hacia dicho objetivo. El paso m¨¢s importante entre todos ellos ser¨¢ la superaci¨®n de la actual divisi¨®n institucional y entre dos Estados; para ello, habr¨¢ que empezar ahora mismo a dar los primeros pasos eficaces para crear una ¨²nica estructura institucional que incluya Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Laburdi, Nafarroa y Zuberoa.
-Si a¨²nan esfuerzos todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales que tienen ese mismo objetivo en el camino de la formaci¨®n de esa estructura institucional suprema, Euskadi Ta Askatasuna asume el compromiso pol¨ªtico de apoyar, impulsar y fomentar toda iniciativa dirigida a superar la divisi¨®n institucional y estatal actual. Y a todos aquellos que hasta ahora se han mostrado reacios a involucrarse en la tarea que hacer, queremos pedirles que hagan un esfuerzo. Deben producirse acuerdos y crearse din¨¢micas entre las distintas fuerzas en torno a las necesidades b¨¢sicas y m¨ªnimas para la consecuci¨®n de los derechos democr¨¢ticos y la construcci¨®n de Euskal Herria.
-Los proyectos de construcci¨®n de Euskal Herria chocan frontalmente con los de Francia y Espa?a. Los conflictos que han venido sucedi¨¦ndose durante siglos han dejado claro a los ciudadanos vascos que no hay medias tintas: o se sigue adelante como ciudadano vasco o se desaparece como pueblo bajo el dominio franc¨¦s o espa?ol. En consecuencia, creemos necesario que todos aquellos que han demostrado su conformidad con los puntos anteriores rompan los v¨ªnculos y los acuerdos establecidos con aquellos que defienden y fomentan la voluntad dominadora de Espa?a y Francia. Ya es hora de apostar clara y decididamente por la soberan¨ªa. Ya es hora de romper los acuerdos y v¨ªnculos con quienes tienen como ¨²nico fin hacer desaparecer a Euskal Herria. Por tanto, ya es hora de abandonar todo acuerdo con aquellos partidos, estructuras institucionales y represivas cuyo ¨²nico objetivo sea construir Espa?a y Francia y destruir Euskal Herria.
-Siendo el objetivo de todos el respeto hacia Euskal Herria, los derechos y las decisiones tomadas en libertad, y siendo el objetivo y deseo de Euskadi Ta Askatasuna que la sociedad vasca asuma la responsabilidad total en la consecuci¨®n de la independencia de Euskal Herria, y esperando que la respuesta sea acorde a la importancia de la decisi¨®n tomada, queremos hacer saber que ser¨¢n los acontecimientos y pasos que se den los que determine si la tregua es definitiva. Por otro parte, ETA, organizaci¨®n socialista vasca para la liberaci¨®n nacional, asume la responsabilidad de los siguientes acciones:
-Colocaci¨®n de un artefacto explosivo en Ir¨²n, el d¨ªa 23 de agosto, en la oficina de la compa?¨ªa espa?ola Correos.
-Fuga de la Rep¨²blica Dominicana de la interlocutora de ETA Belen Gonz¨¢lez Pe?alva y de Angel Iturbe Ab¨¢solo, los cuales han estado secuestrados durante nueve a?os por las autoridades espa?olas, en colaboraci¨®n con las de aquel pa¨ªs. Gora Euskadi libre. Gora Euskadi sozialista. Jo ta ke independentzia lortu arte
En Euskal Herria, a 1 de noviembre de 1998".
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