Catalu?a es la comunidad que dedica una proporci¨®n menor del presupuesto a inversi¨®n p¨²blica

Cada a?o, menos proporci¨®n del presupuesto de la Generalitat para inversi¨®n p¨²blica; cada a?o, una parte m¨¢s grande para gastos corrientes. Hasta el extremo de que Catalu?a se ha convertido en la comunidad aut¨®noma que destina una proporci¨®n m¨¢s peque?a de sus presupuestos a inversi¨®n p¨²blica. ?ste es el diagn¨®stico de los socialistas catalanes sobre la evoluci¨®n de los presupuestos que llevan la firma de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). El especialista del PSC en estas cuestiones, el diputado Mart¨ª Carnicer, lo expuso ayer a prop¨®sito de unas jornadas organizadas por su partido para preparar su alternativa de gobierno en Catalu?a. En 1998, las inversiones p¨²blicas representaron el 8,5% del presupuesto catal¨¢n. Ese mismo a?o, el Gobierno vasco hab¨ªa destinado el 14,1% del suyo; el andaluz, el 15,2%; el de Valencia, el 18,7%; el de Canarias, el 20,3%; el de Navarra, el 20,4%, y el de Galicia, el 21,2%. El descenso de las inversiones comenz¨® en 1996 y ha sido particularmente acusado en el ejercicio de 1998, el actual. Tomando como base 100 el promedio de las inversiones presupuestadas por las comunidades aut¨®nomas del art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n, el Gobierno de Catalu?a alcanzaba el 82%. Pero al a?o siguiente baj¨® al 69%. Volvi¨® a bajar en 1997, situ¨¢ndose en el 60%, y cay¨® hasta el 47% en 1998. Al mismo tiempo, los gastos corrientes han ido creciendo y representando una proporci¨®n mayor del presupuesto de la Generalitat. Carnicer toma como base para sostener esta afirmaci¨®n los datos de la liquidaci¨®n de los presupuestos. Mientras que en el presupuesto de 1993 la liquidaci¨®n indica que se destin¨® a gastos corrientes el 84,4% del total, en la liquidaci¨®n del presupuesto de 1997, la ¨²ltima conocida, este porcentaje asciende al 88,8. La evoluci¨®n de los ingresos y los gastos corrientes sigue una relaci¨®n casi paralela entre los a?os 1991 y 1995, pero a partir de ese a?o Carnicer registra una creciente separaci¨®n entre ellos, porque los ingresos crecen menos que los gastos. En 1998 la diferencia qued¨® en casi 100.000 millones (99.693) m¨¢s de gastos corrientes que de ingresos. Durante ese a?o de 1998 los gastos corrientes fueron de 265.777 pesetas por habitante en los presupuestos de la Generalitat, mientras que el promedio en las comunidades del art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n fue de 249.366 pesetas por habitante.