Sin cambios en el paradigma
La vibraci¨®n de las bolsas de valores en las ¨²ltimas semanas, ?significa que han finalizado los malos tiempos y la econom¨ªa recupera la senda de la normalidad? Los fantasmas de la recesi¨®n y de la deflaci¨®n, ?han abandonado el horizonte y se vuelve a tasas de crecimiento, aunque sean revisadas a la baja? Nadie se atreve a pronosticarlo con rotundidad, y la mayor parte de las opiniones, pese a todo, son m¨¢s grises que optimistas.Y sin embargo, la coyuntura ha reaccionado a algunas de las intervenciones realizadas en los mercados:
-Algunos tigres asi¨¢ticos recogen ya los frutos macroecon¨®micos de los ajustes aplicados (con grandes sacrificios de la poblaci¨®n).
-Han bajado los tipos de inter¨¦s en Estados Unidos (dos veces), Reino Unido (otras dos; la ¨²ltima, contra todo pron¨®stico, el pasado jueves), Canad¨¢, Jap¨®n, Espa?a, Italia, Suecia, Portugal y Dinamarca.
-Jap¨®n, por fin, ha aprobado un plan de saneamiento y transformaci¨®n de su sistema financiero, agujereado espectacularmente por los fallidos y aquejado de una opacidad que ha impedido conocer en profundidad su met¨¢stasis.
-Brasil ha presentado un dur¨ªsimo plan de estabilizaci¨®n para reducir el d¨¦ficit p¨²blico, como condici¨®n previa a las ayudas del FMI. La pasada semana, el Congreso brasile?o aprob¨® la reforma de la Seguridad Social y de las pensiones (no exist¨ªa, por ejemplo, una edad m¨ªnima de jubilaci¨®n), lo que da credibilidad al Gobierno del reelegido Fernando Enrique Cardoso.
-El G-7 parece haber salido de su par¨¢lisis y reconducido su posici¨®n respecto al FMI, facilitando un aumento de sus recursos disponibles de 90.000 millones de d¨®lares (cantidad aprobada en la asamblea del Fondo de Hong Kong, pero nunca instrumentada).
-Elecciones en EEUU, donde los republicanos m¨¢s aislacionistas, de extrema derecha, han perdido terreno. Wall Street, tradicionalmente feudo republicano, respir¨® con el avance dem¨®crata, subiendo el ¨ªndice Dow Jones y recuper¨¢ndose el d¨®lar. Las bolsas cotizaron, en primer lugar, a favor de la estabilidad econ¨®mica (la situaci¨®n de la econom¨ªa americana, pese a la crisis financiera internacional, es considerada como muy buena por los ciudadanos) y de la estabilidad pol¨ªtica a continuaci¨®n. Se asienta Clinton, aunque como ha declarado su primer secretario de Trabajo, Robert Reich, "con un poco de suerte podr¨¢ escapar al impeachment con alg¨²n castigo negociado entre la Casa Blanca y el Congreso, y todav¨ªa tendr¨¢ buenos momentos, disfrutar¨¢ de algunos ba?os de masas, podr¨¢ predicar desde su p¨²lpito y hasta arrancar¨¢ algunas cosas que pueda calificar de victorias. Pero esencialmente, su presencia est¨¢ terminada".
?Son suficientes estos movimientos en la esfera econ¨®mica y pol¨ªtica para considerar clausurada la crisis? De ninguna manera. Rusia, por ejemplo, contin¨²a sin ver la luz y debatiendo el modelo de econom¨ªa para salir de la quiebra. El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, en las primeras declaraciones despu¨¦s de la ¨²ltima baja de los tipos de inter¨¦s, a lo ¨²nico que se ha aventurado es a asegurar que ha disminuido "el miedo del inversor" y a que ya "estamos viendo signos de que se han producido algunos cambios en los mercados burs¨¢tiles".
?Ha variado el paradigma econ¨®mico en estos ¨²ltimos meses? De ning¨²n modo. Ser¨ªa una equivocaci¨®n creerlo. Se sigue considerando al mercado como el mejor asignador de recursos posible, y la globalizaci¨®n, el marco de referencia de nuestra ¨¦poca. Lo que se ha perdido es el respeto a quienes cre¨ªan que la mejor regulaci¨®n es la que no existe, y a quienes enfatizaban los fallos del Estado, pero excusaban los del mercado porque forman parte de las leyes naturales.
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