"El hombre no ha inventado nada en materia de sexo"
Los gorilas se besan apasionadamente, los lobos se frotan unos contra otros, los caracoles se babosean con frenes¨ª mientras que los p¨¢jaros machos visten sus mejores galas y bailan alrededor de sus damas. Los ritos amorosos de las distintas especies animales son infinitos y derrochan una imaginaci¨®n a veces envidiable. De todas estas cuestiones habla Marie-Claude Bomsel, et¨®loga y veterinaria francesa de 50 a?os, autora de un libro sobre la sexualidad de los animales que desvela los secretos m¨¢s ¨ªntimos del reino animal. A medio camino entre un ensayo cient¨ªfico y un libro de divulgaci¨®n, Le d¨¦pit du gorille amoreux (El despecho del gorila enamorado), editorial Lattes, analiza las costumbres de m¨¢s de 40 especies de mam¨ªferos, aves, reptiles e insectos.Bomsel trabaja desde hace 20 a?os en la M¨¦nagerie du Jardin de Plantes, uno de los parques zool¨®gicos m¨¢s antiguos de Par¨ªs, construido durante la Revoluci¨®n Francesa para albergar las fieras de Versalles, s¨ªmbolo de la aristocracia decadente. Durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, la et¨®loga se ha dedicado a viajar por todo el mundo recogiendo informaci¨®n sobre el comportamiento sexual de los animales.
Pregunta. ?La sexualidad animal est¨¢ siempre ligada a la reproducci¨®n?
Respuesta. No siempre, porque, como en el caso de los bonobos, los chimpanc¨¦s enanos, existe realmente una noci¨®n de intercambio de placer que casi les permite negar su sexualidad porque la practican todo el rato, en cualquier circunstancia. Por tanto, la sexualidad no siempre est¨¢ ligada a la reproducci¨®n.
P. Ocuparse del placer sexual de los animales es algo bastante reciente.
R. Antes se dec¨ªa que los animales machos obten¨ªan placer, pero no los animales hembra. Desde que las mujeres han empezado a interesarse por la etolog¨ªa, nos damos cuenta de que las hembras tienen mucho m¨¢s poder de seducci¨®n y mucha m¨¢s capacidad de sentir placer de lo que se esperaba. Por tanto, si tomamos como ejemplo los leones, son efectivamente ellas quienes dirigen, eligen y quienes pueden obtener placer, a pesar de que entre los leones haya cierto masoquismo, porque la noci¨®n de dolor es necesaria para la reproducci¨®n.
P. Algunas de las mujeres que se dedicaron al estudio de las costumbres animales, por ejemplo, Diane Fossey o Jane Godal, fueron muy criticadas en su momento. Se dijo que se ocupaban de los gorilas porque ten¨ªan problemas de relaci¨®n con los ni?os. ?Cree usted que la situaci¨®n ha cambiado?
R. La etolog¨ªa ha sido hasta hace poco una ciencia menor, no hay que olvidarlo. Fue creada por Lorenz en una ¨¦poca bastante turbulenta, justo despu¨¦s de la guerra. Lorenz ven¨ªa de un ambiente bastante fascista, aunque cuando obtuvo el Premio Nobel, en 1973, matiz¨® un poco sus opiniones. Por lo que no es casualidad que desde hace m¨¢s de veinte a?os predominara la idea de que en un grupo de animales era el macho quien dominaba siempre. El macho era gen¨¦ticamente y definitivamente el primero, y el segundo, el dominado, era tambi¨¦n macho, mientras que las hembras del grupo eran una especie de reba?o sin diferenciar, que esperaba la llegada del macho triunfante. Poco a poco, el hecho de que la etolog¨ªa fuera una ciencia menor y que las mujeres fueran mejor aceptadas en los grupos de monos -ya que al entrar en un grupo de chimpanc¨¦s o gorilas los machos rechazan a los hombres porque los reconocen como machos-, las mujeres han podido penetrar en estos grupos y verlos con otros ojos, con otras t¨¦cnicas y calibrar m¨¢s objetivamente la idea del dominio sistem¨¢tico masculino. Ellas lograron algo, aunque se las atac¨® con bastante mala idea diciendo que no se hab¨ªan integrado con la gente, que no hab¨ªan tenido hijos, lo que no es cierto en el caso de Godal. La ciencia ha permitido progresar a las mujeres. Ahora llegamos a un momento de reequilibrio.
P. Usted afirma que en materia de sexo, el hombre no ha inventado nada. ?Qu¨¦ quiere decir exactamente?
R. Quiero decir que nosotros creemos que hemos sido los primeros en todo, por ejemplo en los besos. En el libro se ve que hay animales, como las morsas, que se besan de manera fren¨¦tica, o los caracoles, que lo hacen todav¨ªa m¨¢s voluptuosamente que nosotros. Y todas esas famosas posiciones tipo Kamasutra fueron inventadas mucho antes por los chimpanc¨¦s enanos y, poco a poco, aparecen tambi¨¦n en los chimpanc¨¦s normales o en los orangutanes que est¨¢n en los ¨¢rboles. Por lo que todas esas ideas de que nosotros hemos sido los primeros y los maestros de todo lo que se considera juego er¨®tico son falsas. Lo que parece que perdura es todo nuestro imaginario porque nos hemos abstra¨ªdo completamente de la naturaleza y despu¨¦s hemos inventado, incluso en el amor, toda una serie de juegos para volver a encontrar el deseo. Ellos se han quedado en estado primario, tanto machos como hembras tienen una necesidad sexual que satisfacen con diferentes posturas y todo eso, pero que por diversos motivos parece que no les hacen falta fantasmas.
P. ?Existe un cambio de comportamiento sexual entre los animales que viven en libertad y los que viven en el zoo?
R. Hay un cambio, particularmente entre los primates, que son los que tienen mayores referencias con nosotros. La cuesti¨®n se plantea con los monos que est¨¢n en el laboratorio en estos momentos, como los bonobos. Nos damos cuenta de que llegan a estar tan perturbados en sus actividades sexuales que ya no saben copular normalmente como primates, han entrado un poco en el mundo abstracto del hombre y les resulta dif¨ªcil practicar un acto tranquilo y n¨ªtido, si se puede decir, como practican los otros en la naturaleza, y es entonces quiz¨¢ cuando veamos aparecer los fantasmas, pero seremos nosotros quienes les empujaremos hacia los fantasmas.
P. ?Qu¨¦ casos curiosos ha observado usted?
R. A veces hemos tenido que juntar grupos de primates. Hemos visto casos de enamorados que se besan y todo eso y hemos visto un beb¨¦ orangut¨¢n que estaba con un chimpanc¨¦ hembra, lo que es ya bastante artificial, pasar toda una tarde intentando besarla en la boca. Esto es algo que nunca hacen los chimpanc¨¦s, que no se sienten muy atra¨ªdos por la boca, mientras que los orangutanes practican mucho m¨¢s el contacto bucal porque se quedan mucho tiempo con sus madres, que los besan e intercambian comida. Por tanto, el contacto bucal est¨¢ escrito en su evoluci¨®n, al contrario de los chimpanc¨¦s. Hemos visto al orangut¨¢n intentando besar a la hembra chimpanc¨¦ mientras ella volv¨ªa la cabeza de un lado a otro. Nunca cedi¨®, hay que decirlo.
P. Parece ser que algunos animales, como los leones, han inventado un sistema de guarder¨ªa.
R. S¨ª, en el ¨¢mbito de educaci¨®n de las cr¨ªas. Los leones son los ¨²nicos grandes felinos sociables, es decir, que viven en un medio que llamamos abierto, la sabana, y que deben cazar, particularmente las hembras, para dar de comer a las cr¨ªas. Por lo que, efectivamente, cuando la madre se va uno o dos d¨ªas a cazar, otra madre se ocupa de sus cachorros. Es algo bastante sorprendente. Las leonas suelen parir a sus cr¨ªas en solitario, se alejan de la manada durante uno o dos d¨ªas para parir y despu¨¦s vuelven con los peque?os. Sin embargo, si una se aleja, es otra de las hembras la que va a ocuparse de ellos. No va a aceptar oficialmente, pero si alg¨²n cachorro llora, le va a dar de mamar, lo que es bastante raro.
P. ?No se dan casos similares en otras especies?
R. Sucede lo mismo con los elefantes, que reagrupan toda la prole de la manada. Este caso es todav¨ªa m¨¢s sorprendente porque no se trata de depredadores, y nos preguntamos si no han adquirido esto de la caza, del hecho de que se les haya matado con bastante frecuencia durante alg¨²n tiempo. Tiene menos explicaciones que el caso de los leones. Puede deberse tambi¨¦n a la alimentaci¨®n, ya que hace falta mucha leche para alimentar a un beb¨¦ elefante.
P. Al final de su libro usted dice que el hombre cree haber inventado la contracepci¨®n a pesar de que hace miles de a?os que existe una forma de contracepci¨®n en algunos animales. ?En qu¨¦ consiste?
R. Es lo que se llama feromonas. Son olores sexuales que se dan particularmente en los lobos. Es algo bastante conocido en los insectos sociables, porque se sabe que las abejas o las hormigas pueden esterilizar ciertos miembros del grupo por olores. Y encontramos lo mismo en los mam¨ªferos, en los mam¨ªferos sociales. Son sistemas fisiol¨®gicos que aparecen en grupos tan cerrados como los lobos para que haya una regulaci¨®n porque las cr¨ªas son alimentadas por toda la manada. Hay una pareja real, que la ¨²nica pareja va a reproducirse y el resto de las hembras se esterilizan a trav¨¦s del olor. La hembra dominante mantiene una postura amenazadora hacia las dem¨¢s hembras, pero sobre todo se va a dar una regulaci¨®n de los ciclos, lo que va a hacer que las hembras dejen de estar en celo.
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