El Valencia le endulza la vida al Extremadura

El Valencia endulz¨® la vida al Extremadura, que logr¨® por fin la primera victoria ante su afici¨®n. Fue un partido tenso, duro, sin concesiones para la galer¨ªa y con emociones contrapuestas. El triunfo rehabilita al Extremadura, devuelve la ilusi¨®n a su p¨²blico y abre una puerta a la esperanza, precisamente en un momento en que hab¨ªa s¨ªntomas de hundimiento y de p¨¦rdida del mayor patrimonio que exhibe el equipo de Almendralejo: su romanticismo y sentido ¨¦pico.El Valencia, en cambio, pec¨® de conformista y no pudo continuar su racha victoriosa y goleadora. El conjunto valenciano purg¨® con la derrota su prepotencia y su falta de capacidad para reaccionar. El de Ranieri es un grupo compacto, pero nada brillante. Ayer jug¨® una primera parte penosa, llena de indolencia. Mejor¨® levemente en el comienzo del segundo tiempo, pero entonces recibi¨® un gol que le resultar¨ªa irreversible. El t¨¦cnico italiano del Valencia, Claudio Ranieri, tampoco tuvo vista en los cambios, sino todo lo contrario. Las entradas de Popescu y Lucarelli, cuando llevaba el resultado en contra, no hicieron si no lastras el juego de su equipo.

Obsesionado por las ¨²ltimas goleadas, el Extremadura apost¨® por un te¨®rico conservadurismo. Tras el chaparr¨®n de 10 goles en contra en s¨®lo dos partidos, Rafa Ben¨ªtez expuso como soluci¨®n una defensa de cinco hombres que coincidi¨® con la reaparici¨®n de Juanito.

Manuel, Dur¨¦, Velamaz¨¢n e incluso ?scar llegaron con facilidad al ¨¢rea de Ca?izares. Pero el Valencia se inmut¨® poco. Mantuvo su vehemencia defensiva con Roche, T¨¦llez y Soria en l¨ªnea, tapando los agujeros que abr¨ªan Carboni y Angulo, muy desorientados. Y como Milla y Mendieta anduvieron perdidos en una zona hacinada, el Extremadura sac¨® tajada y los mejores momentos de toda la temporada. Se vio a un conjunto con ganas, rabioso y hasta bravuc¨®n.

Fue un ejercicio desgarrado, en ocasiones embarullado pero atrevido. El Valencia holgazane¨® peligrosamente, amparado en su superioridad defensiva frente a los deslavazados ataques azulgrana. Pero acredit¨® poco juego. Impreciso y embarullado para clarear los espacios, no logr¨® hacer transiciones. Illie y Claudio L¨®pez fluctuaron de un lado para otro hu¨¦rfanos de asistencias.

Tras el descanso, aprendida la lecci¨®n, el Valencia frecuent¨® las bandas y trat¨® de recomponer su juego, rancio y duro en exceso. Protegi¨® el bal¨®n con apoyos y aproximaciones. Una vez recurri¨® a su filosof¨ªa pr¨¢ctica. Zapatazo buscando a Illie o L¨®pez. Lo ejecut¨® Angulo y El Piojo a punto estuvo de sorprender a Gaspercic, pero sigui¨® haciendo agua en el centro. Milla se regode¨® en una lentitud penosa y Mendieta se mostr¨® algo m¨¢s diligente.

El Extremadura, que hab¨ªa estado est¨¢tico, con aparentes muestras de agotamiento, encontr¨® el gol en el momento m¨¢s oportuno. Ya con el marcador en contra, el Valencia destap¨® una ambici¨®n que hab¨ªa tenido enclaustrada. Agit¨® el partido, pero muchas prisas y poca coherencia. Sin imaginaci¨®n. Popescu sustituy¨® al oscuro Milla y Lucarelli al desafortunado Angulo. Soluciones de emergencia que poco aportaron. M¨¢s bien nada.