Costas anula la venta que hizo Defensa de un espacio protegido
La finca fue adquirida por una inmobiliaria
La Punta de Seixo Branco, un espacio protegido de 21.968 metros cuadrados en Oleiros (A Coru?a), volver¨¢ a ser del dominio p¨²blico. El Ej¨¦rcito la vendi¨® el pasado 30 de junio de 1997 por siete millones de pesetas a la firma Abascal Gesti¨®n Inmobiliaria y Asociados, SL, pero no se podr¨¢ urbanizar. El azar permiti¨® al director de Costas, Fernando Mar¨ªn Cast¨¢n, enterarse de la venta e intervenir de oficio para declararla nula. El Consejo de Estado le ha dado el pl¨¢cet para poder ejercer el derecho de retracto.
El episodio de Defensa no es un caso aislado. Otros organismos estatales, como la Agencia Tributaria, Patrimonio Nacional, Renfe o el propio Ej¨¦rcito, han enajenado patrimonio de todos los espa?oles, en ocasiones espacios protegidos, a precios irrisorios en su pol¨ªtica de privatizaciones para obtener liquidez.La finca Seixo Branco ya est¨¢ inscrita como privada en el registro, a partir de que la Gerencia de Infraestructuras de Defensa dio por definitiva su adjudicaci¨®n el 3 de julio de 1997. De no mediar la Direcci¨®n General de Costas, su uso estar¨ªa inmerso en un laberinto de litigios, dada la protecci¨®n ambiental que tutelaba su uso. Seixo Branco figura como Reserva de Espacio Natural en los planes de ordenaci¨®n del territorio de la provincia de A Coru?a aprobados por la Xunta de Galicia en 1991.
Linda con una de las ¨¢reas de expansi¨®n urban¨ªsticas m¨¢s cotizadas de Espa?a; el municipio de Oleiros, contiguo a la ciudad de A Coru?a, que apenas cuenta con espacio municipal urbanizable. Su ¨¢rea de expansi¨®n residencial de m¨¢s elevado poder adquisitivo es precisamente Oleiros, donde est¨¢ vigente uno de los ordenamientos urbanos m¨¢s rigurosos de Galicia (su implantaci¨®n le cost¨® el puesto al anterior alcalde) y apenas dista 15 minutos del centro de la capital gallega. El precio del metro cuadrado para viviendas unifamiliares oscila entre las 20.000 y las 30.000 pesetas, informa Xos¨¦ Manuel Pereiro.
Despu¨¦s de algunos intentos por llegar a un acuerdo para devolver el dinero pagado a la sociedad adjudicataria -su administrador ¨²nico es Vidal Abascal Morte-, Costas opt¨® por impugnar de oficio el procedimiento de adjudicaci¨®n bas¨¢ndose en que Defensa hab¨ªa incumplido con la obligaci¨®n de informar de sus planes de venta, al tratarse de una finca de inter¨¦s p¨²blico. El Ministerio de Medio Ambiente est¨¢ dispuesto a reintegrar a la inmobiliaria Abascal los siete millones que pag¨® por la finca, m¨¢s los intereses correspondientes. Pidi¨® un dictamen al Consejo de Estado y ¨¦ste le ha respondido favorablemente.
Comprar o expropiar
El director de Costas, Fernando Mar¨ªn, se ha visto obligado a intervenir personalmente en la recuperaci¨®n de fincas del dominio p¨²blico en aplicaci¨®n de la Ley de Costas, una norma "muy acertada" en su opini¨®n, aunque fuera recurrida en su d¨ªa ante el Constitucional por el Partido Popular. En su apasionada defensa por recuperar los ecosistemas naturales del litoral espa?ol se ha topado con numerosos casos como el de Seixo Branco. En el Cant¨¢brico, y despu¨¦s de muchos tira y afloja, ha llegado a un acuerdo con los propietarios de las marismas de El Joyel, en la r¨ªa de Quejo, al este de Santander. En realidad se trata de terrenos que se registraron como propiedad privada, aunque fueran de dominio p¨²blico.Estos espacios, considerados hoy como bienes del patrimonio ambiental por la enorme riqueza de su paisaje y fauna, tan s¨®lo unas d¨¦cadas atr¨¢s eran contemplados como territorio yermo cuyo mejor destino era la desecaci¨®n para construir pol¨ªgonos industriales o urbanizaciones en primera l¨ªnea de playa.
"Las vamos a comprar. Los propietarios nos ped¨ªan 3.000 millones de pesetas; nosotros ofrec¨ªamos 100. Hemos llegado al acuerdo de que sean 300 millones", afirma con un regusto de satisfacci¨®n Mar¨ªn Cast¨¢n.
"Nuestra pretensi¨®n es ir m¨¢s all¨¢ de las exigencias de la Ley de Costas", una norma que atribuye al dominio p¨²blico el territorio entre la costa y 100 metros hacia el interior en zonas no urbanizadas y a partir de los 20 en zonas urbanas. "Se ha producido tal depredaci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas que apenas quedan espacios para proteger". Menorca, sin ir m¨¢s lejos, a pesar de estar declarada Reserva de la Biosfera, carece de protecci¨®n ante cualquier iniciativa para quebrar su condici¨®n de isla no afectada por las urbanizaciones en masa.
"Si hay que comprar fincas, lo haremos, y si hay que recurrir a las expropiaciones para recuperar espacios naturales, tambi¨¦n", enfatiza Mar¨ªn. "Me ofrezco a dedicar buena parte de los 18.000 millones de mi presupuesto a ese objetivo".
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