Krutwig, decano de Euskaltzaindia e ide¨®logo de la primera ETA, falleci¨® el domingo

VIENE DE LA P?GINA 1 La impronta del discurso ideol¨®gico de Krutwig se plasm¨® durante la V Asamblea en la definici¨®n de los cuatro "frentes" de acci¨®n (militar, pol¨ªtico, obrero y cultural), que ¨¦l adapt¨® de la teor¨ªas de Truong Chin aplicadas por la guerrilla vietnamita. El secretario de Euskaltzaindia, Jos¨¦ Luis Lizundia, declar¨® ayer que con la muerte de Federico Krutwig desaparece "un hombre important¨ªsimo, una figura se?era de la cultura vasca, con una dimensi¨®n cl¨¢sica universal". Dotado de una facilidad innata para los idiomas, Krutwig, dominaba cinco o seis lenguas cuando apenas ten¨ªa nueve a?os, y lleg¨® a conocer m¨¢s de una veintena, adem¨¢s de cursar estudios de profesor mercantil, Derecho y Econom¨ªa, as¨ª como lenguas orientales, en Par¨ªs y Bonn. Su relaci¨®n con el euskera se consolid¨® cuando conoci¨® a Resurrecci¨®n Mar¨ªa de Azkue, a los 18 a?os de edad. Ambos fueron quienes mantuvieron y revitalizaron la casi desaparecida Academia de la Lengua Vasca en los a?os de la posguerra. Krutwig se hab¨ªa dirigido a Azkue para presentarle sus traducciones del alem¨¢n al euskera, que hab¨ªa aprendido de forma autodidacta. En 1942 fue nombrado acad¨¦mico de Euskaltzaindia, siendo uno de los principales impulsores de la unificaci¨®n del euskera, aunque ¨¦l daba primac¨ªa al dialecto labortano. Diez a?os m¨¢s tarde, Krutwig pronunci¨® el discurso de recepci¨®n como acad¨¦mico de Luis Villasante, que lleg¨® a ser presidente de Euskaltzaindia, y durante su intervenci¨®n critic¨® la actitud de la Iglesia por apoyar las lenguas vern¨¢culas en algunos lugares y marginarlas en otros, como en el Pa¨ªs Vasco. Eso le vali¨® el destierro y su exilio en Francia, del que no regres¨® hasta 1976. Autor de numerosos ensayos sobre la lengua y de seis novelas en euskera labortano, su ¨²ltimo libro, Vasconia Computer Shoch. A?o 2001 (1984) analizaba la influencia de la inform¨¢tica y de la cibern¨¦tica en la civilizaci¨®n actual. Adem¨¢s, a su regreso del exilio fund¨® en Zarautz la asociaci¨®n Jakintza Baitha, con la que propon¨ªa la uni¨®n de la cultura griega con la vasca.