"Apocalipsi", de Llu?sa Cunill¨¦, desaf¨ªa las reglas del espacio y del tiempo
El pasado puede ser el presente, los escenarios son susceptibles de ser transformados sin transici¨®n y un personaje puede cambiar su papel sin previo aviso. Apocalipisi, la ¨²ltima obra de Llu?sa Cunill¨¦, que se estrena hoy en la sala peque?a del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), no respeta las l¨ªneas de tiempo y espacio ni los papeles de los personajes. Pero, seg¨²n Joan Oll¨¦, que firma la direcci¨®n del montaje, confirma a la dramaturga catalana como "uno de los principales autores de teatro de Europa".
Cunill¨¦, que tiene un ¨¢gil ritmo de producci¨®n, ha empleado cerca de tres a?os en concluir esta obra, algo que Oll¨¦ califica de "muy inusual en ella". Adem¨¢s, el montaje incluye im¨¢genes grabadas en v¨ªdeo, un lenguaje tambi¨¦n nuevo en su trayectoria. La obra, que carece de hilo argumental, se inicia con el reencuentro de cuatro amigos, dos hombres y dos mujeres (interpretados por Andreu Benito, Marta Mill¨¤, Rosa Renom y Toni Sevilla), separados durante largo tiempo por la ausencia de uno de ellos. Se citan para cenar, pero algo sucede entre ellos; cada uno se transforma en otra cosa, va modificando su papel. Como ¨¢tomos que se desintegran, la esencia de los personajes se modifica y, sin previo aviso, uno de ellos pasa a ser el conductor de un taxi en el que viaja el resto. "As¨ª, el anuncio de narratividad lineal queda abolido, se mezclan muchos lenguajes diferentes", subraya Oll¨¦. Para el director, la escritura de Cunill¨¦ "hace pensar en los cuadros de Hopper, cuadros realistas que esconden un enigma". En esta l¨ªnea, sus personajes son "banales, hablan para conjurar el silencio. Hablan de cosas y esconden otras". En su opini¨®n, la autora "habla de nosotros mismos, pero bajo una determinada luz. Escoge los momentos en los que somos m¨¢s d¨¦biles, m¨¢s quebradizos. Aunque siempre tiene la voluntad de no herir". Oll¨¦ lamenta el gran desconocimiento que planea hoy por hoy sobre la obra de Cunill¨¦, "que es la persona m¨¢s reservada del mundo y habla de las cosas menos teatrales del mundo. El suyo es un teatro interior, de a?oranza de la vida desde la propia vida". La propia dramaturga ha favorecido el misterio que la envuelve: no concede entrevistas, no asiste a lugares en los que pueda encontrarse con la prensa y mantiene una actitud reservada y discreta incluso con los aspectos m¨¢s estrechamente relacionados con su trabajo: ha asistido pr¨¢cticamente a todos los ensayos de la obra, pero sin opinar al respecto. Pero Oll¨¦ es optimista por lo que respecta al futuro de Cunill¨¦: "En ella todo es una a?oranza de la felicidad. Parece teatro del pesimismo, cr¨ªptico. Pero a medida que se vaya representando iremos d¨¢ndonos cuenta de que tiene muchas posibilidades de escritura esc¨¦nicas". El director se muestra muy agradecido por el hecho de que el Nacional haya apostado por esta autora a¨²n no consagrada. "Hasta ahora se la representaba en las catacumbas y el Nacional ha venido a resolver esta situaci¨®n", explica Oll¨¦, que se siente muy a gusto en este ambicioso teatro impulsado por la Generalitat: "Hace unos meses lo consideraba el castillo enemigo. Ahora no tengo m¨¢s remedio que sentirme en ¨¦l como en casa. Nuestro futuro, queramos o no, pasa por este arco de triunfo del pujolismo", sentencia. Con mucho humor, el director del TNC, Dom¨¨nec Reixach, ofrece una versi¨®n un tanto peculiar del hecho de que Cunill¨¦ haya llegado al teatro: "Cada vez que me encontraba con Oll¨¦, con quien tengo una buena relaci¨®n, me dec¨ªa: "Cuando hagas una cunill¨¦ seremos m¨¢s amigos". Apocalipsi se representar¨¢ en el TNC hasta el 3 de enero.
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